36|Dumbledore

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Estaba sentado en su escritorio con la mirada fija en sus manos, sabia que debía ir en busca del cuarto horrocrux pero tenia algo de miedo en encontrarlo.

-No hay nada en la cabaña de los Gaunt-dijo Minerva mientras tomaba asiento-. Estuvimos cavando por horas pero al final no encontramos absolutamente nada.

-Todavía tenemos tiempo-suspiro el Director sin levantar la mirada, se podía percibir a distancia lo triste que se encontraba.

-¿Le preocupa algo, Albus?

-Estamos muy cerca de lograr derrotar a Voldemort ...no puedo dejar de pensar en Harry...dentro de poco estará cara a cara con el

-No le pasará nada...nosotros estaremos...

-No-el director negó con la cabeza-. La carta fue clara, solo Harry debe enfrentarse a el.

-Albus ...es solo un niño de once años, sus padres no permitirán que el solo.

-Si la orden del fénix ayuda a Harry ...Voldemort ordenará a sus mortifagos que ataquen de la misma manera y lo menos que queremos es una guerra.

-Pero ...

-La carta fue clara y precisa Minerva...además no olvidemos que Voldemort no podrá causarle algún daño a Harry

-Lo se, Albus, pero ...aun así, no podemos dejar solo a un niño indefenso, menos cerca de un asesino como el.

El director levanto la mirada con dolor, le había agarrado un cariño muy grande al pequeño de los Potter pero sabia que tenía que hacerle frente su destino.

-Voldemort quiere matar a Harry y eso no es un secreto, cuando sepa que un niño lo esta retando, se volverá loco y buscara matarlo sin pensarlo dos veces.

-Eso es imposible, el jamas se pondría a descubierto, pensaría que todo es una trampa-le dijo Minerva pero luego se dio cuenta que todo lo que el director le decía podría llegar a ser verdad-. A menos claro que un mortifago le de aviso ...

-Severus podrá ayudarnos con eso-se levanto de su asiento algo decaído-. Por el momento solo debo buscar el horrocrux.

-Iré con usted-Minerva se dispuso a seguirlo pero el director la detuvo al instante

-Ya has hecho mucho por el momento minerva-le dijo con una sonrisa-. Ahora es mi turno..seguiré buscando en la cabaña de los Gaunt, estoy seguro que con algo de suerte lo encontraré.

-Si necesita ayuda solo envíe un patronus y yo estaré haya en menos de segundos.

El director le sonrió con cariño antes de salir de su despacho, camino por los corredores del colegio pensando en todos los momentos en que había sospechado que algo malo pasaba con Tom, pero nunca se había preocupado por preguntarle si se sentía solo o alguien lo maltrataba en el orfanato.

-Solo eras un niño, un niño que tuvo que crecer antes de tiempo-decía en voz baja mientras caminaba-. Naciste sin sentir amor y con el tiempo tu corazón se congelo...lo siento Tom, siento no haberme dado cuenta de todo, lamento no haber sido un buen profesor para ti.

(...)

Busco por mas de cuatro horas, no quería darse por vencido, pero mientras mas pasaban las horas, mas negativo se ponía el ambiente, estaba oscureciendo y no parecía tener resultado en su búsqueda.

-Debe estar por aquí-murmuró para si mismo-. Debo encontrarlo a como de lugar...

El cielo se volvía cada vez mas oscuro, el día había perdido y la noche había ganado, se puso de pie después de algunos segundos arrodillado y miro sus manos con el corazón cansado.

-Solo necesito descansar-se dijo así mismo y miro los terrenos con una sonrisa, solo quería una pequeña ayuda de milagro para poder saber donde debía cavar.

No espero nada mas y saco el pequeño libro para poder preguntarle, no lo habían usado después de a ver descubierto todo sobre los horrocruxes y no se encontraba muy seguro de que aun podría ser útil.

