Sangre Uchiha: El viaje de Sakura y Sasuke

Capítulo 6: El Reencuentro

Sakura

- Sakura...- pronunció Sasuke lentamente. Todavía no podía creer lo que veían mis ojos ¿Era esto parte del Genjutsu? Los años no habían pasado en vano, se veía más tranquilo, más maduro. Su cabello había crecido y empezaba a cubrir uno de sus ojos, pero aún la parte de atrás se mantenía un poco más corta del resto. Vestía un Hakama tan oscuro como el color de aquella noche- Tus habilidades se han vuelto lentas. - continuó diciendo- Si pasaras menos tiempo coqueteando y más entrenando ya hubieras derrotado a este tipo- concluyó.

Oficialmente no estaba en un Genjutsu ¿A qué se debía esta súbita hostilidad? ¿Qué creía que había estado haciendo? ¿Perdiendo el tiempo? De pronto, el halcón que solía ver se posó sobre el hombro de Sasuke - Buen trabajo, puedes irte. - exclamó mi antiguo compañero, y el ave se esfumó. Así que todo este tiempo este animal había sido los ojos de Sasuke... ¡¿Qué demonios?! Un momento... pude ver el ave vigilante antes de que el falso Moria me invitara a salir ¿Será posible que Sasuke se refiriera a eso? No, él no era así. Era imposible.

- Así que están dos de los ninjas que vencieron a Kaguya. - Dijeron todos los clones que empezaban a formarse de nuevo. - Sasuke Uchiha y Sakura Haruno. Creo que es nuestro día de suerte. - exclamaron con regocijo, mientras Sasuke permanecía inexpresivo. - Acabaremos con ustedes lenta y dolorosamente, mientras nos cuentan todo acerca de la Aldea de la Hoja.

- Ni lo sueñes. - exclamé en un suspiro, mientras arrancaba las armas de mis extremidades y me ponía de pie. - ¿Quién diablos son ustedes?

- Son restos del Ejercito Blanco de Kaguya- Explicó Sasuke. - Empezaron a reorganizarse tras la Guerra y están haciendo sus primeros movimientos- Parecía tener un amplio conocimiento de ellos.

- El tonto hizo su tarea. - rieron los clones- Bueno, el espectáculo acabó.

- ¡Para ustedes! -exclamé con furia. Le iba a probar a Sasuke que ya no era la niña consentida que el creía que seguía siendo. Le iba a probar que ya no lo miraba desde atrás, que ya me podía atar mis sandalias yo sola. No importaba el dolor ni la escasez de Chakra. Yo era Sakura Haruno, y él tenía que aprenderlo. - ¡Shannaro!

Junté todo el Chakra que aún tenía y empecé a golpear a todos los clones que se cruzaban en mi camino. Mis golpes eran rápidos pero precisos. Mi velocidad era tanta que no dejaba tiempo a los clones de preparar el Genjutsu, exterminaba gran cantidad de enemigos al momento. Sin embargo, me sentía peleando sin sentido. Los clones no dejaban de aparecer y mi plan fue impulsivo desde el primer momento. No tenía mucho Chakra y aún tenía que reservar algo para mis heridas ¿Tendría que usar el Sello? Tsunade me había advertido que no lo hiciera a menos que mi vida dependiera de ello. Después de todo, las consecuencias eran caras ¿Qué debía hacer? ¿Cómo acabar con ellos? No había otra opción, tenía que usarlo.

-No lo hagas Sakura, ya has gastado mucho de tu Chakra. - pronunció Sasuke leyendo mis pensamientos. - Me encargaré desde acá- terminó suavemente. No soportaba el que me viera derrotada. Siempre terminaba igual, no importaba lo mucho que entrenara. Siempre él o Naruto me salvaban. Cerré los ojos un instante en mi afán de contener las lágrimas. Un instante fatal.

- Regla N°1 en batalla: Nunca bajar la guardia. - exclamó un clon a mis espaldas, mientras me clavaba profundamente una navaja en el abdomen.

-¡AAGHH!- grité. El dolor era incontenible. Miré de nuevo a Sasuke. Por primera vez en toda la noche, mostró una expresión en su rostro. Nunca lo había visto tan enojado. Nuestras miradas se encontraron. Había una pizca de miedo en la suya. El mundo empezó a girar y me desplomé en el suelo, mientras mis ojos se empezaban a cerrar...

- Así que el Uchiha sí tiene una debilidad...- dijo la voz. Y el mundo se oscureció de golpe.