¿IMPOSIBLE? | P.P | Spiderman × OC ║MCU║【SECRET-VERSE】1

36.01

«Creo que ya hace falta esto, no por ser yo, voy a poder con todo»

Alex estaba con Pietro en brazos, había olvidado su amor por los niños que no fueran Ashley desde hace un tiempo atrás.

Los hombres estaban jugando a las atrapadas y Lila estaba con ella y Jen. Desde esa mañana Alex se sentía extraña, con una sensación que invadía su cuerpo y no la dejaba concentrarse en los mínimos detalles, como ella tanto acostumbraba.

Vaya arma de doble filo que era esta chica, no era un secreto para nadie que su personalidad era absolutamente particular.

Si bien cuando no sabía el secreto de su ahora novio, se habían hecho 20 preguntas, desde que se volvieron un equipo son 21, y se acumulan mas, cada momento que pasan juntos.
Metafóricamente hablando, por supuesto.

Alejandra Blanco había olvidado el concepto de amor que tenía, desde antes de entrar a la preparatoria. Con Peter había recordado cómo eran esas sensaciones tan frescas y lindas, y sí, también las amargas.
Peter era más bien... Nuevo en todo esto, a pesar de la mínima experiencia de Alex, Peter era un nene en este y muchos otros aspectos.
Pero Alex tampoco era la mayor persona en este mundo, y eso lo sabía muy bien.

Se complementaban, eran un equipo y eso lo sabían. No sólo ellos, sus acompañantes también. Jen lo había notado cuando vio como Peter le llevaba el churro aquella vez a su prima.
Hugo había intentado juntarlos desde el primer segundo, a pesar de no fiarse del arácnido en ese entonces.
Maria Hill lo notó desde la sonrisa del muchacho al ver a su sobrina, May lo hizo al escuchar a su sobrino mencionar el nombre de Alejandra.
Ned lo sabía mejor que muchos otros, desde que conoció a Alex en aquel pasillo, supo que se llevaría bien con Parker.
Tony lo sabía, aunque le pesaba que su "sobrina" tuviera novio, sabía que estaba en buenas manos, era un admirador mas de la pareja.
Cada uno de los Vengadores lo sabía, hasta Vision, a pesar de ser el más pequeño e inocente. Ashley, Delmar, Miranda, Michelle, Betty y hasta Giselle lo sabían.

Era irónico que los dos muchachos dudaran de su amor repentinamente, cuando no había nada que dudar, ellos sabían que todo pasaba por algo. Su relación era una de las muchas pruebas de ello.

Se habían prometido ir despacio, sin prisas. Y lo estaban cumpliendo.

—Te fuiste un buen rato —dijo Peter sentándose al lado de su chica.

—Estaba pensando —el arácnido tomó a Pietro en brazos, el bebé comenzó a jugar con las mejillas del muchacho.

—Se nota —dijo Peter divertido —¿Qué pasa por tu linda cabezota? —ese apodo se había convertido en un juego entre ellos desde el último ataque de Electro.

—Tengo un presentimiento —Peter dejó de jugar con Pietro al notar el semblante apagado de su novia —Siento que viene algo grande, pero no tengo idea de nada.

—¿Algo que pueda dañar a algún tercero? —preguntó Peter y Alex se encogió de hombros —Lo que necesitas es una distracción, y yo me encargaré de eso.

—¿Harás un espectáculo de telarañas? —dijo Alex intentando hacer una sonrisa, que terminó en mueca.

—Podría servir —Peter se encogió de hombros, poniendo a Pietro en la cuna portátil que había ahí, se incorporó frente a Alex y tomó su mentón —Somos un equipo, no lo olvides.

Dio una vuelta en su propio eje confirmando que ningún Barton o Hugo viera y le dio un pequeño beso a Alejandra.

—Te noté seria hoy —dijo Hugo mientras los niños jugaban en la mesa de la sala.

—No es nada —dijo Alex sentándose al lado de su mejor amigo.

—Ahora dímelo a los ojos —dijo Hugo buscando la mirada de su no-hermana.

—No es nada demasiado grande —se corrigió Alex —Un mal presentimiento y ya está.

Hugo sabía que Alex lo que necesitaba era un abrazo de oso, de esos que acostumbraban a darse desde niños, solo que era muy necia para aceptarlo.

«Te prometo, que haré todo lo posible para salir de esta, little»

Nueva York - Ubicación Desconocida.

—Decidido, el martes atacamos.

—No la dejarán ir esta vez.

—No se preocupen por no dañar a los que se interpongan.

—Es la venganza, lo que motiva más que la gloria —dijeron los secuaces de Electro al escuchar sus órdenes.