So baby tell me yes (and i'll give you everything)

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Louis es un omega; debido a su gran inteligencia y tacto con la gente, logró convertirse en lo que siempre deseo, un doctor que ayudaría a cuanta persona le fuera posible.

Harry era un alfa; debido a su destreza y gran habilidad había logrado emplearse en lo que siempre deseado, un agente encubierto, de los mejores en su rango.

Él omega descubre los enigmáticos ojos verdes de Harry cuando es ingresado a su hospital con una herida de bala en el abdomen.

❀ ❀ ❀

—Vamos —un suspiro tembloroso sale de entre sus labios.

—¿Tienes miedo, Alfa?

—¿Eh? —se confunde.

—¿Estás temeroso de lo qué haré?

—¿No me conoces? —se carcajea.

—No, honestamente no lo hago, ¿debería?

—Soy Harry Styles, omega, no le temo a nada, tú deberías temer de mí.

—Claro.

— Adelante, sácame la bala, y como recompensa yo podría meter mi polla en ti.

—¿Qué? —se sorprende Louis mientras cubría su boca con el cubre bocas.

—Lo que escuchaste, lindo —guiñando su ojo, abre su camisa y revela su poderoso cuerpo cubierto de tatuajes.

—Tengo alfa, da un paso atrás, grandote.

—Oh, él pequeñín tiene alfa, ¿y eso importa por...?

Louis piensa que es descarado.

  —No puedes tomar lo que ya esta tomado.  

Un enfermero, amigado a Louis tal parecía, aparece.

  —Hey Louis, ¿irás con nosotros está noche?

Él omega mencionado palidece.

—¡No, gracias! —sonríe nervioso y cuando él alfa mira a su amigo hace raras señas para que se callara.

—Esta bien, supongo que sera otra noche de solteros sin ti. 

Harry ve entre divertido e incrédulo al omega.

Louis solo puede suspirar, odiando con toda su vida a su mejor amigo.       

—La cita sigue en pie.

—Cállate, deja que saque esa bala para que te marches.    

—Creo que deberías de ser un poco más amable, estoy herido —señala su abdomen ensangrentado, que realmente parece no ocasionar mucho daño en él alfa debido a su expresión tan tranquila.

—Okey, agente Styles, procederé a sacar la bala de su abdomen, ¿podría dejarme proceder sin ninguna interrupción?      

—No sin antes recibir un beso del bonito omega frente a mí.

—Jim, se cancela la extirpación de la bala —él omega quita el cubre bocas y finge que saldrá de la habitación.

—¡Hey! ¿Qué se supone qué haces? ¡No puedes dejarme con esto dentro de mí! —gruñe imponiendo su autoridad.

Louis no se inmuta —mientras muerde con toda su fuerza su lengua para no caer de rodillas al suelo gimiendo por el poderoso rugido de un alfa— y coge la perilla de la puerta.

—¿Planeas guardar silencio y dejarme hacer mi trabajo? —cuestiona sin la valentía para mirarlo a los ojos, o de lo contrario dejaría expuesta su piel pálida por el rugido que afecto como nunca a su omega que se retorcía como loco.                      

—Si, bonito, pero no me dejes solo —a pesar de contener cantidades industriales de burla en su ronca voz que estaba causando estragos en su cuerpo, logro percibir el puchero en los gruesos labios del agente. 

T I E R N O.

—Ok, pero guarda silencio, no puedo concentrarme con tus bonitos labios hablando —y se calla abruptamente.

—¿Qué?

—Nada, cállate y procedamos.        

Harry fingió no ver el sonrojo en las mejillas del omega para no avergonzarle, en cambio se embriago del dulce aroma que emanaba el pequeño chico. Joder, que rico olor poseía el omega, unas inmensas ganas de cogerlo en sus brazos y tomarlo, joderlo con su alfa liberado, dejando de reprimirse.

—Ugh, eres asqueroso, ¿qué estás pensando? —una mueca surca de sus labios al oler una inmensa cantidad de excitación volando en el aire en forma de feromonas.

—Nada, continua con lo tuyo.

—¿Puedes pensar otra cosa en lugar de lo qué estés pensando ahora?

—No sé de que me hablas —dice, confundido,

—¡Tienes la polla erecta y está rozando mi brazo con cada intento por sacar la bala, no seas asqueroso alfa!               

—Oh, lo lamento, no puedo reprimirme, un ángel me ha cautivado como nadie —suspira enamorado, viendo con ojos brillosos y anhelantes a Louis.    

—Ugh, cuanta azúcar...  

—Tengo azúcar liquida, ¿me permites echártela en la cara y me digas qué tal sabe?  

—¿Qué?

Louis se ve confundido, y Harry sabe que adora eso.

—Dulce inocencia, dulce placer de hacerla desaparecer.

—Denle anestesia para que duerma, está delirando.