Diversidad.

69 2 1
                                    

Hay muchas cosas en el mundo, hay demasiado en cada clase y tipo de dichas cosas, pero eso, no las hace inferiores.

Esto es lo que me hace diferente e igual a ti.

Soy
b i s e x u a l

Ahora, creo que esta es la parte donde cuento mi historia. Fui criada por una familia “normal”, ya saben, mamá, papá, una hermana mayor y mi abuela paterna vivía con nosotros.

Normal por ahora. Pero cuando tenía cuatro años, acompañé a mi abuela para recoger leña (tal vez no saben, pero yo vivo en un pueblo). Y nos encontramos a una mujer y sus hijos; entre ellos había una niña con dos trencitas, bien peinada a diferencia de mi, que mi cabello lacio y corto a causa de mi vieja manía con las tijeras.

Se me hizo muy bonita, linda y sonrió cuando dijo “buenas tardes”.

Creo que fue la primera vez que pensé que una mujer, además de mi madre, era bonita.

A esa edad, yo no tenía ni idea de las diferentes orientaciones sexuales. ¡Por Dios! Ni siquiera sabía que lo “correcto” era un hombre y una mujer, nunca, hasta los 9 o 10 años vi una persona o pareja gay.

En el kinder (jardín de niños), unas cuantas compañeras decían que estaban enamoradas de Pablo, y aunque en ese entonces no tenia en sí "compañeros para jugar" dije que yo también le quería y comencé a tener amigas.

Pero luego terminé sintiendo un cariño hacia él, que terminó en tercero de primaria cuando me gritó, realmente me hizo llorar pero el nunca se dio cuenta.

De ahí, todo transcurrió normal hasta sexto de primaria, donde comenzaron a agradarme más algunos chicos.

Tuve mi primer novio, pero no mi primer beso. No duramos mucho.

Fue cuando el mundo se me abrió, al día siguiente de terminar ese "noviazgo" lloré, no porque me doliera eso, sino porque estaba asustada, que la noche anterior había soñado que yo besaba a una mujer.

Fue por esos momentos que aunque estaba ocupada con otros asuntos, comencé a dudar de ciertas cosillas.

A esa edad, entendí que la homosexualidad y toda esa diversidad estaba mal y que como la biblia dice: es pecado.

Ignoré todo eso y evité todo el tema hasta la secundaria, me resultó. Luego conocí otras cosas, me llevaron a entender y saber que nada de eso estaba mal. Es natural, siempre había existido y aunque sean palabras fuertes, tal vez la biblia se equivocaba.

Luego, para acelerar las cosas, ocurrió lo inevitable; me enamoré de una chica, tanto... Como para escribirle cartas y poemas.

Me sentí confundida, triste y desesperada.

Si, querer a alguien de tu mismo sexo no estaba mal, pero existían muchas personas que decían todo lo contrario.

Estaba bien, pero aún denegaba esa idea, ¿Por qué yo?

Y estando consciente de mis sentimientos y enviando cartas seguía hablando con mis amigas alegando que no estaba segura.

Me rechazó en el momento en que supo que era yo. Dijo: Eres una ridícula y nunca en mi puta vida te haría caso.

Hubo mas detalles de eso, mucho más, tipo novela exageradamente dramática. Pero me tardaría más.

Resulta que otra chica se enamoró de mi y así tuve mi primer beso con una chica.

Un entorno distinto y unos meses después me acepté. Soy bisexual y cuento con el apoyo incondicional de varias personas.

Mi familia, mi clase, no lo saben, sigo en el dichoso closet.

Aún hoy, soy tan insegura. Tengo miedo del qué dirán. No sé si Dios existe, dudo, y sin embargo, me pregunto si iré al infierno cuando muera, si me odiarán.

Mi familia no me echará a la calle pero pienso que me verán diferente.

Mi madre no dice que todo eso esté mal, tampoco que esté bien. Sólo dice lo mismo: Pecado. Mi padre no insulta, pero lo veo chocante con respecto a eso.

Y vivir en un pueblo lo hace peor, supongo que imaginan.

Yo, que tengo la oportunidad, que si algún día en el futuro me caso, espero que sea un hombre, para así, no tener que darle explicaciones a nadie.

Escrito: 15 de enero del 2019

Publicado: 24 de enero del 2019

Filosofía barata.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora