71° Capítulo

1.1K 86 37
                                    

•Dulce•


Haber hablado con Maxi sin duda alegro mi día por completo. Saber por propia voz que está bien, que es ajeno a todo, que me extraña y que sigue siendo feliz es algo que quito la sensación de pesadez que sentía en el alma. No hay nada mejor que saber que una de las personas que más amas está bien, aunque lamentablemente sea ajeno a lo que sucede a su alrededor y lo que sucederá en su futuro. 

Kara: Dulce, ¿estás bien? –dice poniendo su rostro frente al mío para que le preste atención.

Dulce: Mmm... este, sí, estoy bien.

Kara: O sea, sé que estas bien por esa sonrisa enorme que tienes en los labios pero estas perdida y te necesito aquí en la tierra conmigo.

Dulce: Claro...

Kara: ¿Acaso te hablo tu novio el misterioso?

Dulce: No, de hecho era otro hombre quien me llamo. –digo sonriendo y su mirada se vuelve confusa, y a pesar de que es mi amiga y la aprecio, la dejare con la duda.  –Y no preguntes porque no te responderé... -me pongo de pie y me dirijo a la fotocopiadora para sacar unas copias. Kara me sigue sin decir palabra alguna.

Kara: Esta bien, no preguntare nada. Solo dime si sigues con tu novio el misterioso y si ahora si me prestaras atención.  –presiono el botón para que las copias comiencen a hacerse, la miro y sonrió.

Dulce: Sí y sí... aunque en realidad no sé por qué quieres que te preste atención.

Kara: Ya te había dicho que Otto se ira por unas semanas así que tenemos que organizarnos para que no se nos retrase todo el papeleo de los clientes. Yo sé que no es tu trabajo pero necesito tu ayuda, eres muy organizada. Además esta lo de mi boda y créeme que falta un poco para que me vuelva completamente loca.

Dulce: Esta bien, cuenta conmigo. Aunque no te prometo ser cien por ciento organizada, porque justo en este momento mi vida también es un caos. –miro a Kara y sé que preguntara, pero gracias a Dios la campana me salva y Otto entra a la oficina.

Otto: Buenas tardes... -tiene una actitud más alegre de lo normal, cosa que me parece rara.

Kara: Buenas tardes...

Dulce: Buenas tardes Otto, oye, ¿crees que podría hablar contigo un momentito?

Otto: Claro, vamos a nuestra oficina. –tomo las copias y camino, Kara me ve con una cara de odio ya que no pudo comenzar su investigación pero no quiero que se meta en mis asuntos.

Apenas entrar a la oficina me siento en mi silla y Otto hace lo mismo, lo miro y aunque lo conozco de hace tiempo no puedo deducir que es lo que lo tiene tan alegre.

Dulce: Otto, me dijo Kara que te iras unas semanas... ¿sucede algo?

Otto: No, nada... simplemente Melina y yo queremos tomarnos un tiempo para nosotros, disfrutar la vida, viajar y ser felices.

Dulce: Mira, ¡qué bien! Me parece perfecto que le dediques tiempo a tu esposa, a tu matrimonio y a su felicidad.

Otto: Si Dulce porque el matrimonio es como una flor, tienes que regarla todos los días, hablarle, cambiarle la tierra, y darle baños de sol para que nunca se marchite y siempre este feliz. Es una de las cosas más complicadas pero al mismo tiempo más feliz del matrimonio.

Dulce: Me imagino que el matrimonio es un tema complicado, todos tienen sus propias ideas al respecto.

Otto: ¿A qué te refieres con eso? –intrigado. Lo miro, es mi amigo y fuera de mis papás o mis suegros es de las pocas personas que conozco que están casadas.

Bendita CoincidenciaWo Geschichten leben. Entdecke jetzt