Capítulo 9

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— ¡Oh! Casi lo olvido...— recordó algo importante, se levantó y dejo el oso a un lado, se limpió las lágrimas y la nariz y salió de la habitación, fue a buscar el diccionario que estaba en la cocina, cuando en no lo encuentra allí, va de regreso a la habitación, pero en vez de su camino habitual, va por la sala y ve a alguien sentado de espaldas, se asomó un poco y noto que se trataba de TaeHyung, quien estaba leyendo... su diccionario. —Uh...— fue lo que salió de sus labios cuando sus miradas se cruzaron. Ella intento retroceder en el acto, pero cuando escucho el ruido del libro cerrándose rápidamente dio un pequeño salto por el susto.

—Siéntate...— le ordeno él. TaeHyung creía que ella se estaba marchando, ya que escucho pasos, pero cuando miro hacia atrás. —He dicho...— Haneul ya no estaba allí, en eso está mira a su izquierda y al otro extremo del sofá, estaba sentada ella, con las piernas sobre el sofá, abrazándolas, tratando de ocultar su rostro. — ¿Qué es lo que estás haciendo?

— ¿No querías que me quedara lejos de ti? — le pregunto ella algo resentida.

— ¿Tienes miedo de mí? — la respuesta era muy obvia.

— ¡Por supuesto que no! — respondió Haneul, pero una nariz estaba a punto de empezar a crecer por lo mentirosa que estaba siendo ahora. —Solo es que... ¡tus ojos! — cuando ella voltea para ver a TaeHyung, quien supuestamente estaba al otro extremo del sofá, a un metro de ella, no era así, este estaba a su lado, mirándola fijamente a los ojos, Haneul no se había percatado de ello, era la especialidad de los gatos, ser discretos y no detectarlos a tiempo.

— ¿Mis ojos? — pregunto TaeHyung, Haneul trago saliva y poco a poco alzo la mirada, cuando vio aquellos ojos que antes parecían asesinarla, habían desaparecido por completo, ahora le recordaba un poco a JiMin, aquella tierna mirada. Eso causo un escalofríos en Haneul, le parecía muy creepy.

— ¿Qué demonios? — se levantó de inmediato del sofá. — ¿Cómo has cambiado tus ojos? ¡Cámbialos de nuevo!

—Idiota...— TaeHyung traía en su mano un caramelo de leche, que anteriormente estaba en las manos de Haneul, ella al darse cuenta, estaba por darle algo, no se había dado por enterada en que momento él se lo había quitado, miro sus manos y al verlas vacías salto sobre TaeHyung para recuperar su ultimo objeto valioso, lo cual vino con ella desde el mundo en el cual los humanos gobernaban.

— ¡Devuélvemelo! — TaeHyung inmediatamente cerró su puño y el caramelo desapareció de la vista de Haneul.

— ¿Por qué tan tacaña?

—P-Por qué...— sus ojos empezaban a ponerse cristalinos. — ¡Es el ultimo! —TaeHyung sonrió al ver lo fácil que era fastidiar a su mascota humana. — ¡Oh! Ya se... ¡Por que los gatos no pueden tomar leche! Solía darle a mi gato Milky, pero una vez le dio diarrea. — esa historia le causó un gran asombro a TaeHyung, pero no por el tema del estómago, si no el nombre que acababa de escuchar, ¿un gato llamado Milky?

— ¿Milky? — pregunto él con una cara de confusión.

—Milky es el gato que me encontré cuando era pequeña, ¡era súper mono! — la imagen de un gatito de color plomo con orejas mullidas, con ojos amarillos y grandes. —Pero, no sé por qué... un día solo se fue. — Haneul se apeno de recordar la repentina partida de su único amigo que había tenido de pequeña. —Espero que tenga una buena vida...— el sonido de una maceta rompiéndose hacia eco en la cabeza de Haneul.

— ¿Y qué? Solo es una mascota...— exclamo TaeHyung mientras tomaba con dos dedos el caramelo de leche y lo tenía cerca de sus labios.

— ¡No! — grito ella, las orejas de TaeHyung vibraron, debido a la voz de Haneul. —Milky no es solo una mascota...— explico ella. —Es... ¡él es como mi familia! — en eso TaeHyung tomo su brazo y la jalo repentinamente hacia ella.

—Los seres vivos se adaptan a otros seres vivos solo para su supervivencia. Piensas que son cercanos a ti, solo están domesticados. Nunca será una relación igualitaria. —TaeHyung quería destruir ese recuerdo, quería seguir fastidiando a su mascota. —Como familia... pero nunca realmente fue una familia...— soltó su mano, pero Haneul se quedó observándolo por varios segundos, se mostraba algo confundida ante sus palabras. Ella al parecer era demasiado idiota para entender lo que acababa de decir, era lo que TaeHyung no podía dejar de pensar.

—Pero... ¡pero! Realmente me gusta Milky. —no iba a ser tan fácil, las palabras de TaeHyung no iban a tener tal efecto que esperaba, tal vez un poco de confusión, pero ella no dejaría de amar a su gato, por más que se haya ido. —Yo era tan buena con él, ¿Por qué me dejaría? No me digas... no me digas que es por qué no paraba de jugar con él...— nuevamente sus ojos se humedecieron, su voz estaba por quebrarse. —Y de besarlo, y de dormir con él y... y de darle duchas, y de cortar sus uñas...— Haneul estaba por romper en llanto y la nariz estaba por empezar a escurrir, de pronto TaeHyung se levantó del sofá rápidamente y le tiro el caramelo en la cabeza mientras se marchaba.

—Vete afuera...— le ordeno.

— ¿Ah? ¿De verdad, puedo salir?

—Pero utiliza el collar. — esa era la condición que le puso.

— ¡¿Por qué?!

you're my pet and so what? |BTS|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora