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Entró en la sala, y miró a Jimin que trataba de sacarle una navaja a una afeitadora.

Enojado, trató de calmarse y se acercó al menor para luego quitarle la afeitadora y lanzarla por allí.

-Déjame morir en paz.

Cuando Yoongi lo miró a los ojos, pudo notar que estaba llorando.

Angustiado, se arrodilló frente al menor y lo abrazó por la cintura.

-¿qué haces? Sueltame.

-No. No quiero hacerlo.

Jimin, ya enojado, se contuvo y suspiró, para luego mirarlo a los ojos.

-Lo siento. - fue todo lo que dijo el mayor. - Sólo me frustré, no quiero que te hagas daño. Trato de protegerte siempre, e incluso a veces yo salgo lastimado. - era cierto, incluso le mostró su mano derecha, en la cual tenía una cortada causada por arrebatarle la afeitadora. - Sólo... Entiende que vales mucho para mi. Si no quieres hacerlo por ti está bien. Solo te pido que me escuches. Un ángel tan hermoso como tú no merece cicatrices. No te odies, no lo mereces. Eres tan especial para mí y me duele verte así. Piensas que eres el único que sufre, pero mírame. Ahora estoy llorando por ti. - Sonrió, aún con lágrimas en los ojos.

Jimin lo comprendió, y no pudo evitar llorar nuevamente.

-Lo siento mucho, Yoongi.

Con su mano libre, tomó la del mayor y besó su herida, tratando de que olvide el dolor.

-Lo siento. - Repitió.

-Está bien. Ya todo está bien.

Jimin bajó del sofá y se acurrucó en su pecho mientras lloraba.

-Perdoname... Solo estaba pensando en mi.

Pasaron minutos, tal vez horas abrazándose.

No querían separarse. No iban a hacerlo.

Se amaban lo suficiente como para enfrentarse con la misma muerte, el uno por el otro.

El Desconocido De La Ruta » YOONMIN «Donde viven las historias. Descúbrelo ahora