Capítulo 40

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Esa tarde, cuando SeokJin se fue de su departamento. Jin Soo se había cortado por completo su larga cabellera, quería volver a ser ella y no seguir bajo la sombra de alguien más. Ese mismo momento en el palacio, Yoon Gi había decidido actuar, por primera vez en su vida, tomo el bastón del viejo, el cual en su interior tenía una delgada espada, le quito la funda de madera que la escondía y sin perder ni un segundo, la introdujo en el anciano. Esa mañana soplaba un gran viento, antes de la ola.

—Ma-Maggie... — vio como sus piernas no resistían más y se cayó al suelo, de rodillas, mientras que por su boca salía un poco de sangre. — ¡¿Cómo pudiste?! — se estaba acercando la ola. Pronto todos estarían... bajo las terroríficas olas de un mar tormentoso.

***

Los humanos de la zona sur se habían reunido y todos unidos como una sola especie fueron hacia la zona norte, para protestar a las afueras del palacio del archiduque, para poder sentirse escuchados, por más que el servicio de seguridad de la realeza los detuviera, solo era cuestión de minutos, probablemente siendo optimistas, podrían ser hasta horas, pero se había creado un disturbio organizacional. El archiduque estaba gravemente herido e inconsciente, los demás gatos no tenían ni idea de qué hacer.

                                               "¡No es justo!"

"¡Nosotros queremos igualdad!"

"¡No nos traten como idiotas!"

                       "¡Mantengan su promesa!"

— ¡¿Dónde está Maggie?! — por el momento la única culpable a la vista.

— ¡Ella está en el calabozo! — respondió uno de los del consejo del archiduque. — ¿El tipo que fue a buscar al maestro TaeHyung, ya está de vuelta?

***

TaeHyung salió de su habitación con su esmoquin de color negro y encima se colocó una gabardina e color plomo, mientras estaba arreglando sus mangas antes de salir, Haneul la miraba a la distancia, inquieta por toda la situación.

— ¿De verdad tienes que ir? — le pregunto mientras se acercaba lentamente hacia él y tomo un extremo de su gabardina.

—Voy a estar bien. — TaeHyung es capaz de defenderse, eso Haneul lo sabe bien, pero aun así se preocupa por su bienestar. —Pero... tú no salgas.

—Lo siento... — Haneul no pudo evitar pensar en esa idea, en que todo era por ella. —Esto es por mi culpa... — ya que desde que paso el examen cultural, han estado ocurriendo cosas malas.

— ¿Piensas que lo que hiciste estuvo mal? — TaeHyung se agacho para nivelar su mirada con la de Haneul.

—No...

—Entonces no te disculpes... — pero Haneul seguía tomando un extremo de su gabardina, algo le inquietaba, TaeHyung lo sabía, pero no estaba seguro que más decir para tranquilizarla un poco.

— ¿Puedo tocar tus orejas? — fue una pregunta algo inocente de ella.

— ¿Qué? —TaeHyung intento fulminarla con la mirada para dejárselo en claro que eso estaba prohibido, pero los ojos de Haneul estaban por volverse llorosos, ella estaba muy preocupada, y era evidente. —Vamos a ver cuando regrese...

— ¡¿Eso fue un sí?! — TaeHyung aparto su mano de su gabardina y empezó a alejarse. — ¿En serio Tae? ¡Hay que hacer una promesa de meñiques! —los guardias de TaeHyung seguían esperándolo para acompañarlo al ir al palacio del archiduque, al ver todo, TaeHyung intentaba limitarse a actuar de esa forma con Haneul, ya no sabía si podía confiar en ellos, con todos los rumores que han salido de la mansión.

— ¿Qué edad tienes? — TaeHyung empezó a golpear a Haneul con su cola. Los guardias al reírse ante la escena, desviaron sus miradas hacia otro lado.

