Filosofía barata.

Reflejo.

¿Te gusta verte al espejo?  ¿No te molesta?

¿Te gusta arreglarte?  Eso es bueno.

¿Te gusta tomarte fotos sola o con tus amigos? 

También es muy bueno. Demuestra que tienes confianza en ti. Pero nadie debe exagerar con ello. No hay que ser narcisistas.

Sé que éste, es problema mío pero no tuve la oportunidad de deshacerme de la molestia hablando... A quien se lo cuento también tiene sus preocupaciones. Y decidí que volvería a hacerlo como siempre lo hago. Escribiendo.

Algunas personas, debido a sus vivencias desarrollan manías, cosas que aveces las identifican, como: Ella cuando se pone nerviosa juega con sus dedos. El es penoso porque cuando era más joven le sucedió, tal cosa.

Otros desarrollamos las mismas, pero de manera más tosca.

Por ejemplo, hay quienes no le gusta su reflejo.

Al vernos al espejo, por obviedad observamos nuestro reflejo y... ¿Qué más? ¿Que vemos más allá de un simple rostro, tan común o muy poco común.

Podemos ver cicatrices que marcan nuestra vida, nuestra manera de pensar y actuar.

Ojos que presentan escenas y recuerdos fatídicos, dolorosos o tal vez humillantes.

Labios que han recorrido anatomías sin querer, con despecho, con obligación. Con tantos sentimientos que ya no pareces tu.

Boca que ha pronunciado palabras que consecuentan una guerra entre tú y tu mente. Entre las personas a tu alrededor.

Orejas, con oídos que aveces se hacen los sordos a comentarios hirientes. Que escucha perfectamente las amenazas, y que poco a poco los alagos parecen inexistentes.

Nariz que inhala y exhala sin razón. Que huele el dulce de las flores, de la vida... Y luego la pestilencia cuando se marchitan. La podredumbre que hay en todos lados.

Cabellos cortos y largos... que aveces nos sirve para cubrir lo que no se quiere ver. Qué cortamos con desespero, que crece con lentitud y que peinamos con desgano.

Un cuerpo sano, en forma, un cuerpo intimidado, utilizado, magullado, flaco o gordo.

Lo que queremos ver, lo que no, lo que odiamos, lo que anhelamos... En un reflejo.

Muchos cargan un espejo con sigo para verificar si están “bien” ¿Cuál bien? Bueno, eso depende de quien seas. Fotos para compartir escenas. Aunque a mí perspectiva, ha perdido demasiado el significado hoy en día.

Existen personas que no les agrada, que incluso odian, mirar su reflejo en el agua, en superficies brillantes, en un espejo, ver su cara en fotografías, impresas o en la pantalla de un celular.

Porque que no están bien consigo mismas. Porque ruerdan, por que se dan asco, porque se odian.

¿Y el origen de ello? Nadie lo sabe con certeza, inclusive algunos de ellos no tienen idea.

Nadie puede explicar veridicamente algo que no entiende, que no sabe.

Las únicas veces que visto mi rostro en un espejo es cuando mi cuerpo intimidado se encoge, todo huele terrible, mis oidos vuelven a escuchar aquellos comentarios, mi boca repite palabras, mis labios se aprietan, mi ojos quieren cerrarse a las imagenes. Y mis cabellos se hacen más cortos.

Porque lo que tenemos en común al mirar nuestro reflejo, el ver un poco más allá. Podemos observar lo que somos, lo que fuimos, lo que seremos y lo que queremos ser. Todo en un simple reflejo.