XXIV

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El silencio de la sala dejó aturdidos a ambos humanos, más el miedo era lo que los dominaba. El zombie frente a ellos se mantenía quieto y solo miraba en silencio, su mirada parecían miles de cuchillos afilados listos para atacar en cualquier momento, su ojo estaba completamente rojo y se mantenía fijo en la mujer mientras la científica frente a él temblaba e intentaba mantenerse serena. Arthur intentaba reaccionar, pero su debilidad y la falta de oxígeno en sus pulmones hacía que su cuerpo no respondiera a sus llamados, lo único que podía hacer era ver con furia al zombie que estaba de espaldas frente a él.

—Yo... yo sé que conoces a T/N —habló la científica intentando sonar segura, pero solo consiguió que su voz saliera muy nerviosa.

Tord comenzó a acercarse lentamente.

— ¡Podemos llegar a un acuerdo, Tord!—ella comenzó a ponerse nerviosa e intentó ver un punto de escape— ¡Tienes que saber el por qué estás aqui!

Se alarmó al ver que el zombie comenzaba a agacharse hasta su altura hasta estar a tan solo unos centímetros de ella.

— ¡Ella está aqui! —el zombie paró su acercamiento, pero aún mantenía su mirada fija—... Sé donde está. —murmuró.

— Mientes...—gruñó.

— ¡No lo hago! Podemos llevarte con ella —dijo—... s-solo... c-confía en mi.

Temerosa decidió enfrentar al zombie y fijo su vista en la de él sintiendo un escalofrío pasar por su cuerpo al ver la altura y lo fuerte que parecía. Cerró sus ojos con fuerza al sentir como el zombie pasaba suavemente sus dedos en un lado de su rostro acariciándola, eso hizo que abriera sus ojos con confusión mirando al zombie quien parecía ya no tener aquella mirada acuchilladora sino ahora en su faceta se mostraba una mirada serena y calmada.

— Tú... —murmuró—... pareces a ella.

En la mente de Tord había aparecido la imagen de la chica que el amaba, recuerda muy bien que su rostro estaba igual de asustada esos primeros días que pasó con ella en el otro lado, recordaba todos y cada uno de ellos, sintiendo como su corazón se aceleraba y su pecho comenzaba a doler.

Verónica lo miraba confundida y un poco aterrada, no entendía que había pasado, ni que tenía que ver T/N con los raros comportamientos del zombie al hablar de ella; supusó que tenía algo relacionado con los zombies y especialmente con Tord cuando la vió entre la gran cantidad de gente intentando evitar la masacre del pequeño grupo de zombies que asesinaron esa misma tarde.

— ¿Qué?

— T/N... Llévame.

Tord se alejó de ella permitiéndole que corriera hacia el soldado en el suelo, que ya se encontraba estable y podía moverse aunque un poco adolorido.

— ¡Arthur!

—... e-estoy bien. —respondió mientras se sentaba en el suelo con la ayuda de la mujer a su lado y con sus ojos dirigía su vista hacia el zombie que lo miraba con su ojo rojo y mantenía un ceño fruncido.

— Eres un completo idiota ¿lo sabes? —reclamó la cientifica— te dije que podiamos hacerlo de otra manera. —murmuró.

— ¿¡En serio piensas que te voy a dejar llevar a esa cosa con mi hija?! —susurró con rabia.

— Será mejor que mantengas tu boca cerrada porque el zombie te tiene hambre —amenazó—, y esta vez dejaré que termine.

Arthur se mantuvo callado al ver la mirada amenazadora de la mujer y tambien sintió terror al sentir la afilada vista que el zombie le estaba dando. Verónica se levantó y se dirigió hacia el zombie un poco temerosa, pero a la vez muy confiada. Lo miró y suspiró.

I'M A ZOMBIE [Zombie Tord Y Tú] Where stories live. Discover now