siete.

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Y antes de que los labios rosados del castaño tocaran los suyos, este cayó dormido entre sus brazos.

El azabache dejó salir un largo suspiro, realmente era muy penoso con su Hyung, no podía evitarlo. Vio su carita, con sus ojos cerrados y sus pestañas posadas elegantemente en sus párpados, respirando totalmente sereno, sólo pudo sonreír.

Sacó de su billetera un poco de dinero que su no muy grande salario le permitía para pagar la cuenta de aquel restaurante, se quitó su sudadera y se la puso a su Hyung al notar que el clima se volvía más frió por la hora. Le quedaba bastante grande, rió un poco y le puso el gorrito que esta portaba, para después meter las pertenencias del mismo en su bolso y llevárselo en su hombro, se acomodó su propia mochila y con sus brazos y sin hacer mucho esfuerzo, tomó al castaño de los muslos y lo alzó, saliendo del lugar.

Se le hizo más sencillo al ver como enredaba sus largas piernas en su cadera. Por lo menos hasta que sintió la suave respiración sobre su cuello.

Con algo de dificultad abrió la puerta del automóvil de su jefe, explayando el asiento de copiloto y colocando al mayor sobre este.

Por un momento su mirada se congeló al ver a su Hyung acomodándose cómodamente en el sillón mientras sus labios involuntariamente se abultaban, Hyung... Jungkook sintió como si su pecho quemara y un cosquilleo estuviera recorriendo su estómago.

Sacudió su cabeza y tomó el volante con firmeza, apoyando su frente en él, exasperado de no poder controlar sus sentimientos ni los latidos de su corazón.

Sin querer apretó la bocina del volante y por el repentino sonido, un Taehyung aún ebrio despertó. Jungkook volteó a verlo asustado y se dio cuenta que el castaño se tallaba sus ojos, sintió un escalofrío cuando lo miró y otro más cuando le sonrió.

-Jungkookie...- le miró con... ¿ternura? Se acercó gateando en diminutos pasos y se colocó en su regazo, acomodándose en su pecho, el azabache inmediatamente sonrojó por completo. - Te quiero mucho.- sonrió de nueva cuenta y depositó un pequeño beso en la mandíbula del menor, apretando con sus manos la camisa del azabache para darse impulso, haciendo que este se estremeciera y que sus manos empezaran a sudar.

Taehyung se quedó dormido, y tragando un poco de saliva, encendió el auto, tratando de recordar las clases de manejo que solía darle su mamá a los dieciséis años.

Muchos señores mayores le habían gritado por estar algo distraído, pero quién no lo estaría teniendo a su lindo jefe dormido en su pecho, mientras sentía las respiraciones y los relajados latidos de su corazón sobre su cuello.

Con rebuscar un poco en su memoria, recordó dónde era el departamento de su Hyung. Se estacionó en un lugar libre y apagó el auto.

Regresó al mayor al asiento para poder recoger todas sus pertenencias, sonrió un poco cuando se este se quejó y sin tardarse demasiado, salió con unos brazos flaquitos rodeando su cuello.

Entró por el elevador y encontró el piso elegante pero sencillo de su Hyung, entrando con las llaves de su bolso.

Lo inundó un olor a limón y café, había algunos papeles en la mesa y en el sillón había algunas revistas de moda. Se quitó sus zapatos y se dirigió hasta el cuarto principal y el único al parecer, la cama era matrimonial y estaba un poco destendida. Lo colocó ahí y lo tapó con las sábanas rojas, yendo a la sala para poner todas sus cosas en su tocador y poniendo después a cargar su teléfono celular.

De la nada, "Jam Jam" de IU comenzó a sonar, reconociendo que era su tono de llamada. "Mami♡" vio en contactos y cuando deslizó su pantalla de notificaciones vio que tenía 12 llamadas perdidas de la misma. Contestó.

-¿Mamá?- dijo con algo de temor, escuchó un enorme suspiro para después alejarse el teléfono inmediatamente al escuchar tantos gritos.

-¡¿Dónde estás, mocoso?!- Jungkook dio un último vistazo a su perfecto Hyung y salió de la habitación.

-Mamá, no puedo hablar muy fuerte. - dijo casi en susurros.

-¡¿Cómo que no puedes hablar fuerte?!- volvió a alejar el aparato de su oído.

-Mamá perdón, pero mi jefe tuvo que hacer algunas cosas más tarde y yo me quedé, ya casi es madrugada y no hay autobuses.- dijo trabándose un poco al explicar. Su madre escupió y después de algunas quejas más, colgó.

Sí, seguía viviendo con su madre.
Con la ausencia de su padre, ayudaba a su mamá con los gastos y le hacía compañía en el proceso.
Realmente no quería saber mucho de aquel hombre, y para ellos, era mucho mejor que no volviera a casa. Podría ser su padre pero su mamá sería siempre el mundo para él.

Regresó a la habitación y al ver al castaño envuelto en cobijas con su cabello revuelto, sólo pudo soltar una risita baja y enternecida.

Tomó alguna manta y fue a dormirse al sofá.

Hyung... ¿Está mal sentir tantas cosas por usted?

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my secretary jeon ⊹  ⎙ tkWhere stories live. Discover now