33. Mi vecino el burro Nahual

233 12 0
                                    

Cuando era joven y vivían en milpa alta, allá por el oriente de la ciudad de México, cometí un fatal error en mi vida y este era el ignorar lo que los mayores me decían acerca de situaciones paranormales y por mi juventud e inexperiencia casi no vivo para contarlo.

Ya colocamos la protección de las puertas con tijeras; formando una cruz, romero, agujas en las camas y muchos crucifijos. Cada noche esa bestia regresa y quiere tumbar nuestra puerta, sé que se debe rezarse un credo al revés pero nada funciona. Se rumora que algunos humanos se convertían en brujo, nahuales o seres malignos durante la noche normalmente con forma de perro, burro o lobo y acostumbraban a entrar a las casas como a la nuestra para atacar a sus habitantes, su principal gusto era especial por los niños, con el fin de robarles el alma y optener más fuerza.

Cómo siempre estábamos jugando fútbol a altas horas de la noche, pero era sabido que justo en ese terreno baldío que utilizábamos de campo de fútbol, era el camino del nahual, a nosotros eso nos causaba risa y nos burlabamos de los vecinos que según ellos todos los días a eso de las tres de la madrugada pasaba el asno nahual y todos le tenían respeto. A nosotros nos importo un carajo y lo hicimos como quisimos y creo no fue una buena idea, esa noche de día viernes el partido de soccer estaba tan bueno que se extendió a altas horas de la madrugada y cuando se nos fue el balón a un lado del campo yo corrí por el, de regreso note que había un asno o burro muy raro y bajito como esperando a que nos quitaramos para poder pasar, lo gracioso de esto es que el asno no tenía cola, como pude agarre al asno y lo trate de montar, este se negó y me tiro, yo muy molesto le pegue con el pie y en ese momento se doblo, motivo que aprovechamos para amarrarlo y montarlo, él con el exceso de peso de nosotros, se doblaba y se le dificultaba caminar, los otros compañeros cuidaban que el dueño no reclamará su burro. Llego un momento que nos harto y con el lazo le pegamos en ese justo momento notamos que los vecinos se asomaban por sus ventanas y unos rezaban a Cristo sacramentado, otros al espíritu Santo y hubo de plano quien con temor abrio la ventana para decirnos:

—Por el amor de Dios, ¿qué acaso son brutos?, no saben ni lo que están haciendo, dejen en paz a ese ser y corran si es que se los permite.

En ese justo momento el asno se volteo a nosotros y nos derribo de el; a mi me pego una patada que me fracturó una costilla y a uno de mis amigos lo mordió, cuando levantamos piedras para castigarlo, éste con una grotesca voz y parado en dos patas exclamó:

—Miserables, ya déjenme en paz, si yo no me meto con nadie del pueblo, por qué demonios me molestan; yo solo quería cruzar el campo para llegar a mi casa pero ahora por su impertinencia de mi se acordarán, los maldigo y cada golpe y dolor que me provocaron lo pagaran por mil veces, espero esto les sirva de escarmiento que así como habemos nahuales, buenos, hay otros que son traviesos, rateros y los más peligrosos somos los de la orden de satanás y le rendimos culto.

Al escuchar esto los vecinos cerraron sus ventanas y se escondieron abajo de sus camas, ni los perros se atrevían a molestar a este nahual, nosotros estábamos paralizados y corríamos con unos pies que nos pesaban una tonelada, pero en especial yo no logré salir de allí y este nahual me maldijo y me juro que de el me acordaría toda la vida. Así fue, tarde años en olvidarlo pues lo que sucedió al amanecer y a la semana de este encuentro con el ser híbrido hizo que saliéramos del pueblo y nos fuéramos a vivir muy lejos donde al día de hoy me arrepiento de lo que provoque con mi estúpida reacción, cosas que le describiré tal y como pasaron.

Como pude llegué a mi casa y no podía dormir, faltaba poco para que amaneciera, de pronto no me podía levantar, no podía moverme y me sangraban los labios, oídos y nariz, me llevaron al médico y éste de diagnóstico dijo que era una infección y así dure días hasta que mis síntomas se agravaron, mis padres no sabían de lo que hicimos, pero rápido se corrió el rumor y esto llegó a oídos de mis padres quienes se negaban a creer tan impresionante historia y me cambiaron de hospital, pero nada, yo no mejoraba, perdía mucho peso y nada me hacía sentir bien, casi me moría. Una vecina le fue con el chisme a mi madre y ésta le contó a mi padre la increíble historia, mi padre pregunto entre vecinos y le dijeron:

—Si no vas a pedirle perdón al nahual y le llevas un regalo éste no quitará la maldición que echo sobre tu hijo, así que cree en esto o tú hijo muere.

