Cap 12.- La resistencia de un príncipe

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Correr por una estructura inestable no estaba funcionando, las caídas de Noctis se estaban volviendo continuas, una tras otra el príncipe terminaba desapareciendo en el inicio de aquella parte del laberinto llegando a su máxima frustración. Ante sus ojos algo había arrastrado a Prompto al abismo aquel lugar donde el no podía llegar.

De rodillas se quedó en silencio observando al vacío del techo en donde sólo oscuridad encontraba, se había quedado en blanco, sino podía proteger a prompto de un laberinto... ¿ Cómo iba a defender todo un reino? La duda asediaba todo su ser causando estragos en su mente, aún no estaba listo para ser rey,así lo pensaba ahora.

¿Desde cuándo el camino se había hecho tan silencioso? la voz del Rubio había desaparecido, ahora estaba sólo, si tan sólo le hubiera negado la entrada al laberinto no hubiera desaparecido... pero aquellos sentimientos del Rubio jamás los hubiera conocido, ese lado vulnerable, la forma en que sus mejillas se ponían rojas por algún comentario dulce y como sus nervios lo hacían dudar a la hora de besar, esos detalles jamás los hubiera conocido si hubieran seguido de esa manera, aquel laberinto había logrado sacar sus sentimientos pero ahora como si fuera una bofetada a la cara los separaba de la peor manera.

El tiempo pasó o eso parecía mientras el príncipe aún se mantenía con la duda en su corazón, ¿Dónde estaba prompto? Se suponía que debían terminar ese maldito laberinto y salir de ahí pero ahora estaba sólo en aquella oscuridad.

Como siempre se guardó sus pensamientos para si mismo mientras maldecia entre dientes a la par que golpeaba el suelo un par de veces, ya era suficiente. Esa mazmorra no era para él... para un niñato sin compromiso sino para un príncipe, si quería rescatar a prompto debía demostrar carácter y despejar esa frustración de su mente y fue esta manera de pensar la que hizo levantarse,sino podía rescatar a sólo uno no podría hacerlo con miles, sino podía levantarse no podría hacerlo después cuando sus heridas fueran notorias, la resistencia de un príncipe que quiere convertirse en rey, eso debía mostrar.

 para un niñato sin compromiso sino para un príncipe, si quería rescatar a prompto debía demostrar carácter y despejar esa frustración de su mente y fue esta manera de pensar la que hizo levantarse,sino podía rescatar a sólo uno no podría hacerlo ...

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Con seguridad de nuevo comenzó andar por aquel laberinto de oscuridad, tan sólo el eco de sus pisadas era lo único que presionaba en aquella habitación, el camino era demasiado largo o así se sentía al estar en completa soledad. Las paredes de la estructura se hacían cada vez más empinadas a la par que cambiaban hacer de cobre siendo tubos atravesados los que sostenían a Noctis por el camino, era algo complicado de avanzar pero noctis ya tenía un aura más serena pero a pesar de lo firme que eran sus pasos aún existía la duda sobre si encontraría al Rubio al final de aquella habitación pero a pesar de esa duda continuó.

—¿Vendrás conmigo?.

— por supuesto, alguien tiene que cuidarte la espalda después de todo, ¿Tu crees que me perdería una aventura con el príncipe?, salir de estas murallas y ver que hay más allá, es un sueño y lo mejor es que podré hacerlo contigo... Oh... cierto tenemos que llevarte  A salvo para la boda jeje... eso no se me olvida pero se que podremos hacer un par de paradas antes ¿Verdad? Quiero recordar este viaje, es algo importante para mí.

—je, esa respuesta me agrada, bien supongo que no tengo de otra, tendré que darte buenos recuerdos, después de todo... eres mi mejor amigo Prompto...

— Noct,de verdad que eres increíble, no puedo,  eso sonó demasiado genial viniendo de ti. Noct, gracias por todo

— Prompto... El que debería agradecerte soy yo.

Aquellos recuerdos lo invadieron de repente, tal vez la preocupación por el Rubio ya lo hacia fantasear con lo pasado pero era imposible para Noctis no pensar en prompto.

Finalmente delante de Noctis una figura femenina echa de piedra parecía marcar  El camino fuera de aquella oscuridad pues una suave luz tan sólo la iluminaba a ella haciendo notar su presencia

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Finalmente delante de Noctis una figura femenina echa de piedra parecía marcar  El camino fuera de aquella oscuridad pues una suave luz tan sólo la iluminaba a ella haciendo notar su presencia. Noctis se acercó a la plataforma delante de la estatua la cual comenzó a darle una mala impresión, algo no cuadraba del todo pues un ruido comenzaba a incomodar al príncipe, pasos bastante pesados comenzaron a resonar a las espaldas de aquella figura, al mirar a su alrededor podía notar como las paredes del laberinto temblaban con cada paso que aquello daba haciendo que Noctis se pusiera en guardia hasta que finalmente apareció. Un cadente rojo de cobre apareció encima de la cabeza de aquella estatua, a cada movimiento que hacia un rechinar metálico le acompañaba, él era igual que aquellas estatuas regadas por el laberinto pero su color era intenso y de sus cuernos un aura roja se formaba en medio de sus cuernos como si de una esfera se tratara, aquel poderoso candente  estaba demostrando que él era el señor de ese laberinto.

—¡PROMPTO!

En su diestra aquel candente sostenía por las manos al Rubio el cual lucía bastante mal, tenía varios raspones y su piel estaba algo ruborizada como si lo hubieran lastimado demas ,pero no parecía que aquel ser fuera el culpable de las heridas que el Rubio tal vez esas eran las consecuencias por haber caído al abismo. Prompto estaba inconsciente a lo que no reaccionó al escuchar el grito del príncipe el cual sólo miró con desprecio aquel candente el cual sólo grito molesto dejando escuchar un chirrido ensordecedor logrando que Noctis cubriera sus oídos ante tan molesto sonido. En cuanto el cadente dejó de gritar soltó a prompto dejándolo sobre la estatua justo al lado del cuello, no estaba dispuesto a dejar que el azabache se llevar a su nueva pertenencia...

Un silencio inundó la sala mientras ambos se miraban a los ojos, Noctis estaba molesto al igual que el candente, la tensión en la sala era notoria mientras ambos esperaban una oportunidad para atacar pero fue el cadente el primero en atacar lanzándose contra Noctis el cual esquivó a la perfección pero a la hora de levantarse tambaleo un poco debido a que la estructura del laberinto comenzaba a moverse una vez más, parecía que aquel laberinto no le daría tregua ya que ahora no sólo el laberinto le impedía el paso sino aquel cadente rojo de cobre no le dejaba alcanzar a prompto. Estaba ante una difícil contienda....

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