16. Mi esposa me cela después de muerta

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Mika siempre fue muy celosa pero en realidad esto sobrepasa toda lógica, Mika ya murió hace 6 meses pero me sigue celando vean les cuento como comenzó todo...

Mika y yo eramos muy felices yo siempre fui muy asediado por las chicas ya que soy muy alegre, bailarín y algo coqueto pero cuando conocí a Mika me enamore de ella completamente; siempre era protectora, dulce, alegre y me atendía en todo... su único defecto: era muy celosa.

Siempre estaba revisando mi celular viendo con quien hablaba o no, aveces hasta insultaba a mis amigas porque para ella todas querían estar conmigo... soy irresistible no lo puedo negar siempre fui muy atrayente pero tambien tenia amigas a las que apreciaba solo como amigas, mas nunca las vi con otros ojos. Me llamaba constantemente y si no le contestaba se molestaba, aveces estaba trabajando y ella no entendía, siempre con sus videollamadas y todo eso la verdad al comienzo me daba risa pero luego sus celos ya me volvían loco, siempre me decía que cambiaria pero no lo hacia, cada vez era peor.

Yo la aguantaba porque la amaba y tambien me gustaba la atención extra que ella me daba ya que no solo era celosa sino que me cuidaba, mimaba, atendía y la verdad a ella nunca le fui infiel.

Ella y yo queríamos tener un hijo pero no salia embarazada asi que decidió ir al doctor a hacerse unos estudios, un día llegando del trabajo la encontré llorando y miraba un papel, pensé lo peor me dije a mi mismo: Quizá le dijeron que no podemos tener hijos.

Pero era peor que eso ella había desarrollado un cáncer que ya había hecho metástasis por casi todo el cuerpo y solo le quedaba como mucho un mes de vida. Quedé devastado, aniquilado, extremadamente triste y al pasar los días el sufrimiento fue peor de ver a mi hermosa esposa sufriendo lentamente y esperando el día de su muerte... recuerdo sus palabras:

-Me vas a amar siempre ¿no, Carlos?

-Claro que sí -le respondí.

-Ya no te casarás con nadie, no conocerás a nadie, amor -seguido de sus palabras ella reía. Ambos lo hacíamos.

-Solo te amare a ti hasta el día de mi muerte, no tendré ojos para nadie más.

-Está bien, porque si no vendré del mas allá y te jalare los pies -decía ella siempre riendose y con mucho humor, ambos nos reíamos.

Llego el fatídico día y ella falleció. Pasaron los días y aún me sentía destrozado por su muerte asi es que aunque mis amigos querían invitarme a salir a tomar unos tragos y a una disco para animarme yo no quería salir.

Pasaron las semanas y mi amigo Juan era el que mas me insistía, Juan era mujeriego y quería presentarme mujeres para que me olvide de Mika. Ante tanta insistencia de Juan un día accedí:

-Si iré a esa discoteca, total, ya han pasado 3 meses y tengo que distraerme porque la depresión me está matando.

Quedamos a las diez de la noche, Juan nunca llego, lo llame pero no contestó y luego me contesto un señor, era un paramédico.

-Hola, señor, buenas noches el señor Juan ha sufrido un accidente y está en el hospital, no es nada muy grave pero ha sido hospitalizado.

Preocupado, salí de mi casa directamente al hospital, cuando llegue mi amigo había pedido que si yo venia no me dejarán pasar. A pesar de eso insistí en verlo de tal manera que me dejaron entrar.

-Juan, amigo, ¿por qué no quieres verme? -Cuestione extrañado.

-He visto a tu esposa cuando manejaba para ir a recogerte, se me apareció su rostro en el parabrisas y perdí el control, perdóname hermano, no te presentare a ninguna mujer. -Lo único que hice fue reír.

-¡Hablas tonterías! Que tonto eres -continúe riendo.

Me fui a casa, aunque me quede pensando en lo que me dijo, parecía estúpido ¿cómo podia ser capaz de o inventar tremenda mentira? Y, así, pasaron las semanas hasta que llego el día de mi cumpleaños. Era inevitable que mis amigos vinieran a mi departamento y uno de ellos, Mario, trajo a muchas chicas guapas y de buenas curvas que amenizaron la fiesta que ellos me hicieron para mi.

Ya han pasado cinco meses de la muerte de Mika, fue la primera vez que me atrajo alguien, era una joven pelirroja de senos grandes, cintura pequeña y unas caderas que me volvieron loco cuando la vi, además sus ojos eran grandes y bonitos, me quede prendado y en un primer momento solo quise acostarme con ella, era una mujer que enloquecería a cualquier hombre, hablamos y después subimos al cuarto, cuando comencé a abrazarla no sé si alucinaba pero veía la cara de Mika, me asuste porque se veía muy real. Luego la chica pronuncio:

-¿Así que querías que me muriera para que andes de mujeriego? -la voz de mi esposa salia de los labios de aquella chica, la empuje y salí corriendo, no sabía que estaba pasando ¿me estay volviendo loco? No lo sabía, solo sabía que de una u otra manera mi mujer estaba presente.

Salí corriendo de mi departamento y cogí el coche, dirigiendome directamente al cementerio, fui a su tumba y comencé a hablarle.

-¿Por qué me haces eso? ¿Fuiste tú quién se le presento a mi amigo en aquel accidente que tuvo? Te amo y te extraño, pero por favor detente con esto -susurré sin obtener alguna respuesta de su parte.

Fui a casa y me recoste, estaba por dormir cuando sonó nuestra melodía de noche de bodas, aunque algo aterrado porque la radio se prendió sola comencé a llorar de nostalgia. En realidad extrañaba mucho a esa mujer, no me importaba que estuviera muerta quería tenerla cerca, comencé a hablarle y sentía que alguien me abrazaba, sentí su olor tan rico, luego alce la mirada y era mi esposa no dije nada, ni siquiera me asuste, ella solo me abrazaba tiernamente como lo hacia cuando estaba viva asi como consolandome y me susurro al oído:

-Siempre juntos ¿lo recuerdas? Dijiste que nunca estarías con nadie mas que yo, lo prometiste; estaré contigo hasta el día que mueras, te acompañaré a donde vayas y no te dejare solo. Tu única mujer seré yo.

Sonaban macabras sus palabras pero no me importaba, desde ese día hasta hoy mi esposa lástima a mis amigos que intentan presentarme mujeres, por esa razón ya nadie se me acerca y si conozco a alguien en toda las mujeres veo su cara, mi mujer sigue siendo celosa incluso después de muerta.

Ya han pasado años y estoy aqui en una cama de hospital ya anciano, casi sin vida, mi esposa no deja que las enfermeras se me acerquen, todas las que han venido a atenderme han salido espantadas porque ella las asusta. Y aún sigue ahí mi esposa Mika mirandome al lado de mi cama,
Ella me susurra con una sonrisa macabra:

-Te lo dije, mi amor; juntos hasta que mueras y ya pronto nos encontraremos y estaremos juntos toda la eternidad.

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