❥Amorterapia | ➳[MyungYeol]

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MyungSoo tomó cuidadosamente la mano de SungYeol, sonrió cuando vio una gomita nueva en su dedo anular, alzó la mirada y el castaño se encogió de hombros, la retiró dejándola sobre la mesa y la reemplazó por un anillo delgado de oro.

Con emoción y nerviosismo, SungYeol tomó el otro anillo y mirando los ojos enormes y oscuros de MyungSoo, lo deslizó lentamente. 

—Están oficialmente casados —Anunció el juez —Felicidades. 

No hubo tiempo para preparar una boda y tampoco era la idea hacerlo público, por lo que MyungSoo llamó a un juez para su departamento y le pidió a YunHo ser su testigo. 

SungYeol no tenía a quién pedirle ese favor así que el novio de YunHo, JaeJoong, sería su testigo de boda. 

Era extraño pero el reloj estaba en contra de MinKi, no debían olvidar que su enfermedad avanzaba. 

YunHo les aseguró que después de una semana de casados, saldría la respuesta de la custodia, normalmente tardaba meses pero pudo hablar con sus contactos explicándoles la situación del pequeño y lo que planeaba hacer MyungSoo. 

—Jamás imaginé casarme de esta manera —Dijo MyungSoo girándose hacia SungYeol. 

—Ya sabe que nos podemos divorc- 

MyungSoo acomodó las mejillas de SungYeol en sus manos y lo besó, SungYeol sonrió y sus ojos se iluminaron cuando el mayor rozó tiernamente la nariz con la suya —¿Sigues con eso? No te dejaré ir SungYeol. 

—Prométalo —Susurró en medio del beso. 

—Te lo prometo. 

Estando a escasos centímetros se miraron a los ojos. 

Ninguno mentía. 

MyungSoo sirvió unos tragos que JaeJoong y YunHo habían estado pidiendo desde que el juez se fue, conversaron animadamente hasta que MyungSoo desapareció de la sala. 

—Debe estar muy cansado —Comentó YunHo refiriéndose a su amigo. 

—Tuvo turno de noche —Dijo SungYeol bebiendo de su jugo. 

—Bien, creo que es hora de irnos —JaeJoong se levantó del sofá. 

—¿Tan pronto? 

—Sí —Tomó el brazo de YunHo levantándolo inmediatamente —Ya es tarde y SungYeol también debe descansar —El castaño asintió y YunHo dejó la copa sobre la mesa. 

—Adiós y felicidades SungYeol —Dijo la pareja cuando salieron del lugar. 

—Gracias —Habló el menor sintiéndose un poco extraño al despedir gente en un departamento que no era suyo. 

Ordenó las copas y caminó silenciosamente por el pasillo que llevaba a la habitación, abrió la puerta sin hacer ruido encontrándose a MyungSoo acostado en la cama, con una mano detrás de su cabeza y una rodilla doblada. 

Humedeció sus labios antes de cerrar la puerta y caminar hacia la cama, subiéndose en ella y acercándose al mayor, afirmándose en sus rodillas y manos le dio un beso en los labios para despertarlo. 

Al notar que no se movía, besó la comisura de sus labios, su mejilla y bajó hacia su mandíbula. 

Corrió la camisa de MyungSoo hacia abajo y cerró los ojos cuando dejó un beso húmedo en su cuello. 

MyungSoo era un hombre muy atractivo, su mandíbula bien definida, sus pestañas, su color de cabello, la forma de sus labios, sus brazos, todo. 

Pero no todo era físico, le gustaba la persona que era, lo dulce y gentil, lo caballero y gruñón a la vez. 

Había algo más allá de su cuerpo que le atraía inexplicablemente. 

¿El aroma de su perfume? 

SungYeol se dejó llevar por ese masculino olor, acostándose levemente sobre el mayor, besando su cuello y cerca de su oído. 

—SungYeol —Murmuró MyungSoo con voz ronca sintiendo cómo tomaban sus labios, él subió sus manos hacia la cintura del menor para acariciarla. 

Los besos de SungYeol descendieron y se quedaron en ese punto sensible del mayor. 

—Quiero besar su cuello hasta que no aguante verme con la ropa puesta —Susurró SungYeol moviendo sus caderas. 

MyungSoo lo guio hacia sus labios y estuvieron minutos o quizás horas, sólo besándose. 

Los latidos rápidos y los besos lentos eran lasseñales de que lo estaban haciendo bien.

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