Control ➡ HunHan

07/9

LuHan esperó impaciente hasta que SeHun llamó. Tomó el celular con rapidez y deslizó el dedo por la pantalla táctil.

— ¿SeHun? ¿Estás bien? ¿Qué pasó? ¿Todo salió bien? — su respiración se hizo cada vez más pesada mientras esperaba por la respuesta.

— Tranquilo, LuHan. Todo salió bien, no tienes que preocuparte. — la voz gruesa y ronca de SeHun sonaba tan seria como siempre. — ¿Estás bien? ¿Estás en casa?

— Sí. Mamá y papá no estaban en casa cuando llegue.

— Bien. — simplemente dijo.

— ¿SeHun? — LuHan se arriesgó, haciéndole una pregunta que se moría porque alguien respondiera.

— ¿Qué? — SeHun era tan osco y torpe con las palabras, que no le sorprendió a LuHan.

— Si nos atrapan...

— Eso no pasará. — lo interrumpió SeHun.

— Si lo hacen...

— LuHan, cállate.

LuHan decidió cerrar la boca. Bueno... Sólo por unos segundos.

— Tú no eres mi padre, puedo hablar si quiero. — le gruñó.

Hubo un corto silencio al otro lado de la línea, hasta que la risa ronca de SeHun erizó la piel de LuHan. — Eso sonó como un pequeño cachorrito gruñendo molesto.

— ¡No es así! — LuHan refutó.

— Ahí está de nuevo. Cachorrito molesto.

— ¡SeHun! ¡Cállate ya! — peleó el menor.

— Mi madre lo sabe. — escuchó LuHan desde el otro lado

— ¿Qué? — LuHan se quedó quieto y asustado.

— Mi madre lo sabe todo.

— ¿Se lo contaste? ¿Por qué?

— No lo hice. Bueno... No al principio. Me ayudó a deshacerme del policía, y luego me interrogó. — unos ruidos de coches eran lo que LuHan escuchaba.

— ¿Qué te dijo?

— Que me ayudaría a ocultarlo todo lo que pueda.

— ¿Le... Le hablaste sobre mí?

— Ella dice que pareces un ángel y que no deberías estar conmigo. — respondió con un gruñido.

— ¿Un ángel? ¿Ella... Ella dijo eso?

— LuHan, de todo lo que dije, ¿eso es lo único que escuchaste? — un ruido extraño se escuchó antes de que hablara de nuevo — Sí, ella vio tu foto. Ella dijo: parece un jodido ángel, SeHun. ¿Qué diablos haces con él? ¿Lo estás obligando a estar contigo? — su risa ronca le envió mariposas al vientre de LuHan.

El menor rió infantilmente — ¿Y qué respondiste?

— Le dije: mamá, vete al diablo.

LuHan no pudo evitar reír fuertemente. Al otro lado, SeHun rió con él. Un golpe en la puerta de LuHan lo detuvo en su ataque de risa.

— ¿LuHan? — la cabellera castaña de su madre se asomó por un lado de la puerta. Tenía una sonrisa somnolienta.

— Hola, mamá. — LuHan presionó la bocina del celular en su pecho mientras hablaba con su madre. — ¿Y papá?

— Probablemente ya está en la media noche — de burló su madre. — ¿Con quién hablas?

— Con SeHun.