[00-06]

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El celo de Louis había llegado de imprevisto esa vez en pleno pasillo del hospital, avergonzado por la escena que debió haberse montado frente a toda la gente corrió directamente a la oficina de su jefe y solicito un permiso por lo que su celo durase. 

Fue el peor celo que recuerda haber tenido. Su ano segregó tanto lubricante natural que pudo haberse horrorizado de la veces que tuvo que pedirle a su querido amigo Luke que lavase sus sábanas, unas cinco veces por día. 

—¿Estás seguro de qué no es nada grave? Louis, nunca antes habías tenido un celo así de fuerte.

—¡Sal de mí habitación! —grita, sus manos empuñan las sábanas y arquea su espalda, su ano esta abriéndose y cerrándose constantemente por el vacío.       

—¡Debes usar el vibrador qué te he regalado, solamente estás haciéndote más daño reprimiendo lo qué deseas, no seas tonto! —en su mano derecha sostiene el objeto mencionado, pero Louis no hace más que ver como puede el aparato con odio.

—¡No dejaré qué lo primero qué entre en mí sea un jodido artefacto de plástico Luke, quita esa cosa de mí vista o no respondo!  

—¡Hazme caso por primera vez en tú vida!

—¡No quiero, deja de molestar.

—¡Eres tan insoportable! —grita molesto y sale de la habitación dando un fuerte portazo.        

Louis por fin es libre de hacer las muecas de dolor que ha estado reteniendo desde que su impropio amigo profano su habitación con ese maldito objeto. Su ano envía una nueva descarga de dolor a través de su espina dorsal y termina en su mandíbula tensa. Odiaba tanto su condición de omega cada vez que el celo llegaba y le hacía recordar lo malo de formar parte de la raza débil. Aunque, no todo era malo.

—Lou...

—¿Ahora qué? —fanfarrón no se detiene a rodar sus ojos.

—Sé que me dijiste que nada de visitas durante tú celo... Pero afuera está Harry esperando verte...

—Lo que me faltaba —gime molesto mordiendo su labio, esta avergonzado de mostrar esos gestos sexosos frente a Luke como la mierda. —Dile que se marche, no puedo verlo.

—Yo, ehm, he estado diciéndole eso desde hace diez minutos... Pero simplemente es obstinado y no da su brazo a torcer, quiere verte —argumenta, y esta nervioso de estar en el ojo de la tormenta.

—Dile la verdad, no puedo verlo debido a mí celo.

Luke asiente y suspira mientras sale de la habitación y la cierra con sumo cuidado. Camina con letargo hasta la puerta principal donde el bruto alfa aguarda con ansias.

—Styles, lamento decirte que hoy no podrás ver a Louis —ni siquiera a terminado su discurso cuando es interrumpido con atrevimiento.

—¿Por qué me está evitando?

—¡No lo hace, él se encuentra en celo y no puede verte, alfa necio y tonto!

—Wow, debe calmarte un poco omega, si tienes problemas en tú vida no debes cobrarte con las personas que te rodean —verdaderamente molesto de ser tratado con tal falta de educación y respeto, bufa.

—¡Sí tanto quieres a Louis cuida de él, yo no puedo más! —exclama molesto y entra rápidamente por la puerta y dale en furiosos instantes después. —¡Adiós!

Con la sorpresa tallada en sus facciones, Harry mira el umbral de la puerta donde aún yace parado, él beta acaba de explotar en enojo y se había marchado, dejando a Louis solo en su casa en pleno celo, ¿qué clase de amigo era?

Decide entrar, no pierde nada haciéndolo y no hace nada malo. Al momento de cerrar con lentitud la puerta sus narices se topan con una grata sorpresa; el delicioso aroma de un omega necesitado de un nudo anclado a su interior. Sacude su cabeza y camina hasta la cocina para preparar un té de zarzamora al omega, puede ser un alfa, pero era de raza pura y su autocontrol era mejor que el de un alfa común.

Buscando las tazas se topa con que no hay té de zarzamora en ninguna gaveta, por lo cual decide correr hasta el súper mercado más cercano que encuentra y compra el más delicioso que su olfato encuentra. La tetera ya esta llena y chiflando una vez pisa de nueva cuenta la casa con olor a desesperación y húmedad, tan delicioso y prohibido.

Prepara a su gusto el té, no sabe si a Louis le gustará pero se arriesga, si a él no le gusta puede tomarlo él. Camina con paso lento y sigiloso hasta ma habitación donde detecta que el olor emana, encontrand o el origen del exquisito aroma se da cuenta que aquello que olfateo a metros no era nada comparado con lo que olía en metros recortados cosiderablemente.

—Louis.

Abre la puerta lentamente, la habitación va siendo poco a poco revelada, logrando con ello revelar decenas de prendas en el piso y la cama hechs un total embrollo de la cual es notoria una gran mancha de lo que deduce es el lubricante de Louis, que en ese momento le esta viendo con varios sentimientos mezclados; enojo, sorpresa, vergüenza y necesidad.

—Harry —gime. —¿Qué haces aquí?

Louis se odia tanto en esos momentos, no sabía que otra cosa podía suceder en ese mismo instante que tenía posados los ojos de Harry en su cuerpo desnudo. Horrorizado, coge las sábanas y se cubre con ellas, incluso si están húmedas, y por ende, traslucidas. 

—No sé que estés pensando, pero yo no voy a hacerte nada, ¿sí? Solo estoy aquí debido a que tú buen amigo se marcho y te dejo solo —dice, un poco molesto de ser visto con desconfianza.

Hubiese deseado tanto alarmarse ante la nueva información que recibía acerca de su amigo marchándose y dejándolo solo en su casa, con el peor celo que recuerda haber tenido.  

—Mira, te he traído un té de zarzamora, si estas teniendo un celo como este, debes tomar tres tazas al día, mamá solía preparárselas a papá.  

—¿T-tú padre es o-omega? —cuestiona como puede, estupefacto.

—Si, lo es.

—Vaya...

—Si... Todas las personas tienen esa reacción, no es tan común el nacimiento de un alfa raza pura de un padre omega.

No sabe que decir, en ese momento esta más que concentrado en retener sus quejas que el dolor emanando de su ano le da. Harry le ve unos segundos para después negar riendo y dejar la taza de té en la mesita de noche.

—Estaré en la cocina haciéndote algo de cenar, cualquier cosa grita mí nombre.             

Cuando sale de la habitación, tan relajado e imponente como nadie, y tonto como muchos, Louis piensa mientras mira el techo de su habitación, olvidando un poco el dolor en su culo y la lubricación excesiva en su colchón... ¿Él alfa en serio sabe cocinar?

So baby tell me yes (and i'll give you everything)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora