⚝ CAPÍTULO 10 ⚝

452 54 3
                                    

NARRA ZAYN MALIK

No me quejé por aquel insoportable sonido, si no por el contrario, era una oportunidad más que me deba esta estúpida pesadilla para llevar bien las cosas con Niall.

Salí de la cama y entré a la ducha, hoy sería un buen día, al salir de la regadera caminé hasta el espejo, pasé mi mano por el cristal empeñado y sonreí.

- Eres perfecto, Zayn Malik. – dije como solía hacerlo cada mañana.

Me vestí y metí unas cosas a mi mochila, sacando libretas y demás.

Bajé por las escaleras y rodeé las canicas del suelo, las cuales pertenecían a mi hermano.

- Tomaré el auto, madre. – dije acercándome a ella y besando su mejilla.

- ¿Alguien amaneció de buenas? – preguntó sonriente.

Caminé hasta la alacena y al refrigerador, prepararía unos buenos emparedados.

- ¿Qué chica trae loco tu corazón, Zayn? – cuestionó cruzándose de brazos.

Yo solo sonreí y bajé la mirada con mis mejillas sonrojadas por ese momento, mordí mi labio inferior y tomé aire.

- No es una chica, madre. – dije parándome frente a ella tomando sus manos. – quizá después pueda presentarte a un novio.

- Espera, ¿Qué? – apretó mis manos. - tenemos que hablar de esto, jovencito. – frunció el ceño.

- Solo necesito que me digas que debo seguir a mi corazón sin importar lo que digan los demás, solo necesito que tú me digas que venza mis miedos porque el amor es amor sin importar el género, solo necesito eso, madre.

Colocó una de sus manos en su boca, sabía que sonreía, la conocía, veía un reflejo en sus ojos de felicidad, sin querer una lagrima salió de sus ojos y volvimos a juntar nuestras manos.

- Zayn. – sollozó. – quiero que solo sigas la voz de tu corazón, sin importar lo que te digan o piensen de ti, lo único que necesito es que superes tus miedos porque la felicidad es felicidad sin importar si es chico o chica, te quiero hijo. – me abrazó.

Después de un rato, nos separamos y le regalé una sonrisa, me despedí y salí de mi casa con una bolsa de emparedados, subí al auto y me miré por el espejo retrovisor.

- Soy perfecto. – volví a decir colocándome las gafas de sol.

Arranqué el auto y conduje hasta el colegio, en donde raptaría a ese molesto ojiazul.

- ¿Crees que todo será así de fácil? – preguntó Louis a mi costado. - ¿Crees que por que te dices eso frente a un espejo ya será realidad?

- No arruines mi día Louis, esfúmate en tu escoba, por favor. – contesté sin apartar la mirada de la carretera.

- Ja, ja. – fingió. – que cómico, muero de risa por dentro.

- Ya vete. – gruñí, su presencia se me hacía molesta.

- ¿Crees que todo está bien? La cagas y la sigues cagando, entonces siento como tu corazón se alivia cuando muere porque sabes que su memoria hace un Reset y listo, todo olvidado y a cagarla de nuevo. Pero el hechizo ya duró demasiado lo que provocaría que llegaran a su mente recuerdos de los días pasados, ¿sabes lo que eso le haría a su cabeza? Sin contar que te odiaría por todo lo que le has hecho pasar.

- Ya lárgate, Louis, no me arruines el día, no me importa escuchar tus idioteces, romperé tu patético hechizo y listo, ahora lárgate de mí maldito auto.

No recibí respuesta, Louis había desaparecido.

Llegué al colegio y ni siquiera aparqué correctamente el auto, solo entré corriendo en busca de mi acosador.

- ¡Feliz jueves, Zayn! – saludó él.

- Buenos días, Niall. – sonreí. – vamos. – lo tomé de la muñeca y lo saqué del colegio.

- Espera, ¿A dónde vamos? – preguntó soltándose al cruzar las puertas.

- Solo ven conmigo, ¿acaso no confías en mí? – sonreí.

- Tenemos clase, Zayn. – susurró bajando la mirada al suelo, olvidaba que era un nerd sin vida.

- No veremos nada importante. – me paré junto a él. – de hecho, la profesora entrará y dirá. "Me gustaría que cada uno de ustedes digan un secreto que quieran compartir, que los atormente" – imité su voz.

- ¿Cómo lo sabes? – dijo sin evitar reír.

- Vengo del futuro. – bromeé. - ¿Entonces? ¿Vienes?

El chico no respondió y solo se quedó parado ahí, sin decir nada, jugando con sus manos.

- ¿Por qué no despejas tu mente un momento de la universidad? – pregunté acercándome a él.

- ¿Por qué me estás hablando? – susurró. – normalmente sería yo el que te pidiera este tipo de cosas, no tu a mí.

- Bueno, me gustan tus poemas, y quise darle una oportunidad al chico que los escribía.

- Perdiste una apuesta, ¿verdad? Y tu castigo es invitarme a salir.

- Niall, no te menosprecies, quiero pasar un rato contigo. – tomé su mano. - ¿vienes o no?

Volvió a bajar su mirada y sonrió asintiendo.

Caminamos hasta mi auto, abrí la puerta del copiloto para dejarlo entrar y después di la vuelta al auto para entrar yo también.

Durante el trayecto, había notado el nerviosismo del menor, casi no sonreía, bajé el volumen de la música y detuve el auto a la orilla de la carretera.

- ¿Todo está bien contigo?

- Si, ¿Por qué no habría de estarlo? – preguntó tratando de sonar casual.

- Normalmente, eres un chico muy sonriente, ahora parece que tienes un puchero pegado a tus labios.

- Bien, si, me descubriste. – rio. – es solo que he tenido extraños sueños, esta mañana me desperté gritando una frase que no puedo sacar de mi cabeza, en mi sueño sentía mi piel arder, como si me quemara, era tan real que me dio miedo. – sollozó.

- ¿Qué frase, Niall? – pregunté sorprendido.

- "No me dejes solo por favor, juraste que me salvarías" y recuerdo decírselo a alguien, no podía moverme, como si estuviera atado a algo, sentía mi piel quemarse, el olor de esta cociéndose, era horrible. – soltó en llanto.

- Oh, Niall. – me incliné a él y lo abracé.

- Siempre le he tenido miedo a quedarme solo, no me gusta que la gente me abandone. – lloriqueó mojando mi polera.

- Ya no estás solo, bebé, ahora estás conmigo y de verdad te juro que jamás te abandonaré. – prometí cerrando fuerte mis ojos, mi corazón dolía por sus palabras.

Yo sabía que había sido mi culpa que el sufriera tan espantoso destino, ahora entendía a lo que Louis se refería, Niall comenzaba a tener recuerdos.

- Ahora quiero que dejes de llorar, te limpies esas lágrimas y pongas tu linda sonrisa, ¿sí? ¿harías eso por mí? Ya casi llegamos a donde te quiero llevar.

- Trataré de hacerlo solo porque tú me lo pides. – contestó sonriendo.

Volví a encender el auto y conduje hasta el lugar. 

Jueves - Ziall -Where stories live. Discover now