Dulces

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Selena:

Zayn casi me había matado del susto; había enfocado a una persona cuando me había separado de Justin.

Volví hasta donde él; se veía sexy, como siempre. Sus brazos llenos de tatuajes, y aretes en ambas orejas, con una camisa negra, y unos jeans.

-¿que pasaba, selena?-

-nada, solo que..un amigo nos vio, pero nada, ya le dije que se fuera-

-está bien, porque tenemos que ir ya a la casa de fredo, la fiesta ya va a comenzar comenzar-

le sujeté la mano, y los dos caminamos hasta la salida de atrás. Gracias a todos los dioses existentes, Zayn ya no estaba ahi. Malik era un chico bastante atractivo, y si había algo que Justin odiaba, era sentir algún tipo de competencia; si el no me ponía problema con Zayn, era justamente porque jamas lo había visto: Justin creía que Malik era un nerd del club de ajedrez, con gafas y tres cabezas más bajo que yo...

Según mi novio, en mi colegio yo era solo una idiota, que sacaba las mejores notas. Justin odiaba que me comportara así, porque él pensaba que era estúpido que actuara como alguien que no era, el problema era que... parte de mí sí era así; obviamente me gustaba divertirme, pero estudiar no me suponía ningún martirio.

Los dos caminamos de la mano hasta el auto de Justin, íbamos a la casa de su mejor amigo, Alfredo, el cual hoy estaba ofreciendo una fiesta, por haber aprobado el examen de ingles. Era decepcionante la mediocridad que manejaban estos tipos.

Tenía puesto el mismo saco blanco que había usado en el instituto, ya que Justin no me había dado tiempo para cambiarme. Seguía con los mismos shorts, solo que ahora un poco más altos, y estaba usando unas botas negras de cuero, que nunca utilizaba, si no estaba con justin.

Entramos al auto, y él comenzó a poner escandalosa música, la cual no conocía, pero él sí; se sabía cada letra de esa canción, ya que la cantaba alto y claro. Yo solo reía: Justin era un chico bastante singular.

Llegamos a casa de Alfredo. En la parte delantera de ésta, habían varios vasos rojos regados por el pasto y varios chicos y chicas, al igual que los vasos, regados por el pasto. Justin se bajó del auto y yo me bajé después de él. Entramos a la casa tomados de las manos. La puerta estaba abierta, y dentro había un total estruendo. Las luces estaban apagadas, pero no estábamos en la oscuridad total, gracias a unas pequeñas luces de discoteca que a Alfredo le habían dado de cumpleaños. Cerca de la entrada se encontraba una mesa llena de tragos y dulces. ¿tragos y dulces? Rara combinación. Justin nos acercó a la mesa.

-¿para que los dulces?-

pregunté yo, mientras Justin se metía una gomita a la boca.

-abre la boca, Selena-

Él agarró otra goma, y yo abrí mi boca; los dedos de Justin introdujeron lentamente el dulce por entre mis labios. Apenas éste tocó mi lengua, pude ver el porque de los dulces: estaban impregnados con vodka. Era un sabor fuerte, pero bastante bueno, la goma disimulaba un poco el trago, pero solo un poco. Hice un ruido de complacencia, algo parecido a un "mmm", Justin me acercó a él, y puso sus labios sobre mi oreja.

-espero escuchar ese sonido mas tarde en la noche-

Mordió un poco el lóbulo. Me reí suavemente, y agarré otra goma.

-¿todos los dulces tienen trago?-

Pregunté, observando la gran variedad frente a mí.

-todos, menos los chicles, esos son para luego cuando te vayas a casa-

asentí con la cabeza.

Una canción lenta comenzó a sonar, y Justin me arrastró, literalmente, a la pista de baile. Puso su mano en mi trasero, y me acercó a él. Sus labios susurraban la canción en mi oído, mientras nuestros cuerpos se movían juntos.

Justin había sido mi primer novio, y la verdad, ese era un pensamiento el cual no me molestaba en cambiar: era dulce, y divertido, era genial.

La noche se nos pasó entre tragos y de canción en canción. Había probado también skeetles con vodka: eran deliciosos, mucho mejor que las gomitas.

En un momento de la madrugada, cerca de las dos, ya no me podía parar, porque el alcohol nublaba absolutamente todos mis sentidos, así que le toqué el hombro a Justin.

-Justin, tengo que ir a casa, ya es muy tarde-

Él asintió un poco; comprendía que yo tenia que irme más temprano que los demás. Se despidió de Alfredo, diciendo que la había pasado excelente, y luego nos montamos al auto. Odiaba que manejara embriagado, pero nadie le podía decir que no a Justin.

Manejó hasta mi casa, sin matar a nadie, y luego, se despidió besandome fuertemente. Suspiré, y trepé por el arbol. Había sido una buena noche.

Good Girl (Zayn Malik y Selena Gomez)Where stories live. Discover now