27.

2.4K 344 7
                                    

Mina POV

Último día de campamento. Vaya, sí fue un viaje express pero estuvo interesante, hace mucho que no convivía con la naturaleza.
Nos encontrábamos todos en un círculo  al rededor de la fogata, todos cantaban, el profesor tocaba la guitarra y el calor de ml fuego chocaba con nuestro cuerpo.
-¡Contemos historias de terror!
Gritaban las chicas básicas.
-Tengan, malvaviscos.
Un chico repartió aquellos bombones rosados y viscosos para que podamos comer algo por la noche.
Los pusimos en una rama de un árbol y los expusimos al fuego para que estuvieran crujientes y suaves.
-¡Adoro los bombones!
Chae dijo mientras su estómago rugía por el deseo de comerlos.
-No te vayas a quemar con el fuego, tonta.
Dije.
Comenzamos a reír.
Chae terminó de preparar su bombón y lo acercó a mi boca.
-Come.
-Pero tú eras la que tenía hambre.
Dije algo confundida.
-Dale una mordida.
Ordenó.
Me acerqué para darle una gran mordida cuando Chae movió el bombón y lo pegó en mi nariz, haciendo que me manchara el rostro.
Comenzó a reír a carcajadas.
-¡Ven acá tiger!
Grité.
La chica lanzó su bombón al suelo y salió corriendo de la fogata, se dirigió a nuestra cabaña.
-¿Te escondiste verdad?
Dije pícaramente mientras buscaba a mi chica por todas partes.
-¡Te voy a encontrar!
Grité.
No la encontré dentro de la cabaña así que salí para ir a la parte de atrás.
Había árboles que crujían y el viento los movía con tanta fuerza que parecían árboles hechizados.
-Okay, Chae. Me está dando miedo...
Busqué por todas partes y nada.
De repente alguien me tomó de la cintura.
-¡Boo!
Miré y era ella.
-¡Ah!
Le di un suave golpe en el abdomen.
-¡Hey! ¡No soy un fantasma, eso duele!
Chae comenzó a reír.
Puse mis brazos sobre su cuello y ella pasó sus manos delicadas por mi espalda y mi cintura.
-Eres una boba, casi me matas del susto.
Reí.
Chae sonrió.
-Todavía tienes malvavisco en el rostro.
Me observaba.
-Quítamelo.
Sonreí de una manera provocativa.
Comenzamos a reír.
-Qué seductora eh.
Chae dijo para después acercarse a mí y  dejar pequeños besos por todo mi rostro. Con una mano limpió la viscosidad rosa que tenía en la nariz.
Después me dio un tierno beso de esquimal y bajó hasta mis labios.
Comenzó a besarme con desesperación. Yo pasé mi lengua sobre su labio inferior para que diera paso a ésta en su boca.
Introduje mi lengua en su boca y atrapé sus pequeños gemidos.
Nuestras bocas comenzaron a bailar bajo el brillo de la luna y el de las estrellas.
-Tenías hambre pero no de malvaviscos, ¿cierto?
Dije entre besos.
Chae se ahogó en risa.
-Siempre voy a tener hambre de un platillo que se llama Mina.
-Ya basta, eres una boba.
Comenzamos a reír y nos dimos otro suave beso en los labios.
-¿Quieres regresar a la fogata?
Pregunté.
-Mejor vayamos a la cabaña, tengo sueño y me duele todo.
-"Te duele todo" y corriste como un rayo veloz para escaparte de mí.
Reí.
Chae se alejó un poco de mí y comenzó a correr.
-¡Ven acá tigre!
Corrí detrás de ella.
-¡No me vas a alcanzar, tortuga!
Gritó mientras se burlaba de mí.
En este momento, me sentí tan afortunada de tenerla sólo para mí...

PRIDE (Michaeng)Where stories live. Discover now