Mi padre sin saber que hacer fue una tarde a casa del vecino que creo se llamaba Benito, tocó la puerta y nadie habría, después de unos minutos salió un señor bajito de aspecto indígena de aproximadamente unos 60 años y le pregunto amablemente así:

—¿Qué nesesita señor?, ¿por qué toca a mi puerta?

—Por favor vengo a pedirle una disculpa porque mi hijo sin querer maltrato a su burro y el está arrepentido y súplica lo perdone para él estar en paz.

—Creo que eso no tiene perdón amigo, él se tiene que atener a las consecuencias y pagar por su error, yo no lo perdono, vaya con su Dios y pida por su alma que no creo que falte mucho para que pague su estupida actitud.

Muy molesto el señor Benito cerró la puerta y corrió al papá de Jair de su casa. El señor ni sabía que hacer, si creer tal historia o de plano cambiar de hospital al muchacho. El papá caminaba muy triste cuando se le acerco una mujer y le dijo.

—O luchas con ese nahual o de plano tu hijo se muere.

—¿Pero qué hago?, ¿cómo lo enfrentó y ayudo a mi hijo? Estoy confundido, no sé qué hacer, qué creer o de plano me estoy volviendo loco.

—Mire señor recoja 7 piedras del tamaño de su mano, llevelas a misa y bendigalas con agua bendita, después en su casa mojelas con alcohol, sal y ajo; después tienes que atacar al nahual, allí por su camino y someterlo hasta que esté te pida piedad, se que suena absurdo pero o lo haces o tú hijo que tiene los días contados muere.

Así lo hice tal y como esta señora me lo comentó a la tercera noche me escondí tras unos árboles y espere a que el famoso burro pasará, faltaban 2 minutos para las 03:00 de la madrugada, estaba por vencerme el sueño, escuché las pezuñas de un animal que se acercaba, este era un burro muy bajito y sin cola, me le crucé en su camino y no lo deje pasar, en el momento que le cerré el paso exclamo:

—Por lo visto ustedes no aprenden, de ti no tendré piedad.

Se paró en dos patas y su rostro emanaba una muñeca de horror, era desfigurado y grotesco, parecía un demonio que lo posesionaba, cuando habría su hocico este parecía el de una bestia, todo era impresionante en el. Al momento que se me fue encima para atacarme saque una roca de mi morral y le pegue en una pata con dos piedras, este se cayó de espaldas y aproveché para pegarle con la tercera, cuarta, quinta y sexta roca: hasta que lo tenía a mi voluntad, saque la última piedra bendita que era la séptima y si le pegaba en la cabeza lo mataría, este ser lo sabía y suplico piedad, me ofreció, riquezas, poder, oro o lo que yo quisiera, solo le pedí en ese momento quitará la maldición que le puso a mi hijo y accedió, el se comprometió en hacerlo al amanecer, yo le dije que no se metiera mas con mi familia y nosotros jamás nos cruzariamos en su camino, lo deje ir y con miedo también me marche.

Llegué a casa y espere al canto de los gallos, mi hijo se levantó al baño y gracias a Dios estaba curado, ya no tenía nada de lo que casi lo mataba, don Benito después de esa noche quedó mal de un pie y al día de hoy camina cojeando y si por error nos cruzamos en el camino éste nos mira con un odio a muerte pero sé que cumplirá su palabra.

Existen otros naguales  más poderosos que se transforman a placer en tigres, osos, guajolotes y hasta serpientes, esto para robarse las gallinas, reses, puercos y el maíz, pero si los atrae alguna mujer hermosa no dudarán en llevársela, dicen que estás bestias en su mayoría tienen que hacer un trato con el diablo y no les importa amanecer con marcas de manos negras con garras sobre su cuerpo, como si se tratara de profundas quemaduras y después adquieren la magia y sabiduria de transformarse en animales que toda su vida vagaran robando y asustando, persiguiendo a todo aquel ser humano que se encuentre solo caminando a altas horas de la madrugada.

Un nahual diabolico es una bestia letal, un auténtico peligro para la comunidad, pues darle muerte no te sera nada fácil, esa vez mi padre tuvo que bendecir un machete, una soga y hasta las piedras con que lo atacó, solo de esa forma me quitó su maldición de allí. Entre los métodos más efectivos está hacer una mezcla con ajos, sal, tabaco negro y dos litros de agua, alcóhol o aguardiente; que se usa ya sea para “curar” o “bendecir” las armas, lazos, machetes o piedras como en mi caso y dispararle o pegarle para mayor efectividad aplicarlo directamente sobre el animal, lo cual supone mayor peligro con esto lo bloquearas por minutos y tienes la opción de matarlo y correr.

Nosotros vendimos la casa y huimos del pueblo por temor, ya pasaron 12 años y créanme me da miedo saber que en cualquier momento se vuelva a cruzar en mi camino este demonio.

Relatos de TerrorWhere stories live. Discover now