¿Hasta que la muerte nos separe?「CB」

D I E C I S I E T E [2/2]

Chanyeol había estado teniendo molestos dolores de cabeza que le soltaban mal. Luego de pasar por la recuperación del accidente, no tuvo ningún problema ni hubo rastros de alguna secuela de los daños causados hasta ahora.

Ese día, tras salir de un almuerzo con el dueño de una de las distribuidoras de producto con las que tenía convenio, se subió al auto con una jodida pulsada en un costado de su cabeza que se extendía por todas partes y volvía al dolor molesto y a él irritable. Chanyeol se aflojó el nudo de la corbata y encendió enseguida el auto para conducir hasta el hospital en donde lo atendieron tras el accidente en búsqueda de los resultados de la radiografía que se hizo la semana pasada para comprender la razón del constante dolor de cabeza.

Luego de un par de minutos y de enfrentar un corto tráfico, estacionó el auto en un lugar lejos de la entrada en el estacionamiento del hospital y fue hasta el bloque de consultas en donde esperó por su turno unos cuantos minutos hasta poder pasar a ver a su doctor. El hombre delgado y bastante alto tras saludarle con un apretón de manos, se sentó tras su escritorio indicándole hacer lo mismo en una de las sillas enfrente para después sacar las resonancia magnética y ponerlas sobre la superficie del escritorio.

—Las revise detenidamente y...

— ¿Es algo muy malo? —El hombre sonrió de forma amena y negó.

—No surgió ningún problema en cuanto a después de la contusión que sufrió en el accidente —Chanyeol asintió, sintiéndose más aliviado de saber que nada grave le ocurría —Sin embargo, el dolor se debe a que está bajo un estrés crónico y si me lo permite, tiene que atender eso y relajarse sino quiere que pase a mayores, joven Park.

Chanyeol resopló y se dejó caer contra el respaldo de la silla, posando su codo en la recargadera del mueble y masajeando la parte frontal de su cabeza con esa mano.

—Te recetaré pastillas para el dolor de cabeza efectivas pero no abuses de ellas —continuó el médico mientras elaboraba su receta —También será bueno que comience a tomar sus horas de descanso en serio, puedo ver que no lo hace con tan solo mirarte —terminó y le pasó la receta junto a la resonancia— ¡Ah! Y también... —abrió uno de los cajones del escritorio y tras un par de segundos de búsqueda, le extendió una pequeña tarjeta. —Es un buen colega mío del área de salud mental. Te recomendaría que lo visitaras para que te ayude a eliminar el estrés antes de que esto se vuelva más complicado para ti.

Chanyeol asintió y tomó lo dado.

—Si comienzan a presentarse más síntomas, no dudes en venir. —Chanyeol se levantó de su lugar.

—Gracias Dr. Kim. —Estrechó su mano como despedida al mismo tiempo que hacia una reverencia para finalmente salir del consultorio.

Luego de pasar al área farmacéutica del lugar y comprar las pastillas recetadas, continuó sumergido en sus pensamientos mientras terminaba de quitarse la corbata para guardarla en uno de los bolsillos del pantalón de su traje.

La verdad es que Chanyeol había buscado la manera de mantenerse lo bastante ocupado en el trabajo para de esa forma evitar seguir pensando en su aún esposo que ni siquiera se percató del estrés en el que había caído desde hace ya bastante tiempo, especificando, desde que dejó su hogar al lado de Baekhyun al saber la verdad. Y sí, tal vez era absurdo que algo como ello se le hubiera escapado pero poca atención le estaba prestando a su estado físico como para asimilarlo y bueno, ahora que se detenía a pensarlo, los otros síntomas por los que pasaba como problemas para conciliar el sueño, su falta de concentración y repentinos dolores estomacales, además del dolor de cabeza, le estaban gritando que estaba estresado y necesitaba calmarse antes de que se hiciera daño físico porque estaba claro que el daño emocional seguiría ahí hasta no poder cortar cualquier lazo con Baekhyun o bueno, al menos esa era su creencia.