— ¡Ah! — pero cuando la vio distraerse a Haneul y los demás, TaeHyung aprovecho esa oportunidad. Tomo su meñique e hizo la promesa con ella, antes de que Haneul pudiera decir algo, este paso su brazo por su hombro y coloco su dedo sobre sus labios, sus meniques aún estaban conectados, este lo aparto y entrelazo sus manos.

—No te preocupes... — Haneul al sentir aquella calidez, se apoyó sobre su pecho y aprovecho aquellos cortos segundos que les quedaban.

—Vuelve pronto...— murmuro Haneul mientras cerraba los ojos.

***

Al ingresar a la celda en donde se encontraba aquella mascota que había sido capaz de lastimar de gravedad a su dueño, TaeHyung le pidió a su seguridad que los dejaran solos para poder hablar. Cuando ellos se fueron, un silencio aterrador se sintió en todo el lugar, TaeHyung seguía mirando fijamente a Yoon Gi quien estaba encadenado de su pierna al suelo, pero este se encontraba sentado tan tranquilamente, como si lo que ocurriera afuera del palacio fuera solamente rumores, algo que casi nadie viera.

—El precio de esta operación era muy alto... — murmuro TaeHyung, provocando que aquel silencio placentero para Yoon Gi se acabara. — ¿Realmente te empujaron a tal punto? — pregunto, cuando vio aquella mirada oscura en los ojos de él, sabía que había dejado atrás a la mascota que aceptaba órdenes del archiduque. —Yoon Gi...

—Hacia un buen tiempo... — Yoon Gi quien aún tenía un Az bajo la manga, saco una pequeña navaja que siempre esconde entre sus prendas. —Quería matar a ese viejo... — más que nada.

***

Haneul por más que viera las letras que estaban en su libro, no lograba comprenderlas debido a la preocupación, pero al rato recibió una repentina visita, una nueva Jin Soo con una blusa rosada y falda blanca, con el cabello completamente corto, se apareció ante ella repentinamente para contarle todo lo que sabía.

—Quieres decir... ¿la persona que comenzó los rumores fue el doctor SeokJin? — Haneul no podía creerlo. — ¿Por qué? ¿Él también es responsable por los eventos recientes? — eso aún no estaba asegurado, los rumores sobre el amante del maestro TaeHyung.

—Yo pienso que él... — Jin Soo lo sabía más que nadie. —Odia a los humanos... — ella acomodo unos mechones de su cabello que le fastidiaban un poco. Pero su mirada no podía ser más que evidente para Haneul.

— ¿Algo paso? — pregunto ella repentinamente.

— ¿Eh? — Jin Soo intento ignorar ese tema.

— ¡Dijiste que eras feliz! — Haneul la tomo de los hombros y se lo dijo directamente mirándola fijamente. —Al hacer esto, ¿no vas a enfrentarte a él? ¿Qué vas a hacer en el futuro?

—Tal vez solo estoy siendo estúpida... — fue lo único que ella pensaba. —Así que antes de que cambie de opinión, ¡ve y haz lo que debas hacer! — antes de que Jin Soo se le ocurriera detener a Haneul ella empezó a correr rumbo hacia la puerta. Jin Soo se seguía cuestionando en su mente si es que Haneul lo sabía. Todos, incluyendo a SeokJin pensaron que ella lo hizo para vivir, pero en realidad, a Jin So le gustaba él. Le gustaba su comportamiento encantador, le gustaba que siempre le sonriera cuando le hablaba. También le encantaba que le regalara rosas blancas, incluso su lealtad a otra mujer... pero...

— ¡Jin Soo! — Haneul se detuvo antes de salir. —Tu cabello corto, ¡te luce muy bien! — fue lo único que Haneul pensó decirle para al menos levantarle el ánimo a su amiga. A Jin Soo le encantaba SeokJin, pero... también le gustaba Haneul. Le gustaban los humanos. — ¡Tienes buen gusto!

you're my pet and so what? |BTS|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora