L'ore

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Cuanto más veo al pasado, más me pregunto; ¿Cómo es que la vida planea nuestras desventuras? Yuuri Katsuki sabe bien a qué me refiero. Él mejor que nadie conoce la historia. De principio a fin. Conocerle del modo en que lo hago es una bendición pero lo que vivió aquel invierno, eso fue todo lo contrario. La vida lo probó de un modo duro y sin piedad.

Había dejado de asistir a las prácticas por lo que había perdido la oportunidad de ir a los juegos olímpicos. En su lugar, Georgi Popovich destacó. Eso dejó a Yurio y a Otabek de lado y aquella mañana, los amantes se encontraban en un territorio desconocido.

-Beka...- Llamó desde el baño. - Ya despierta, ¿Si? Debemos llevarle ropa al cerdo-

Otabek Altin se removió en la cama al escuchar al hada rusa llamarle, no tenía ningún motivo para despertarse aún y que su amado le molestara, solo haría que se ocultase debajo de la almohada de Viktor.

-Es muy temprano, aún- Se quejó- ven, sigamos durmiendo ¿Si?- Yurio giró sus ojos y no tuvo más remedio que acercarse a la cama y besar sus labios -

-Levantate ya. O si no, Makkachin va a venir a aplastarte- Con esta amenaza, el kazajo se tuvo que levantar, pues el enorme poodle, les había interrumpido varias veces durante la noche y no iba a permitir que le arruinase el momento de nuevo. -

- ya ya, estoy de pie- Otabek se estiró frente al rubio mientras esté abría la puerta, dejando entrar a Makkachin quién no dudó en correr a acostarse a la cama-

Yuri Plisetsky y su pareja habían sido encomendados con la tarea de cuidar de Makkachin y la casa, aquella noche, habían decidido quedarse pero había llegado el momento de partir. En el hospital se encontraba un amigo con un nudo en la garganta y un corazón roto.

-¿Vas a ir a patinar hoy?- Preguntó Yurio mirando el teléfono y texteando  -

-Si, supongo. Puedo ir al hospital por ti.- Se había acercado a su novio y luego de besarle, caminó al baño a asearse -

-No es necesario, solo iré una hora. Luego tengo que ensayar pero... -Detuvo sus palabras. Por unos momentos, hubo silencio absoluto, un silencio intenso y frío. Otabek volteó a ver a su amado novio como esperando una respuesta. Yurio miró la pantalla de su teléfono y luego a un punto muerto en la pared. Finalmente, tragó saliva y junto con ella, un nudo-  ... Le harán una resonancia magnética a Viktor...-

Sin palabras, Altin observó al chico, atónito. Sabían lo que significaba y lo que implicaría. No dudó y a paso lento, acortó la distancia entre él y su novio hasta finalmente abrazarle. Y aunque Yurio no le miraba, si correspondía su abrazo, hasta finalmente romper en llanto.

-Todo saldrá bien, Yuri- susurró el mayor- Viktor estará bien. Y Yuuri, es muy fuerte, podrá con esto- Aunque sus palabras eran dulces, el momento seguía siendo agrio. El menor no paraba de llorar. Su corazón se retorcía, su cuerpo temblaba y sus lágrimas salían a cántaros. -

...

En el hospital, Yuuri acompañó a Viktor a la sala donde el MRI se encontraba. Ahí, Viktor se acostó en la mesa y Yuuri tomaba su mano como si su vida dependiera de ello.

-Yuuri, ¿Te casarías conmigo?- Preguntó el mayor con una sonrisa inocente a lo que el pelinegro río-

-Ya estamos casados, Viktor. Y estarás bien ¿De acuerdo? Te tomarán fotos de tu cabeza-

-Oh ¿Soy un modelo de sombreros? ¡Genial! -Viktor reía como si de un niño se tratase mientras que los doctores le acomodaban para la resonancia- ¿estarás aquí conmigo? Quiero que me veas modelar-

-Oh no, Viktor. Estaré del otro lado de una ventana. Desde ahí estaré contigo ¿Si?- Tratando de no alterar a su amado esposo, besó su frente antes de ser llevado al otro lado del vidrio. -Te amo- Alcanzó a susurrar-

Entonces encendieron la máquina, el ruido. Ese ruido tan aterrador, entre más fuerte se hacía, una pequeña porción de imagen aparecía en la pantalla. Desde la punta de la cabeza hasta quién sabe dónde. Los doctores hablaban entre ellos y de vez en cuando hacia Yuuri. Pero él no comprendía nada, solo quería saber qué ocurría con su amado esposo.

Finalmente, los doctores dejaron de hablar, una vez que la máquina terminó la imagen. En la computadora, mostraba una silueta azul y negra, sin forma realmente pero se entendía que era. Miraron la sombra en la pantalla diciendo palabras que parecían en otro idioma, pero entonces uno de ellos tragó saliva y miró a su compañero.

-¿que es eso en su cabeza?- Preguntó el patinador algo asustado. Lo siguiente que vió fue a médico con angustia en su rostro. Y lo siguiente que escuchó, fue la noticia que cambiaría está historia de amor-

-Sr. Katsuki... Su esposo tiene un tumor en el cerebro-

....

Holi, finalmente actualizo este fanfic. Me da mucha cosa porque el fandom está bien muerto pero, les traigo amor de ambas parejas. Espero lo estén disfrutando

Querido esposo...Where stories live. Discover now