cuatro.

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ミ❀

Un suspiro... Otro suspiro.
Los empleados pasaban de un lado a otro con murmullos y risas como compañía, Taehyung no se les unía y en cambio descargaba sus innecesarios y a la vez dolorosos recuerdos en exhalaciones cortas.

¿Qué dijiste? Se supone que esto no era nada serio, Taehyung

Volvió a suspirar.
No era mentira cuando pensaba que todavía le hacía daño y al constantemente recordar cada instante como si hubiera sido ayer... Dudaba de su capacidad para olvidar las cosas y también se culpaba por eso.

-Jefe, ¿Está bien?- preguntó Jungkook trayendo una bandeja que se caía por tanta comida.

-¿Es todo para mí? No como tanto...

-Pero tiene que alimentarse, Jefe.-

-Estoy gordo, Jungkook. Se supone que debería estar en dieta ahora.-dijo tocando con su mano el pequeño bulto en su estómago, Jungkook rió enternecido.

-Pero esa pancita es muy tierna, Hyung. -Taehyung se quedó un momento meditando, jamás le habían dicho eso y era... raro. Suponía que al ser detalles de sí mismo que pasaban desapercibidos, un halago era inesperado.

Jungkook enarcó sus cejas repentinamente ¿asustado?-Lo siento, jefe. Le llamé Hyung otra vez, soy un idiota, lo lamento.-dijo levantándose para hacer otra reverencia gigante.

-¿Q-qué haces, niño? ¡Levántate!-el azabache asintió mientras el otro se descomponía en la mesa. Su mano tapaba la mitad de su cara y un cierto rojito se alcanzaba a divisar como adornante de sus mejillas, Jungkook sonrió travieso.

-Oh, era eso, jefe. ¿Le incomodó que halagara su pancita?- Taehyung frunció el ceño mientras se reincorporaba con presunta calma.

-No es eso.- rechistó por lo bajo.

El azabache rió, ¿ese niño no se cansa de sonreír?-Pero usted es guapo, Jefe. No lo dude.- el mencionado rodó los ojos.

¿Dónde estaba su honor de jefe inquebrantable, elegante y respetado?

Ese niño no tan niño era bastante extraño a su parecer. No sabía como tratarlo, decía cosas inesperadas y era demasiado amable, demasiado amable para lo que estaba acostumbrado.

➣➣➣

-Su hogar es bastante lindo, Jefe.- dijo el azabache viendo cada detalle del algo desordenado departamento.

Paredes blancas, uno que otro plato en el fregadero y en cada mesita una planta de verde intenso haciendo contraste.

-Perdón por el desorden, Jungkook. También por hacerte venir a mi casa tu primer día de trabajo pero tuve algunas juntas en esta jornada y no tuve el tiempo suficiente para enseñarte lo que debes hacer.

Jungkook tragó saliva cuando su jefe se quitó el saco, su cintura se marcaba en aquella delgada tela y sus clavículas resaltaban por algunos botones desabrochados. Y bien, él ya se había graduado y todo pero las hormonas aún seguían a flor de piel.
Su jefe de verdad era lindo, no podía evitarlo ¿tendría alguna pareja que lo resguarde? No lo dudaba nada.

-No hay problema, Jefe. Estaré a su disposición.- y sonrió, mostrando esa adorable curva. Taehyung sólo lo miró sin decir palabra alguna, era extraño encontrarse con alguien con ese tipo de personalidad. ¿Así será Jungkook con todos? pensó.

Durante lo que restaba del día Taehyung le enseñó muchas cosas relacionadas con la empresa. Horarios, propósitos, obligaciones, etc. Le brindó las condiciones y responsabilidades requeridas para ser su secretario y el azabache sólo podía asentir a todo.

-¿Sólo esas dudas?-el azabache asintió por milésima vez en el día, era fácil como su Hyung explicaba las cosas.-Mh~. - esa era una pequeña "queja" de su jefe.

-¿Se encuentra bien, Jefe?-no sabía si preocuparse o morirse de ternura por aquella expresión.

-Sólo tengo hambre... -dijo tocando el bultito de su estómago, Jungkook sonrió.

-Tal vez suene extraño, Jefe, pero puedo hacerle algo de cenar. Mi primo suele cocinar y me ayuda en ese aspecto, ¡Le puedo preparar lo que quiera!- Taehyung lo pensó, realmente no quería que le cayera una demanda de explotación laboral o alguna cosa por el estilo.

-No te preocupes, Jungkook. Eso no está incluido en las reglas para ser mi secretario, no quisiera que te sintieras presionado de alguna manera.-dijo recargando sus manos sobre sus mejillas, mirándose más gorditas.

-¡No se preocupe, Hyung!- golpeó levemente su frente.- Jefe, sí, jefe, ¡No se apure! Estamos fuera de las oficinas. Vea esto más como un acto de amistad, ¿sí?-Taehyung sonrió abiertamente, ¿Cómo es que ese chico puede ser tan lindo? La confianza todavía no estaba impuesta pero tenía que admitir que estaba siendo muy atento. Y eso le gustaba.

-¿Entonces también deberías decirme Hyung fuera de las oficinas, no?- Las pálidas mejillas de Jungkook tomaron un color rosadito, asintiendo con una curva en sus labios.

-De acuerdo, Hyung.

...


my secretary jeon ⊹  ⎙ tkOnde as histórias ganham vida. Descobre agora