¿IMPOSIBLE? | « Con estos súperhéroes, es imposible que alguien no salga herido algún día. Si cuando "no los había", terminaba gente lastimada, o peor que eso »
Alejandra, una chica de ascendencia latina. Una chica de carácter, complicado quizá. Ci...
Eran las 4 de la madrugada, el arácnido había estado despierto toda la noche y con la llave de la puerta trasera, Laura le había ayudado con eso.
Tocó la puerta de la habitación que las chicas compartían, esperando a que Alex saliera.
—¿Por qué tan temprano? —preguntó Alex sobandose los ojos, ayer se habían quedado hasta tarde con los pequeños Barton.
—Porque tengo que mostrarte algo.
Alex se tropezó con los pies de Peter, cayendo a centímetros del suelo, siendo tomada por su novio, se quedaron así un par de segundos sabiendo que Jen podría escucharlos fácilmente.
Como no pasó se incorporaron y siguieron caminando escaleras abajo, Peter se soltó la chamarra que llevaba atada a la cintura y se la puso a su chica.
Cuando por fin salieron de la casa, sin ser atravesados por ninguna flecha proveniente de Clint, Alex le preguntó a Peter qué quería mostrarle.
—... Ni siquiera ha salido el sol —Peter sacó la linterna de su teléfono —Eso es luz, pero sigue sin salir el sol.
—Andas gruñona hoy, eh —dijo Peter dejando un beso en la mejilla de la chica —Digamos que el otro día tuve una charla con May, y me hizo abrir los ojos sobre muchas cosas.
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Alejandra
Ya llevábamos buen rato caminando, o al menos yo que venia con la sábana mental pegada, sentía que habíamos caminado bastante. Todo el camino me la había pasado tomada de Peter, intentando no cerrar totalmente mis ojos.
Al ver que Peter se detuvo, pude ver a unos cuantos pasos, el lago que Lila había mencionado anoche. Era hermoso, no lograbas ver el final o el principio, pero se podría decir que estábamos en el medio de él, el césped verde que pisabamos hacía un contraste perfecto con el azul oscuro que reflejaba el agua a esta hora.
—Hugo me dijo que te encantan los lugares así y Laura me ayudo un poco y pues así ya —puse un dedo en sus labios para que se callara.
—Si me decías, podría haber estado menos gruñona —reímos y nos comenzamos a acercar al lago, nos sentamos en el césped a unos metros de este.
—No puedo creer todo lo que ha pasado —soltó Peter recostandose sobre mi torso, algo que se le estaba haciendo costumbre —Lento pero seguro.
—Hace un año, me veía entrando a Midtown, intentando no dormirme en clases. En un piso ligeramente maltratado, haciendo llamadas con Hugo y Jen, no en la casa de un millonario que resulta ser el mejor amigo de mi mamá y que se lleva de perlas con mi hermana.
—Yo me veía siendo aún más tímido, siendo molestado por flash, armando cachivaches, con May y sin tantas responsabilidades —comencé a jugar con su cabello y el quitó mi mano — quiero ver el amanecer y eso no ayuda, amor.
