NARRADOR OMNISCIENTE
Los ojos del menor comenzaron a brillar con tanta intensidad, ¿lo había escuchado bien? ¿Zayn Malik le había dicho que lo amaba? ¡Quería llorar y saltar!
- ¿Me amas? – dijo en voz alta.
- Baja la voz, Niall. – dijo cubriéndole la boca. – así es, pero ¿quieres mantenerlo en secreto? – suplicó.
- Haré lo que digas. – sonrió sin poder evitar sus ganas de gritar. - ¡Ah! ¿Me amas?
- Cállate, pedazo de... - se detuvo. – hermoso niño. – fingió sonreír.
- Lo siento. – lo abrazó intentando acercarse a los labios del mayor, a lo que este ladeó su rostro y el beso dio en su mejilla.
- Dejemos los besos para después, ¿sí? – lo alejó de él.
- Está bien. – susurró. – debemos ir a clases.
- Ve, te alcanzo después, Niall. – comenzó a caminar bajando las escaleras.
- Está bien, te apartaré lugar. – gritó observando como este bajaba.
Zayn caminó en busca del chico alto y raro, quería saber si todo se había terminado, solo él podría decirlo.
Al encontrarlo lo pegó a la pared bruscamente, a lo que Louis se había asustado un poco.
- Se terminó. – sonrió. – dije tus estúpidas palabras mágicas, las cuales fueron ridículas.
- ¿Estás seguro? – preguntó confiado. - ¿lo dijiste de corazón? ¿te nació decírselo? O ¿solo querías saber si funcionaba?
- Tu sabes que detesto a Niall, es su forma de ser, siempre está encima de mí, es molesto, estoy a un paso de odiarlo así que si vas a matarlo déjalo muerto y deja de atormentarme. – dijo en voz alta.
- Sabia que eras un idiota, pero nunca creí que tuvieras ese sentimiento tan patán como para desearle la muerte a Niall, no vales nada Zayn Malik, no vales el esfuerzo que él hace cada día para que tú al menos le digas un "Buenos días, Niall".
- Yo no pedí nada de eso. – susurró. – ya déjame tranquilo, el hechizo terminó.
- No terminó, porque tú no lo amas o al menos no quieres reconocer que lo haces.
. ¡Yo no amo a ese estúpido niño! – gritó.
- Muy mal, Malik. – susurró mirando a su costado.
Seguí su mirada para encontrarme a Niall con sus ojos infestados en lágrimas.
- Oh, no, Niall. – susurró.
- Te detesto Zayn Malik. – comenzó a llorar y a correr hasta la salida.
- Niall, espera. – gritó el pelinegro corriendo detrás de él.
Lo alcanzó y le tomó del brazo con fuerza.
- Déjame. – trató de zafarse.
- ¿Me dejaras explicarlo? – preguntó.
- No hay nada que explicar, te odio, tú me odias, ya todo perfecto, al menos ya sentimos lo mismo el uno por el otro. – lloriqueó.
- No dije que te odiaba. – explicó al borde del llanto.
- ¡Lo gritaste! – logró soltarse.
- Por favor, Niall perdóname. – suplicó volviendo a seguirlo.
- Ya déjame. – gritó sin voltear.
Cruzó la calle sin percatarse que un auto se acercaba a una velocidad exageradamente alta para el lugar en el que transitaba, entonces, arrolló a Niall.
- ¡No! – gritó Zayn corriendo hasta el lugar en donde Niall estaba tirado. – no, no, no.
Sus lágrimas no aguantaron más y se desparramaron de sus ojos marrones.
- Quédate conmigo, ¿sí? – suplicó viendo como Niall luchaba por su vida. – lo prometiste, en el abrazo, quédate.
Niall no podía ni mencionar una palabra, la sangre comenzó a brotar por su boca, era claro que no soportaría.
- Voy a contarte la verdad, te lo diré todo. – lloró. – tengo miedo de aceptar lo que siento por un hombre, por ti, hasta hace algunos días yo sabía que me gustaban las mujeres, pero después de toda esta locura, ahora sé que me estoy enamorando del chico más perfecto del mundo, ese chico eres tu Niall, porque yo te a...
El "Bip" de su despertador, sonó como cada mañana.