Escribió con la esperanza de recibir una respuesta clara que podría servirle para la búsqueda del anillo de sorvolo gaunt

-Una hora después -

Miraba el horrocrux sintiendo algo de miedo, lo había conseguido pero el libro le había advertido sobre la piedra de la resurrección, tenia sentimientos encontrados sobre eso, una parte de el quería ver a su hermana de nuevo pero su parte mas racional le decía que eso solo le destrozaría el corazón y no debía vivir pensando en el pasado.

Después de meditarlo bien, levantó la espada con decisión y golpeo con fuerza en el anillo, un grito fuerte le hizo entender que lo había conseguido; había logrado encontrar y destruir el cuarto horrocrux, eso era un gran paso para destruir a Voldemort, pero el director no se encontraba muy feliz, sólo pensaba en una cosa que quería cumplir, algo con lo que había soñado siempre.

-Solo una última vez-dijo en voz baja con los ojos cerrados- solo quiero verte una ultima vez-cogió la piedra con las manos temblorosas y lo giro tres veces con el corazón en la boca.

Abrió los ojos despacio y pudo ver desde lejos a una hermosa joven que lo miraba con la expresión triste, ella se acercaba a el caminando lentamente. El director quería correr y abrazarla con todas sus fuerzas, pero sabia que eso era mas que imposible.

-Ariana ...- le dijo con una sonrisa triste- .. hermana.

-Sin importar cuantos años pasen, me doy cuenta que siempre estaré en tu corazón...me siento muy orgullosa de ser tu hermana

-Todo fue mi culpa-le dijo Albus con la voz entrecortada-.  Nunca debí olvidarme de mi familia - la miro a los ojos con dolor-. Perdón, Ariana, perdón por no haber sido mas fuerte para ti.

-No fue tu culpa, no quiero que sigas pensando en ello.

-Pase años en busca de las reliquias de la muerte y no me acorde de que tenía una familia que cuidar, que tenia que cuidar de ti ... -sentía que su corazón se rompía en mil pedazos al tenerla cerca y no poder abrazarla.

-Albus, sabes que nunca fui fuerte, siempre supiste que tarde o temprano me iría de tu lado. Ahora ya es momento de olvidar...

-No quiero que te vayas-le dijo desesperado-. No quiero volver a perderte ...por favor Ariana

-La muerte no es más que el inicio de la inmortalidad.

El director apretó la piedra con mas fuerza de la normal, su hermana era lo que mas quería en la tierra, la había visto una vez en el espejo de oesed, en ese momento había podido lograr reponerse pero si la perdía de nuevo no lo podría superar.

-Siempre le tuvisteis miedo a la muerte, te sentías desprotegida en lugares oscuros...

-Albus...¿Miedo a la muerte? nunca le tuve miedo a la muerte. Era una simple niña que al igual que los adultos temen a cosas nuevas con el pasar de los años. Mi mayor temor siempre fue que mi familia me  olvidará. Hay que temer a la vida, más no a la muerte...-no dejaba de mirarlo a los ojos en ningún momento-...siempre estaré a tu lado sin la necesidad que uses una reliquia.

-Adiós...Ariana -susurro el director mientras una lágrima resbalaba por su mejilla-. Te veré un día...pero no hoy...aún tengo muchas cosas que hacer - abrió lentamente su mano y dejo caer la piedra de la resurrección, fue doloroso para el ver como su hermana desaparecía de su vista, pero era lo mejor, no podía seguir viviendo con el dolor del recuerdo, debía seguir adelante.

Después de un largo tiempo, decidió retirarse hacia Hogwarts para dar aviso sobre el horrocrux, no recogió la piedra de la resurrección, lo dejo en ese lugar deshabitado, en donde nadie lo podría encontrar, sabia que si lo llevaba con el, caería en la necesidad de querer volver a ver a su hermana y eso lo terminaría consumiendo de dolor y sufrimiento.

MI NUEVA VIDA - ¡Mis Padres Están Vivos! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora