Sálvame [GAY]

Capítulo 9

—Ayuda inesperada—

Austin salió tarde de la escuela, ya que se ganó varias horas de detención por su mal comportamiento. Mientras se dirigía a casa en el auto viejo de su padre éste se detuvo en media de la calle.

—¡Maldita sea! —Gruñó el ojiverde furioso, mientras golpeaba el volante. —¡Enciende porquería!

Intentó encenderlo varias veces, pero nada funcionaba. Intentó llamar a su padre para que viniera por él en la patrulla, pero éste no respondía su móvil.

—No me hagas ésto —Rogaba para que el auto encendiese, ya que estaba en medio de un barrio muy peligroso. —No aquí.

—¿Necesitas ayuda? —Preguntó alguien detrás suyo.

—¡Ohh dios! —Exclamó Austin dando un salto del susto. Inmediatamente se tranquilizó al ver que se trataba de Tom.

—¿En serio eso te asustó? —Preguntó el moreno entre risas.

—Si sabes que escabullirse detrás de alguien y stalkearlo son dos cosas ilegales ¿verdad? —Preguntó el ojiverde mirándolo fijamente.

—Estoy muy seguro que lo primero no es ilegal —Se excusó Tom con una sonrisa. —Además... No deberías andar solo por aquí.

—¿y a ti que te importa? —Gruñó el chico tatuado frunciendo el seño y cruzando los brazos.

—¿Necesitas ayuda? o ¿no? —Preguntó por última vez el moreno.

—Es mi estúpido auto —Replicó Austin furioso.

—Déjame ver —Tom se acercó a echarle un vistazo y comenzó a mover varias partes de frente del capó.

—Ya intenté de todo y...

—Listo —Lo interrumpió el moreno limpiando sus manos sobre su camiseta.

—¿Qué? —No podía creer que ya estuviera arreglado. —¿A que te refieres?

—Listo, lo reparé. —Repitió el chico con una sonrisa.

—¡Pero si apenas lo tocaste! —Austin se negaba a creer que estuviera arreglado.

—Tengo manos mágicas... —Tom le guiñó un ojos de forma coqueta.

—Es imposible —Dijo el chico, mientras se preparaba para encenderlo.

—Enciendelo —Dijo Tom muy seguro de sí mismo.

—Eso haré —Renegó el chico desviando la mirada e intentando encender el auto. —¡Funcionó!

—Te dije, tengo manos mágicas —Repitió el chico con una sonrisa. —Bueno ya en serio... Mi papá era mecánico y me enseñó algunas cosas.

—¿Era? —Preguntó el ojiverde con curiosidad.

—Si, tuvo un infarto el año pasado —Susurró el moreno cabizbajo. —Siempre lo ayudaba después de la escuela.

—Ohh lo siento... —Se disculpó Austin por hacerlo recordar eso, sabía que era difícil hablar de ello.

—No hay problema —Dijo el chico despreocupado.

—Gracias... por arreglar el auto y todo eso —Susurró el ojiverde con dificultad. —Súbe, te llevaré a casa.

—Está bien. Caminaré —Respondió el chico moreno no queriendo causar molestias.

—Sube —Insistió el ojiverde con una sonrisa, era la primera vez que sonreía delante de Tom y al ver esa sonrisa no se pudo negar.

A la mañana siguiente Austin se encontraba en el patio de la escuela con sus amigos Stan y Marla.

—¿Cuando vas a invitarlo a salir? —Preguntó Stan con una sonrisa pícara.

—¿A quién? —Preguntó el ojiverde distraído, ya que a lo lejos estaba Tom con sus amigos.

—Al de primer año —Respondió el chico pálido como si fuera obvio.

—Lo ves como si fuera una salchicha andante —Añadió Marla levantando las cejas rápidamente. —¿Hace cuanto que no tienes sexo?

—Desde... Nunca —Respondió Austin apenado, le avergonzaba decir que era virgen, ya que estaba a punto de cumplir 18.

—¿¡Eres virgen!? —Preguntó Stan sorprendido.

—¡Cállate! —Susurró el ojiverde tratando de silenciarlo.

—A mi me parece muy lindo —Añadió Marla en un suspiro. —¿Piensas invitarlo a salir?

—¡Claro que no! —Exclamó Austin desviando la mirada. —Es un idiota acosador.

Mientras tanto Tom estaba caminando con sus amigos conversando.

—Mírenlo...actuando todo tranquilo y rebelde —Susurró uno de los chicos que estaba con Tom. —Es patético.

—¿De quién hablas? —Preguntó el moreno curioso.

—Cooper —Respondió el chico con odio. —Ahora veo por qué todos dicen que es un fenómeno. Está cubierto en tatuajes y el rumor de ser un piromano. Sólo se sale con la suya porqué su papá es el Sheriff.

Éste chico odiaba a Austin, ya que él había sido arrestado anteriormente por el sheriff.

—Deberías verte en un espejo antes de juzgar a los demás —Replicó el moreno furioso.

—¿Te gusta? o ¿qué? —Preguntó el chico con un tono burlón.

–No, solo digo que tienes que aprender a respetar a los demás. —Replicó Tom, mientras tomaba su mochila para irse de ahí. —Nunca sabes lo que pasa en la vida de otra persona.

Tom se alejó de ahí con dirección a donde se encontraba Austin, tenía pensado pasar a saludar.

—¿Que tal el auto? —Preguntó el chico moreno con una sonrisa.

—Funcionando... Supongo —Respondió Austin levantando los hombros, con fingida indiferencia.

—¿Quieres ir a algún lado después de clases? —Preguntó Tom mirándolo fijamente.

—Ah... Estaré muy ocupado Tom, estoy buscando a alguien y... No sé porqué te digo ésto —Añadió el ojiverde desviando la mirada. –Ni siquiera recuerdo tu nombre.

—Pero... Lo acabas de decir. —Susurró el moreno con una ceja arriba.

—No lo hice. —Austin negó con la cabeza nervioso.

—Si lo hiciste —Insistió Tom con una enorme sonrisa por todo su rostro.