De Vuelta a Otoño ✧ Ongniel

VIII: "Metamorfosis"

Seongwu terminó su conversación con la señora Kang lo más veloz que pudo y partió en su búsqueda por el hospital, sin siquiera haber preguntado en que lugar exactamente se encontraba el otro.

Daba miradas por todos lados y por todas las salas por las que pasaba, pero no veía rastro y terminó decidiendo por lo más eficiente y lo que debió haber hecho desde un principio.

— Hola, buenos días.— el saludó amablemente a una enfermera.— Soy Ong Seongwu, el nuevo médico especialista en obstetricia.— explicó y la mujer le devolvió el saludo.

— Entiendo, bienvenido sea entonces ¿Quiere mi ayuda en algo?

— Sí...— Seongwu rascó su nuca tratando de buscar las palabras en su cabeza.— ¿Sabe usted si en este hospital se sitúa un chic- Eh, un hombre, perdón, llamado... Kang Daniel?

— ¿El joven Kang? 

Los ojos del médico brillaron al escuchar que la enfermera sabía de quien se trataba.

— Lo vi esta mañana en la sala del doctor Kyung, así que debe estar cerca de la sala de radiología. En el tercer piso.

— Muchas gracias.

No dudó en correr escaleras arriba hasta el tercer piso del edificio y vagar por sus pasillos con cuidado de no chocar con alguien. Seongwu llegó hasta el final de cada extremo del pasillo y decidió que ya había gastado unos quince minutos en eso y que era mejor dejarlo para más tarde.

— Supongo que ya no tengo otro rincón donde buscar en este piso.— dijo para si mismo, aproximándose a los ascensores porque no pensaba en bajar las escaleras después de cuan agitado quedó.

Su mirada se encontraba en las puertas del ascensor mientras esperaba por la llegada de uno y escondió sus manos en cada lado de los bolsillos de su bata blanca.

— Esta bien, doctor.— escuchó indiferente, desde una sala cercana, sin mirar de quien provenía la voz.— Espero que todo salga bien con los exámenes, nos vemos.

— Nos vemos y recuerda que los exámenes estarán listos hasta en dos semanas más, así que puedes darte un descanso del hospital.— otro hombre, con notable voz de adulto mayor, rió.— Nos vemos en dos semanas, Kang.

Kang.

Seongwu creyó haber escuchado mal, debido a que había estado buscando por aquel nombre desde hace quince minutos. 

Aún así, no dudo en girar la cabeza y comprobar de quien se trataba.

Se trataba de un hombre; su estatura parecía estar cerca de un metro ochenta y algo, y su suéter de rombos hacía destacar sus hombros. Sin duda era alguien que se considera "grande" desde la perspectiva de la que se viera. Su cabello se encontraba hacia abajo, de color castaño y, a diferencia de su cuerpo, su rostro era como el de un niño bonito.

¿Podría ser aquel gran hombre, el pequeño que recordaba Seongwu? 

Se debatía interiormente en si debería arriesgarse a acercarse o no, hasta que de pronto, de un momento a otro lo había perdido de vista y desde sus espaldas escucho las puertas del elevador cerrándose ¿Cómo fue posible que no se percató cuando pasó a su lado?

— Un momento...— la mano del médico consiguió detener el cierre de las puertas y estas volvieron atrás, dejando ver a aquel joven.— ¿Kang Daniel?

El otro amplió sus ojos en sorpresa.

— ¿Eres tu, cierto?— una sonrisa se dibujo en su rostro.— ¿Estoy en lo cierto? Tu eres Daniel, mi Daniel.— Seongwu, por fin, entró al interior del ascensor.— ¡Soy Ong Seongwu! ¿Me recuerdas? Nos conocimos en este hospital cuando niños.— Daniel lo observó de pies a cabeza y Seongwu rió.— Así es, soy tu "Seongwu hyung". Ha sido un largo tiempo, es bueno verte.