Prophesy

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DESPUÉS DE HABLAR CON SU HIJA, MUIRGEN QUEDO CONSTERNADA, NO QUERÍA QUE ESE AMOR FUESE VERDAD, PUES SI BARTRAM NO LE CORRESPONDÍA COMO DEBÍA, ELLA IBA A PADECER TANTO, Y PREFERÍA MORIR ELLA A VER A SU HIJA SUFRIR DE TAL MANERA COMO SE SUFRÍA EN EL AMOR. Buscó a Bartram entre las tropas, pero todos decían que había salido con el patrullaje de la media tarde, así que no volvería hasta que la noche estuviese en su apogeo. 

—¿Sucede algo? — ahora cenaban solos, pues Caleb estaba alistando a la patrulla de la noche con Tauriel, Ithil decía que debía estudiar algunos papiros y ordenó que le llevasen la cena a su recamara, así que eran sólo los soberanos de Mirkwood. 

Meleth nín necesito decirte esto— el rey dejó sus cubiertos para prestarle atención a Muirgen, su amada reina, que se veía tan afligida como hace más de cinco lunas cuando su hija perecía ante sus heridas. 

— Habla Meleth e-guilen [amor de mi vida]— la reina suspiró para después beber un poco de su zumo de frutas, pues había dejado el vino desde hace mucho. 

— Alguna vez has pensado que nuestros hijos en cualquier momento encontraran el amor— Thranduil sonrió por lo bajo, tomándole la mano a su amada reina, siempre supo que para una madre era difícil aceptar que sus hijos crecen y deben partir algún día. 

— Todo el tiempo desde que los veo crecer cada día, Caleb ya es maduro, es por eso que le delego cosas más importantes cada día— suspiró. —Y aunque Ithil, siempre será mi pequeña princesa, no puedo negar que su belleza no pasa desapercibida por muchos, y que algún día ella escogerá a alguno de ellos— cuando dijo eso, Muirgen trago un poco, y agachó la mirada, no sabía cómo decirle a Thranduil que sus sospechas eran ciertas, que Ithil estaba enamorada de alguien y ese alguien era nada más y nada menos que Bartram, quien había sido su enemigo hace ya muchos años. 

— Thranduil, es eso de lo que quiero hablarte; nuestra hija está enamorada— el rey soltó su mano con delicadeza para pedir que le sirvieran vino, una de las elfas se acercó e hizo que dejase la jarra de vino muy cerca. 

«Ego!» exclamó y los elfos de servicio se retiraron uno a uno hasta dejar el comedor real casi vacío. —Puedo saber el nombre de quien clama amar— Muirgen suspiró pesadamente, y que no era un amor temprano, era uno verdadero que iba a quedarse ahí para toda la eternidad. 

—Bartram— pero no fue su voz quien pronunció aquel nombre, sino la misma princesa, quien venía con su hermano, el príncipe le tomó el brazo para que no dijese más. 

—¿Qué dices? No puede ser verdad, pensé que sólo estimabas mucho a esa criatura, pero amarlo— negó con la cabeza. —Tu madre me preguntó si permitiría algo entre ustedes, pensando que sólo desvariabas en tu letargo— Caleb se adelantó a su hermana susurrándole algo al oído, pero ella negó con la cabeza, le príncipe no la dejó sola aun cuando su madre le indicaba que se sentara.

— Él no me ama si es lo que te preocupa, así que por favor dejen el tema de una buena vez— esquivo a su hermano para volver a su recamara, por el otro camino llegaban Tauriel y Bartram riendo sobre algunas anécdotas de batalla. 

— Caras largas en la cena, no me sorprende de nuestro Rey— dijo Bartram en tono de broma, pero Thranduil le acribilló con la mirada, Muirgen no le defendió como siempre, simplemente miraba al rey con algo de pena. 

— No eres precisamente la cara que quiero ver en la cena, Orco— se levantó de la mesa para irse con la copa en mano, Tauriel abrió un poco la boca al escuchar la forma tan despectiva en que le hablaba a Bartram, hacía mucho que no usaba ese término. 

Forbidden Love [Thranduil]  || WATTYS LONGLIST 2018|| PROCESO DE CORRECIÓNWhere stories live. Discover now