Capítulo 2

1.8K 113 3
                                    

•Christopher•


La frustración se apodera de mí, realmente es imperdonable que no puedan ocuparse de una simple cosa que les pido. Era solo eso, encargarse de algo tan fácil como del hotel.


Christopher: ¿Qué te dijeron exactamente Smith? -pregunto a mi inepto abogado.

Smith: Pues que tienes que presentarte tú por el hecho de ser el dueño, nadie más puede hacer el trámite solo el dueño.

Christopher: ¿Y te dijeron los documentos que necesito? -me recargo en mi silla de cuero.

Smith: Identificación, escrituras de la propiedad, número de seguridad social, pero no te preocupes. Hablé con el gerente de la oficina para que te atienda personalmente y no te haga perder tu tiempo, ya sabe quién eres por lo de los coches. Así que solo debes ir con él, llegar a un acuerdo y ya después yo me encargo del papeleo.

Christopher: ¿A qué hora?

Smith: No quise hacer cita porque no sé tu agenda. Te mando la dirección y el número de teléfono de la oficina por mensaje de texto.

Christopher: Es lo menos que deberías hacer, envíalo y regresa a tus labores.

Smith: En eso estoy Carter, en eso estoy.

Christopher: Más te vale Smith. -digo justo antes de colgar. No puedo creer que deba de hacer todo lo que se supone deben hacer mis empleados. ¿Para eso les pago? ¿Para que al final yo termine haciendo todo? Es inaceptable.



Coloco los pies sobre el escritorio y me aflojo un poco el nudo de la corbata. El estrés del día me inunda, siempre es lo mismo, el estrés arruina mis días. Tomo el teléfono, verifico la hora, 4:37 p.m., deduzco que aún debe estar abierto así que desde el teléfono de mi oficina llamo el número que Smith me ha enviado en un mensaje de texto junto a la dirección. La bocina suena cinco veces y cuando estoy a punto de colgar responden.



Xxx: Diga. -se escucha una voz un poco fastidiada. –¿Qué se le ofrece?

Christopher: Quisiera agenda una cita con el gerente. -recuerdo que ni siquiera he preguntado a Smith como se llamaba.

Xxx: ¿Para qué hora la quiere? -dice con un ánimo que me dan ganas de echarme a dormir por cincuenta días seguidos.

Christopher: ¿Tiene para mañana a eso de las 8:30 a.m.?

Xxx: Este... si. ¿ A nombre de quién?

Christopher: Carter, Christopher Carter.

Xxx: Listo, nos vemos mañana señor. -antes de que pudiera preguntar otra cosa la mujer cuelga y solo escucho el bip a través del teléfono.



Realmente están dejando mucho que desear, espero que el gerente no sea igual que la mujer que respondió el teléfono porque si es así me veré en la penosa necesidad de cortar cualquier tipo de negociación con ellos. Vuelvo a mis labores, tengo muchas cosas que atender y más con los gastos que se vienen encima. Dejo de pensar en eso porque sé que es una inversión para cualquier tipo de emergencia que pueda presentarse en mi vida.
Cuando me doy cuenta son las 9 p.m., me froto los ojos para poder quitarme la imagen de la computadora que he tenido por las últimas horas. Muevo el cuello a ambos lados de mis hombros para lograr satisfacción cuando truena liberando la tensión. Apago la pantalla de mi iMac para después tomar mi iPhone, mi portafolio y salir de mi oficina. Cuando salgo todo está como me gusta, limpio, en perfecto orden y el área de mi oficina despejada. Después de cruzar la puerta que divide el área presidencial y las oficinas donde se encuentra el gerente del hotel y mi secretaria verifico que todo está vacío, claro la hora de salida ya pasó.



Bendita CoincidenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora