PRIDE (Michaeng)

23.

Chaeyoung POV

-Bien chicos, haremos un viaje de tres días. Iremos al bosque, un lado salvaje que tienen que conocer. El viaje lo está organizando la escuela así que es obligatorio que vayan todos. ¿Queda claro?
El profesor anotó en el pizarrón todo lo que tenemos que llevar al viaje y el permiso que tenemos que traer para ir.
Una chica levantó la mano para preguntar algo.
-Dígame.
-¿Cuándo es el viaje?
-El viernes nos iremos de aquí temprano.
Los chicos del salón abuchearon al profesor, nadie tenía ganas de ir.
Volteé a ver a Mina.
-No quiero ir.
Mina comenzó a reír.
-Pequeña, tenemos que ir. Es obligatorio. Además estarás conmigo.
Sonreí.
La chica pasó su mano sobre la mía. Entrelazamos nuestros dedos.
-Solo por ti iré, pingüino.
-Tratemos de hacer algo divertido con este viaje. ¿Okay?
Sonreí.
-Ya está.
El profesor nos estaba observando, tenía un rostro de enojo.
-Si tanto quieren platicar, váyanse a un café.
Vaya, interrumpimos su clase.
-Lo sentimos.
Dijimos al unísono.
-A detención. Ahora.
Suspiré profundamente.
Ambas nos levantamos y caminamos hacia el salón de detención.
-Para mañana quiero este papel firmado.
Nos entregó un pequeño papel amarillo con el motivo por el cual fuimos a detención.
Salimos del salón.
-Como lo odio.
Dijo Mina con enojo.
-También yo.

Llegamos al salón y entregamos nuestros papeles. Nos encerraron en un salón viejo.
-Estarán aquí hasta que termine su clase.
Dijo la secretaria y cerró la puerta.
Observé el salón y tenía mesa bancos rotos, viejos. Había mensajes escritos en la pared.
Nos sentamos en el frío suelo, recargadas a la pared.
Mina recargó su cabeza en mi hombro.
-¿Puedo preguntarte algo?
Dije.
-Lo que quieras.
-¿En realidad te gusto? ¿Yo, Chaeyoung?
Mina se levantó y me miró directamente a los ojos.
-Hay algo que tengo que contarte.
Yo siempre había tenido curiosidad con las chicas, de hecho soñaba con tener algún día una pareja de mi mismo sexo. Veía pasar a las porristas del equipo de fútbol y me quedaba estática. Siempre ha estado esa llama dentro de mí.
-¿Entonces? ¿Por qué te opusiste a la alianza hetero-gay?
Pregunté con extrañeza. No entendía.
-Yo... yo no quería aceptarlo. No quería ser honesta conmigo misma. No quería creer que me sentía atraída a las mujeres y traté de convencerme que no era así. Ahí llegó JB. En realidad lo usaba para sentirme "normal" cuando mis sentimientos estaban inclinados por otra persona.
Mina miró al suelo.
-¿Quién?
-Tú, Chae. Siempre fuiste tú.
No lo comprendía. Nunca mostró señales de que yo le gustara, nunca mostró interés en mí.
-¿Yo?
-Sí. Cuando hiciste esa alianza y defendías tu punto de vista con pasión me enamoré de ti. Eras un ejemplo a seguir para mí. No te importa que todo el mundo sepa lo que en realidad eres, tú eres feliz sin importar lo que piensen los demás. Eso fue lo que me enamoro de ti, de tu persona. Bueno, además de que eres preciosa.
Esas palabras me hicieron temblar. No creí que la única persona que se opuso a la alianza estuviera enamorada de mí.
-¿Por qué crees que me sentaba junto a ti en clase? ¿Por qué crees que te buscaba tanto? ¿Por qué crees que me gustaba molestarte?
Rayos. Es cierto. Nunca me imaginé que fuera por eso...
-Te quiero mucho, Chae.
Mina se acercó y depositó un beso tierno en mis labios.
-Yo te quiero aún más, mi pingüino.
Dije suavemente.
Mina rió.
Pasé mi mano por su rostro, acariciándolo. Admiré todo sobre ella, sus ojos, su piel lisa, sus lunares...
-Eres perfecta.
Dije.
-Tú eres mi chica perfecta.
Se acercó a mí y justo cuando iba a besar mis labios, tocaron la puerta.
Nos alejamos inmediatamente.
-Ya pueden salir, chicas.
Dijo la secretaria.
Mina y yo respiramos rápidamente, estábamos algo aceleradas.
-Será mejor que me vaya.
Mina se levantó y salió del salón.
Supongo que irá a buscar a sus amigas.
Yo iré a buscar a las mías.
Me quedé sentada un tiempo, procesando todo lo que acaba de decir Mina.