46. (+18)

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Mina POV

Vaya. Después de aquel día de spa, nos hemos convertido en una máquina para esto. No podemos dejar de hacerlo. En la mañana bajamos temprano al mar para que no hubiera nadie cerca. Aproveché para masturbarla un rato en el agua hasta hacerla estremecer. Levanté un poco su traje de baño superior y lamía sus pechos en el proceso. Otros días lo hemos hecho hasta en la bañera. Es delicioso.
Hay bastante tensión sexual entre nosotras, ya no hay noche en que no disfrutemos un rato antes de dormir y hoy no sería la excepción.
Chae se fue a comprar un bloqueador solar a la tienda del hotel así que tardaría un rato. Dada la oportunidad, preparé la cama y me preparé. Compré un conjunto de lencería de color negra antes de venir por que sabía que esto pasaría. Me coloqué la provocadora ropa y me acosté esperando a que llegara mi novia.
Escuché la puerta abrirse. La chica bronceada entró con una bolsa llena de bloqueadores solares.
-Ya volviste amor.
Dije.
Chae abrió los ojos como platos y dejó caer la bolsa al suelo.
Cerró la puerta con seguro.
Me levanté y la lancé a la cama blanca.
Me coloqué sobre ella y comenzamos a besarnos sin control.
Chae inmediatamente atacó mi trasero y mis senos con sus manos.
Poco a poco le ayudé a quitarse la ropa para dejarla desnuda.
Comencé a besar todo su cuerpo, bajé hasta sus senos y di pequeños mordiscos en sus pezones duros. Bajé a su abdomen y llegué al tesoro. Abrí sus piernas y comenzamos a hacer una tijera.
-Estás muy mojada.
Dije sintiendo sus líquidos.
-Así me pones.
Mencionó.
Después me levanté un poco para poder introducir mis dedos en su cavidad.
Empecé desde arriba, moviéndolos con rapidez. La chica no dejaba de arquearse y de rasgar las sábanas.
-¡Ah, ah!
Decía.
Yo mientras observaba su rostro de placer.
Mordía su labio.
-¿Te gusta?
Susurré.
-Me- me encant-ah...
Decía entre gemidos.
-¡Mina-h!
Poco a poco sentí que estaba llegando a su máximo, estaba arañando mi espalda con sus uñas.
Se tensó rápidamente y se relajó.
Había dado todo.
Saqué mis dedos de su vagina y los puse en mi boca, probando su delicioso sabor.
La besé un rato.
-¿Te sientes bien?
Me recosté a su lado.
Chae apenas podía controlar su respiración y estaba temblando del placer.
-Más que bien. Por cierto, te ves increíble con esa lencería.
Jadeaba y hablaba a la vez.
Sonreí y la dejé recargase en mi pecho.
La acaricié hasta que se quedó dormida.
En verdad estaba cansada, la había hecho estremecer hoy en la cama.
Besé su cabeza y acaricié su cabello hasta que mis párpados también pesaron cada vez más hasta quedar dormida.

PRIDE (Michaeng)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora