好孩子 + TAEKOOK

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— Por favor, quiero que le den la bienvenida a su nuevo compañero, su nombre es TaeHyung y nos acompañará a partir de ahora. — Una oleada de aplausos se escucharon en el salón de clases luego de que la maestra diera aquella presentación del chico nuevo. Chico nuevo que para opinión popular, no lucía como lo más amigable del mundo. Tenía ojeras pronunciadas y en todo momento mantenía una extraña sonrisa que adornaba su rostro, además de que su postura era algo rígida y realmente inducía un tipo de incomodidad extraña.

"Encantado de conocerlos."

Dijo e hizo una reverencia ante la clase.

— Bien Tae, puedes ir a sentarte. Al lado de JungKook hay un pupitre vacío. — La maestra señaló el pupitre que estaba justo al lado del morocho, y Tae agrandó aún más su sonrisa mientras clavaba su mirada en el bonito chico que se le había sido rápidamente presentado.
JungKook, por su parte, miraba por la ventana de su salón, completamente distraído, perdiéndose en las nubes del grisáceo cielo que hoy adornaba su ciudad.
De inmediato escuchó como alguien se acomodaba a su lado, sonido que lo distrajo e hizo que dirigiera su mirada a su derecha, encontrándose con un chico que no conocía.
No lo miró mucho, pues, le daba algo de grima en cierta parte, era un muchacho extraño.
Era de esas personas que con tan solo verlas una vez, ya te podías imaginar toda su vida entera.

— De acuerdo, libro de matemáticas encima de la mesa, página sesenta y dos, resuelvan los ejercicios dos, tres y seis. Media hora. — Comunicó finalmente la tutora del salón mientras que iba a sentarse a su escritorio.
JungKook sin dudar sacó sus cosas y comenzó a realizar lo que la mujer había pedido.
Miró a su derecha para encontrarse nuevamente con aquel extraño muchacho, estaba tieso, como una estatua, mirando hacia el frente con una sonrisa, y con su dedo índice, trazaba pequeños espirales en la mesa.

JungKook tragó en seco y se devolvió a los ejercicios. Pero más temprano que tarde oyó una voz un tanto gruesa.

"Bonito, bonito, eres un jovencito bonito."

JungKook de inmediato giró su cabeza a la derecha, para buscar el origen de aquella frase, por alguna razón en particular, creyó que había sido aquel chico quien había dicho eso.
Y este seguía tieso, mirando al frente, con una sonrisa aún más grande en el rostro.
JungKook sacudió su cabeza hacia los lados, tratando de despejarse, pensó qué tal vez había sido su imaginación.
Y mientras se devolvía para escribir en su libreta, volvió a oír lo mismo, la misma voz gruesa y melódica.

"Bonito, bonito, eres un jovencito bonito."

Se dio vuelta una vez más, y el muchacho seguía viendo hacia el frente.

— ¿Disculpa? ¿Has dicho algo? —  Se atrevió a preguntar. El contrario volteó su cabeza temblorosa y sin cambiar aquella sonrisa volvió a repetir.

"Bonito, bonito, eres un jovencito bonito."

JungKook frunció el ceño, algo extrañado, pero, sin embargo musitó un "Gracias"
Y así fue durante toda la mañana, ese extraño chico nuevo no dejaba de repetirle esa misma frase, JungKook lo ignoraba, creyendo que buscaba molestarlo o algo por el estilo, y como ya estaba acostumbrado a esos tratos, sabía que lo mejor sería ignorarlo.
La campana sonó, haciendo que todos los chicos se levantaran con sus almuerzos en mano y salieran desesperados a buscar un buen lugar para comer.
El salón estaba vacío, a excepción de JungKook, quien buscaba su almuerzo en su mochila y de paso arreglaba los materiales para la próxima clase.
El muchacho nuevo tampoco había salido. Estaba en la misma posición de siempre, mirando fijamente a JungKook mientras sacaba su almuerzo y caminaba hacia la puerta de entrada.

"Bonito, bonito, jovencito bonito, déjame almorzar contigo."

JungKook quedó petrificado ante aquella frase que su contrario había dicho.
Después de todo nunca lo había oído decir otra cosa desde que lo vió por primera vez.
JungKook se volteó lentamente, y ahora el chico estaba mirándolo a él, con una sonrisa de oreja a oreja, sin mostrar sus dientes.

colección de horrores - bangtan sonyeondanWhere stories live. Discover now