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SungYeol guardó el dinero que había ahorrado este tiempo en su mochila y tomó el pasaje de avión antes asegurarse de haber cerrado todo en el departamento.

Cuando subió al auto de sus padres en dirección al aeropuerto recién se dio cuenta de lo que significaría ese viaje. 

—Si necesitan algo solo llama a casa —Dijo su padre con su mirada fija en el camino. 

—Lo sé, gracias papá —Miró por la ventanilla y su corazón se aceleró. 

Bajó su maleta y su madre le besó ambas mejillas antes de partir. 

—Estos besos van para MinKi —Habló la señora Lee besando nuevamente las mejillas de su hijo —Esos van para MyungSoo —Y nuevamente —Esos dos son para ti. 

—Te aseguro que los llenaré de besos apenas los vea —Sonrió mirando a sus padres y el señor le quiso entregar un poco de dinero pero SungYeol negó con la cabeza. 

—He ahorrado para este viaje, llevo lo suficiente para no perderme y poder regresar. 

El señor insistió tomando la mano de su hijo y pasándole el dinero —Es por sí ocurre una emergencia, si no ocurre, bien puedes comprarme un recuerdo. 

—Sabía que ibas a decir algo así —Aceptó el dinero guardándolo en el bolsillo de la chaqueta. 

—Dile a MinKi que sus abuelos le enviamos mucho amor y que lo estaremos esperando en casa con su comida favorita —La señora Lee agitó su mano cuando SungYeol se volteó para tomar su vuelo. 

Pasó su primera noche en Japón en una residencia donde no le cobraron muy caro, habló con MyungSoo como normalmente lo haría un día cualquiera, sin decirle dónde estaba o darle ni siquiera una pista de su sorpresa. 

Al día siguiente, temprano en la mañana fue camino al hospital, se demoró más de una hora ya que no conocía el lugar y mucho menos los transportes pero preguntando y preguntando finalmente llegó. 

Lo recordaba gracias a las fotos que MyungSoo en un momento le envió. 

Definitivamente no era un hospital común y lo notó cuando comenzó a caminar por los pasillos, era completamente distinto a lo que conocía, ahí practicaban otros tipos de medicina que salvaban a muchos niños. 

—Buenos días —Saludó a un chico que estaba sentado en el mesón, leyó rápidamente su credencial y supo que era un doctor. 

—Buenos días —Sonrió amable mirando al castaño —¿Puedo ayudarlo en algo? 

—Vengo a visitar al paciente Kim MinKi —Dijo SungYeol y la sonrisa en aquel chico desapareció. 

—¿Es familiar suyo? 

—Soy su papá —Respondió con orgullo —¿Puedo pasar a verlo? 

—Claro, es la habitación siete. 

—Muchas gracias —Se volteó algo extrañado por la actitud del chico pero prefirió ignorarlo. 

DongWoo no pudo evitar asomarse cuando SungYeol caminaba por el pasillo, era bajito, pálido y muy bonito, no podía negar que su rostro era dulce, podía imaginarlo junto a MyungSoo, tomando su mano. 

Dolía por lo mismo, podía imaginarlos y seguramente vería tal escena muy pronto. 

El castaño llegó a la habitación encontrándose con la puerta abierta, con la mayor precaución que su emoción le permitía, entró y su sonrisa tembló cuando vio a MinKi dormido en una cama y a MyungSoo dormido estando sentado en una silla, a un lado del pequeño y tomando su mano. 

MinKi fue el primero en abrir sus ojos.

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❥Amorterapia | ➳[MyungYeol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora