One Shots Billdip

thirst

boll vampiro, dopper humano 🍁
@Otaku110 ¡gracias por tu idea! ♥️

Jamás hubiese pensado Dipper que ese día se encontraría ahí. Habían llegado tan lejos aquella vez, pero a pesar del cansancio ya evidente en sus piernas, no se había detenido. Después de todo, la vista era más que maravillosa.

Últimamente salía bastante seguido con su mejor amigo, Bill Cipher, a petición del castaño. Las mañanas eran muy calurosas en el verano así que habían acordado salir por las noches, que eran más frescas y relajadas. Bill, que cuando lo conoció era un rubio enérgico que nunca se estaba quieto, tenía un gran gusto por la flora y fauna de su hogar, Gravity Falls, y según sus palabras, había iniciado una pequeña investigación de toda la vida silvestre que se hallaba en lo profundo del bosque, y Dipper podría acompañarle si eso quería.

Dipper Pines estaba más que feliz. El año pasado no pudo siquiera hablar con él; por los medios de comunicación había escuchado que estaba perdido. Se había asustado tanto que llegó a pensar en lo peor. Pero ahora que lo tenía de vuelta, su corazón latía con calma otra vez.

Allá, sentado a la orilla de un río que desembocaba en una cascada, esperaba a que el rubio terminase de hacer lo que fuese que estuviese haciendo mientras se refrescaba y observaba el paisaje con ayuda de su linterna.

Recordó el día en el que volvió a verlo; no se había encontrado con el mismo chico de tez bronceada y sonrisa grande siempre en la cara, sino con alguien diferente. Su piel había empalidecido, y parecía estar perturbado. Al principio no había querido dormir o comer, especialmente este último, dado que rechazaba la comida por completo. Incluso el helado. Decía que saldría a la cafetería de Linda Susan a ver si allí se le antojaba algo.

El castaño nunca quiso preguntarle qué le había pasado todo el tiempo que estuvo perdido. Temía invadir un tema para el cual su amigo no estuviese preparado. Pero ya habían pasado cinco meses, y en algún momento tendría que preguntar. Al menos las cosas se habían estabilizado casi por completo; en realidad, la principal razón por la que le acompañaba al bosque era para asegurarse de que estaba bien y que no andaba poniéndose en riesgos. Siempre iba junto a él a cualquier parte del vasto lugar a la que el rubio fuera, mas esta vez, decidió darle un respiro. Estaría bien, así había sido las otras veces.

Decidió no alarmarse al notar que ya había tardado más de lo acordado, y es que a pesar de ser una parte inexplorada para ellos, era muy pequeña. ¿Y si necesitaba ayuda o se había lastimado...? El otro día habían tenido unos cuantos raspones y Pines, una reacción alérgica por un arbusto venenoso; no le deseaba nada de eso a Bill, por lo que se levantó de donde estaba para gritar su nombre a los cuatro vientos, esperando respuestas que no llegaban.

Estaba entrando en pánico. Entró a la parte boscosa con la linterna en mano, el corazón a punto de salírsele del pecho y la voz temblorosa. No quería perderlo otra vez.

Pero tal vez el que se perdería sería él mismo; había caminado sin rumbo hasta encontrarse atrapado y confundido como consecuencia de su pánico. Ahora se alzaba otro gran miedo: insectos venenosos y animales salvajes. Un simple crujido en el suelo logró espantarlo y sacarle un respingo.

—Tranquilo, Pino, soy yo —esa voz que tanto le calmaba solo podía ser de Bill.

El rubio se acercó al otro por detrás, y Dipper se volteó para examinarlo, hasta que dio con lo que buscaba y esperaba que no existiese. Había sangre en la comisura de los labios de su amigo, y unas manchas de la misma en su camiseta.

—Tienes sangre, ¿qué te pasó?

Al escuchar eso, Cipher se estremeció y un rubor cubrió sus mejillas.