Una obra pícara donde Ivonne McCain cumple un papel principal. ¿Y Severus Snape? Bien, el deberá valerse en una "materia" de la cual, no sabe nada.
En el fic anterior, ella era miembro de una orden de elite y dueña de un dragón. Cumplía un papel her...
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Mes 7, día 26 de la abrupta desaparición de la magia.
Madrugada cálida.
Ivonne despertó bajo uno de los pesados brazos de Severus.
Tenía que levantarse, necesitaba ir al baño.
"Severus... Tú y tu masa física... ¿Por que tienes que ser tan pesado? Bien Ivonne... ya sabes... nada de líquido antes de acostarte... ya ves lo que pasa...Lo siento Sev... tengo que despertarte..."
- Sev...- Lo llamaba mientras lo sacudía levemente-....Sevy cariño...
- Mmm...- Respondió mas dormido que despierto.
- Mueve el brazo ¿quieres?
- Mjm...- Respondió afirmativamente mientras se movía, se acomodaba y volvía a dormirse.
- Lo siento- Le susurró.
Se levantó suavemente. No solía ser muy silenciosa. Su torpeza era de un nivel totalmente opuesto a la agilidad de Severus. No importara como se levantara, a que velocidad o cuan silenciosa fuese, él siempre estaba despierto cuando ella volvía a la cama.
Fue al baño, evacuó sus problemas y se lavó las manos. La tonta toalla estaba lejos, por lo que instintivamente extendió la mano para que volara a ella.
"¡Tonta! No hay magia ¿Recuerdas?"
Pero la toalla voló directamente a sus manos.
"¡Volvió!"
Caminó apresurada a acostarse.
Severus la recibió, despierto, como siempre.
- ¿Tu nunca te duermes antes?- Le preguntó tiernamente al caballero de ojos negros.
- No...
Ella tomo su varita, que guardaba en su cajón.
- Lumos- Conjuró y la pequeña lucecilla iluminaba el espacio entre ellos.
- Se ha hecho la luz... Por fin. ¿Cómo supiste?
- Por que sin querer hice volar la toalla hacia mí.
- Bien, a la mañana veremos que hacemos. Ahora apaga eso y ven conmigo, que lo necesito.
Ella guardó la varita y se acurrucó en sus brazos.
- Eres adorable- Susurró la dama.
- Tú me contagiaste- Susurró.
Pronto durmieron, amparados por una calidez que no solo provenía del otro, sino también, dentro de ellos mismos.
La mañana llegó pronto. Mas para Snape, debido a su costumbre de levantarse temprano.
Se levantó como una sombra, tomando su ropa y vistiéndose en el baño. No sabía por que iba y se vestía allí. El sabía que era muy silencioso y que el sueño de Ivonne era pesado como el mismo. Pero ya se había hecho la costumbre.
