I'M A ZOMBIE [Zombie Tord Y Tú]

VI

Los rayos del sol alumbraban la habitación, dando a entender un nuevo día.

Me desperté al ver que uno de los rayos solares habia llegado a mi rostro, impidiendome dormir. Estoy preocupada por mi hermano, estoy preocupada por Edd; me pregunto si estarán bién y espero que lo estén.

Cuando me volteé para poder agarrar el cuchilló que habia dejado en una de las mesitas de noche, me topé con el rostro de Tord quien me miraba fijamente con su cuenca e ojo por lo que grité no tan fuerte y luego caer de la cama directo al frío suelo.

Ahora que lo recuerdo, por la noche sentia que me abrazaban me sonrojé al pensarlo.

—¡TORD! ¡¿QUÉ DEMONIOS HACES AQUÍ?!—reproché enojada, quien no va a estar asustada y enojada de despertar y toparte con la mirada de alguien que te ha estado observando como duermes. Observé como se sentó y entrelazó sus dedos bajando la mirada ante el reproché.

—yo...no queria...asustarte—dijo con un tono un poco bajo, lo miré confusa y tan solo me levante para quedarle mirando.

—...Tengo que irme.—añadí sin más.

Queria irme, no podia quedarme con un zombie escondida en una casa.

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Acasó escuché lo que creo que dijo ¿Quiere irse?, no, no puedo dejarla ir. No cuando apenas socializamos. Vamos Tord, utiliza algo, piensa ¡piensa!.

—...No...puedes...irte—intenté decir, ella me miró confuso y vi como quizó hablar pero yo me adelante—, afuera...peligro.

Vaya, creó que merezco un premio por la peor excusa que he dado.

—Claro...peligro—escuché que dijo en un tono sárcastico y desánimado—. Tord, entiende que tengo que irme, no puedo quedarme aqui.

No podia, no queria dejarla ir.

—pero...—ella me interrumpió, mientras se sentaba en el filo de la cama.

—...Está bien—afirmó, dando un gran suspiró para después volver a mirarme-, me quedaré solo por unos dias.

Me alegre por eso, por lo menos se quedaria conmigo unos días. Aunque su mirada no mostraba tanta felicidad como la mia.

—Tengo hambré iré a por comida en la cocina—dijo levantandosé, para dirigirse a la cocina.

La seguí y me escondí detrás de una de las paredes para observarla. Miré como de una de las estanterías sacaba una caja de cereales y a su lado se encontraba una cuchara y un yogurt.

Sus preciosos rizos en su cabello (si quieren pongale lacio), su mirada, sus ojos. Son realmente preciosos, con la luz del sol los completan.

—Tord, podriás dejar de espiarme y venir acá—dijo con un bello tono de burla en us voz—. ¿Te parece si vamos a pasear por allí?—con un tono suplicante me miró a los ojos.

No me parecía nada mal esa idea, pero el peligro de encontrame con los demás era demasiado riesgoso. Pero con tal de complacer lo que ella quiera y verla sonreir es suficiente para mi.

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Observé como asintió, me alegré por eso, ya que si voy a quedarme aqui unos días seria bueno conocer el lugar. Cuando acabé de desayunar, lo agarré de la mano y salimos de la casa, comenzando a correr hacia cualquier dirección.

(...)

Tord me llevó a un parqueadero, observé todo tipo de carros entre los más antiguos como los más actuales. Caminé hacia uno que me llamó la atención, era un lamborghini rojo y se encontraba en perfecto estado, siempre quize subirme a uno.

—Es hermoso—dije mientras miraba por una de las ventanas de cristal lo que se encontraba dentro, estaba tan alegre que mi estómago se hizo un revolución-creó que voy vomitar.

Tord solo me miró mientras yo solo le sonreía, tengo que admitir que es muy lindo de todas formas.

—Oye Tord—llamé su atención mientras rompía una de las ventanas del auto y abria la puerta y le hacia una seña para que entrasé en esta—, ¿Quisieras dar un paseo en ruedas?—invité cordialmente a lo que él solo asintió.

Me adentré al auto y saqué unos cables dentro de la una de las cajas del auto y lo prendí—Tipo a las peliculas—, comenzando un viaje.

(...)

El viento rozaba mis cabellos y mi rostro, era tan relajante. La velocidad era normal, aunque tenia a un Tord asustado y extrañado a lado, lo cuál me dió una idea.

—¿Quiéres conducirlo?—pregunté mirandoló mientras frenaba de un golpe, fue suerte que no salimos volando, literalmente.

Observé como asintió con su mirada, nos cambiamos de puesto y comenzó nuestro loco viaje.

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El viaje no estuvo tan mal aunque intentar no estrellarse contra las paredes no fue fácil, pero ambos nos divertimos. El sol estaba por esconderse, debia volver con T/N a la casa para cubrirnos, no podiamos quedarnos mucho tiempo afuera y menos con lo de que ella este viva.

—T/N—llamé su antención, recibiendo su mirada que cruzó con la mia—...volver...a casa.

Ella me miró confusa, me levanté del suelo indicandolé mi mano en seña de ayudarla a levantarse, creí que no aceptaria como aquella vez; pero todo fue lo contrario.

—¿Qué?—me preguntó mientras me miraba extrañada-. Pensé que podiamos quedarnos observando las estrellas.

—No es bueno...estar...afuera...de noche—respondí agarrando su mano y comenzando a caminar. Ella reprochó por quedarse pero al final aceptó y me siguió el paso.

Cuando llegamos, ella se sentó en los muebles mientras yo cerraba la puerta y me acercaba a esta. Estaba cabizbaja, a si que me dí una idea.

Me dirigí a uno de los cajónes de una de las mesas que se encontraba frente a la cama en donde T/N durmió, la abrí y de ahí saqué un disco de música y lo pusé en el toca discos para que una bella melodía saldriera de esta.

Observé como levantó su mirada, al parecer le gusta esa canción tanto como a mí.

—...¿Te gusta esa canción?—me preguntó, mirandome con sus bellos ojos cafés, tengo que admitirlo es hermosa.

Di un asentimientó, mientrás acercaba mi mano para invitarla a bailar. Podria ser un zombie, pero eso no evitaria observar aquellos discos viejos que los humanos llamaban "peliculas" y más las que sean románticas. Creí que no aceptaria pero fue todo lo contrario. Ella se acercó a mi y me miró a los ojos, me agarro de los hombros y yo de su cadera, comenzando a movernos lentamente, paso por paso.

Tengo que admitirlo era pésimo bailando, pero intentarlo valdría la pena. La música sonába y retumbaba el lugar en donde nos encontrabamos, mientras ambos bailabamos como dos enamorados.

—Sabes...—llamó mi atención—. Debó admitir que eres muy lindo, Tord.

Otra vez, aquellos dolores volvieron en mi, pero esta vez ya no dolían solo ocurrían. Sentía mi corazón palpitar, ¿cómo es eso posible?. Sonreí mientras ella me devolvía la sonrisa.

—Tú tambien eres linda—pensé, no podia decirlo, me sentia apretado por ello.

Ella comenzó a bailar, mientras yo intentaba seguirle el paso tontamente, es muy divertido estar con ella.

Pero nada compara al estar enamorado de ella.

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Un zombie de cuencas negras caminaba por las calles de un barrió solitario acompañado de su amigo el zombie narcisista. Una música fue lo que llamó su atención desde dónde se encontraban, aquelló venia de la casa en donde estaba el noruego.

El zombie narcisista miró con extrañez al igual que su acompañante. Aquella música retumbaba en sus oídos.

Se quedarón escuchando desde fuera de la casa aquella música, tan emocional.

▪C O N T I N U A R Á▪

-latomatito-

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