Tres anhelos de tres personas poco comunes.

73 7 3
                                    

El salón de clases era algo ruidoso, había un poco de calma del lado de la ventana por donde entraba la luz tenue pero quemosa del sol. La maestra de LEOyE sólo había dado las calificaciones finales y se había ido. Dos horas libres.

La mayoría aliviados por no ir a extraordinarios fueron a la cafetería o a perderse en algún lugar que no fuese el aburrido salón.

Pero yo no. Nosotros no.

Alan siempre traía su juego uno para estas ocasiones. Es divertido jugarlo, Jocabet siempre me atacaba con cartas de bloqueo o de mas cuatro. Habíamos terminado una partida donde la presunta había ganado.

—Yo las revuelvo —declaró Alan. Inesperadamente comenzó a reír un poco, fue raro.

—¿Ahora qué? —pregunte extrañada.

—Es que la Joca... —se vio interrumpido por su propia risa. La chica de lentes morados le veía con confusión, Alan se dio cuenta— Si. Acuerda te, ayer cuando Lore se fue estaba mirando memes y encontré una imagen que decía...

—¡Ah si! —exclamó graciosa— No mames, es que. Di le, cuenta le.

—Pues eso iba a hacer cuando me interrumpiste. —posó sus manos en su cadera y se movió en balanceo.

—¡A ver ya digan me!

—Bueno, el punto es que la imagen decía: cual es tu mayor fantasía. Yo le pregunté a Jocabet, todavía ni terminaba la pinche pregunta y me dice...

—¡Fantasías sexuales!—completó con vigorosos movimientos.

—Ay no mames...—aunque fue divertido, fue demasiado drama— Y ¿Cual es tu fantasía? —pregunté ahora intrigada.

—¿Sexual?

—¡No! La... Normal. Lo que mas anhelas.

—Pues... —pensó un poco— que mi hermanita camine —su semblante se suavizó— sabes, yo ya he vivido 15 años y si tuviera la oportunidad donde yo dejara de caminar para que ella lo hiciera, lo haría —las miradas de todos nosotros se dirigieron al duelo— Yo ya he tenido esta posibilidad. Daría lo que fuera para poder verla caminar y correr con sus amigos. Yo no sé que sería de mi si algo le pasase...

No dijimos nada. Solo asentimos.

—¿Cual es tu fantasía, Alan? —pregunté. Sus manos se detuvieron de las cartas que colocó sobre la banca y las otras tres pilas de 10 cartas.

—Pues... No sé. No había pensado en eso. Puede ser...

—¿Más tiempo con tu papá? —sugirió Jocabet.

—No, el no me importa.

—¿Economía estable? —intenté.

—Si, probablemente eso.

Después de ese drástico cambio de ambiente, creí que loa tres estábamos decididos a regresar al juego.

—¿Cual es tu fantasía? —cuestionó Jocabet mientras se recargaba de la banca buscando comodidad.

Alan prestó atención. Sabia algunas cosas de ellos, pero ellos casi nada sobre mi. Aun no me sentía segura como para derramar todo.

Aunque justo ayer por la tarde había hablado por llamada durante casi dos horas con ella y conté furtivamente el fracaso irónico de mis relaciones pasadas. Lo hice porque me lo pidió y quise animarla para que pensara en otras cosas que no fuesen su hermana pequeña o su ex. A pesar de que lo logré yo me deprimí, pero estuve bien con eso.

Esta vez me limité a decir la verdad, dudaba mucho que lo entendieran a la primera.

—No pensar.

Así de simple.

—Somos un trio de personas con varios problemas.

Hecho: Jueves 29 de Noviembre del 2018.

Publicado: Martes 4 de Diciembre del 2018

Filosofía barata.Where stories live. Discover now