⚝ CAPÍTULO 07 ⚝

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NARRA ZAYN MALIK

Ahí estaba otra vez ese nauseabundo olor a Bacon llegando hasta mis fosas nasales provocando unas incansables ganas de morir de asco.

- Zayn, cariño baja a desayunar. – gritó mi madre desde la planta baja.

- ¡Déjame tranquilo! – grité furioso.

- Zayn Malik, o bajas de tu habitación o subiré yo. – dijo amenazante.

- ¡Quiero verte intentarlo! – reté cubriéndome con las cobijas.

- No me retes Zayn. – se escuchó como subían las escaleras marcando exageradamente el paso.

No respondí y mi madre abrió la puerta exageradamente rápido.

- ¡Mamá! – grité al verla cerca. – me siento mal, no quiero ir al colegio.

- Debiste decirlo antes de hablarme así. – vociferó. - ¿entonces? ¿No bajarás a desayunar? Preparé tocino es tu favorito.

- No quiero tocino. – hice un puchero.

- Bien, te prepararé un té, llamaré a Harry y a Liam para que vengan a verte después del colegio, ¿sí? Así no estarás solo.

- Gracias madre. – me cubrí completamente.

Cuando salió de la habitación miré al techo, ya estaba cansado de todas las locuras que me estaban sucediendo, no me importaba quedarme en cama atrapado en un infinito de jueves.

- ¿Te darás por vencido? – preguntó alguien sentando en el sofá de mi costado.

- ¡Mierda! – grité para después tapar mi boca. - ¿Cómo carajo entraste a mi casa Louis?

- Soy un hechicero, puedo aparecer y desaparecer donde quiera. – sonrió. - ¿Ya te rendiste?

- ¿Qué caso tiene? No puedo ayudar a Niall. – me cubrí con las cobijas.

- Hace un momento estabas dispuesto a decirle que lo amabas, debí decirte que me sorprendió.

- Solo dije lo que un chico moribundo quería escuchar, no significó nada. – aclaré. – le pedí disculpas dijiste que si lo hacía no me iría mal.

- Pero eso fue antes de que cayeras en un sinfín de jueves. – comentó. – esa palabra ahora no significa nada.

- Te odio. – susurré. – ya lárgate y déjame disfrutar de mi sexto jueves.

- Cumpliremos una semana. – exclamó alegre. – nadie había durado tanto sin romper un hechizo, debo decir que eres un estúpido.

- ¡Ya vete! – grité lanzándole la almohada, pero mi almohada cayó en nada, pues ya no estaba.

- Sí que estás loquito. – rio Nick recargado en el marco de la puerta.

- ¿Qué? ¿De qué hablas? – pregunté.

- Estabas hablando solo. – sonrió. - ¿estás loco?

- Niño, ¿No te enseñaron a tocar las puertas? – cambié de tema, estaba avergonzado por mi pequeño brote de locura frente a mi hermano.

- Si, ¿A ti no te enseñaron lo que es cordura? – sonrió cruzando sus brazos.

- ¿Qué quieres? – pregunté rodando los ojos.

- Nada, solo iba a mi habitación cuando te escuché gritando, adiós loquito. – salió de mi habitación cerrando la puerta.

NARRADOR OMNISCIENTE.

Jueves - Ziall -Onde histórias criam vida. Descubra agora