XXVI

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XXVI. La Daga y La Rosa.











—¿Tiro con arco? —Shawn asiente entusiasmado, como un niño exponiendo su juguete favorito.

De todas las actividades en el mundo, esa fue la última que me pasó por la mente.

Shawn entrelaza nuestras manos en cuanto bajamos del auto, me siento un tanto incómoda al recorrer la entrada de aquel club lujoso, paranoica busco por fotógrafos o prensa con la intención de fotografiar a Shawn, pero afortunadamente no localizo nada. Los policías resguardando el lugar hacen reverencia en cuanto el rey pasa junto a ellos pero Shawn ni atención les pone pues está demasiado sumido diciéndome las diversas actividades con las que este club contaba, las cuales iban desde el polo hasta el golf, y ante la mención de ese último deporte pienso inmediatamente en Niall.

—... pero de todo, lo que más llamó mi atención es el tiro con arco. —Comenta cuando atravesamos las puertas principales que daban a la recepción.

Y si antes me creí incómoda ahora realmente lo estaba, toda la atención de los presentes no sólo se había enfocado en Shawn, si no también en mi, la chica que sostenía la mano del rey.

Miro de reojo a Shawn apretando su mano, él parece tan ajeno a todo, pero luego de unos segundos parece entender y suelta mi mano... Solo para pasar su brazo alrededor de mi cintura.

—Relájate cor meum, todo está bien. —Me susurra antes de detenernos frente a una de las recepcionistas.

—Su alteza. —Dice la hermosa chica de ojos miel detrás del mostrador justo después de hacer una reverencia, y la manera en la que mira a Shawn no me gusta en lo absoluto, lo mira como si fuera un trozo de carne al que quisiera comerse, o del cual ya ha probado. —Que gusto ver que vuelve a frecuentar el club, ya se le echaba de menos, su majestad. —Lo último lo dice en un tono diferente, batiendo sus largas y abundantes pestañas.

—Necesito un pase para mi acompañante, la membresía lo cubre, ¿no es así? —Cuestiona en un tono de voz bastante serio.

—Así es su alteza, ¿a nombre de quien? —Pregunta procediendo a teclear algo en la computadora a su lado.

—Thea Hallett. —Responde y la chica posa por primera vez su mirada en mi, mirándome como si fuera inferior a ella, y eso me molesta.

—Pueden pasar a los vestidores, en un momento alguien del personal se les acercará a pedir sus tallas.Dice con su impecable sonrisa, extendiendo dos broches con el logotipo del lugar el cual era una corona con dos espadas. —Espero que hoy disfrute su estancia en el club, tal y como me consta que lo disfrutaba en sus anteriores visitas, su majestad. —Quise enterrarle los broches en los ojos.

Siento como Shawn aprieta mi costado, a él también quiero enterrarle los broches, sólo que no precisamente en sus ojos.

Nos alejamos del recibidor, ni siquiera pongo atención por donde vamos, mantengo mi vista clavada en el suelo siendo guiada por Shawn, imágenes de él con esa mujer se repiten en mi cabeza torturándome, y si bien no quería montar una escena, no podía evitar sentir que el estómago se me revolvía.

Él área marcada como vestidores se encuentra frente a nosotros, sin decirle nada a Shawn me adentro al que es designado para mujeres. Una de las empleadas se acerca a mi preguntándome mis tallas de ropa y zapatos, después de responderle ella se marcha diciendo que volverá en un momento, me quedo ahí balanceándome sobre mis pies, viendo a un par de mujeres salir con unos pantalones color crema y una blusa polo blanca con el logotipo del lugar.

H E I R   |S.M.|   #2Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin