Capitulo 3

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El día está resultando más interesante de lo que me esperaba, a pesar del encontronazo con esa asquerosa pija estirada estoy haciendo algunos amigos, Brooklyn es bastante amigable y cercana al parecer y Lexi parece una chica interesante y divertida, tal vez después de todo no me sentiré sola.

—Tierra llamando a Riley, ¿me estas escuchando? —pregunta Brooklyn, clavando sus ojos en mí.

—No, perdona, ¿Que me decías? —admito con timidez.

—Tengo que volver a mi coche un momento, me he dejado el móvil dentro, puedes ir a la habitación mientras si quieres; no tardare en volver. —me guiña un ojo antes de irse a paso ligero.

Lo mejor será que vaya haciendo camino, al llegar a la residencia me doy cuenta de que hay 2 personas sentadas en las escaleras exteriores bloqueando el acceso al interior del edificio, no distingo bien quienes son hasta que me acerco, ¡No puede ser! ¡Ellas no! Tenían que ser las mayores zorras que he conocido en lo que llevo de día en el campus, Charlotte y si mal no recuerdo la otra chica se llama Si... sife... no, Sire.

Me acerco hacia donde están ellas sin mirarlas a la cara, yendo a paso ligero con la esperanza de que se aparten y abran el camino, pero estaba muy equivocada. Cuando Charlotte se levanta, se coloca frente a mí y comienza a girar a mi alrededor mientras camina estoy segura de que ahora pronunciara su discurso de este es mi territorio y te voy a intentar hacer sentir inferior, bla, bla, bla (cuando realmente ella es una mierdecilla)

—Oh Sire, mira, esta es Riley la nueva zorrita de Wrisley Bay —Se está mofando de mí, suspirando, me vuelvo hacia ella y cuando estoy a punto de decirle cuatro cosas ella añade: —Que truco más estúpido. Eso de ir de defensora de los pringados y frikis, puede que haya colado por ahora, pero tú no eres más que uno de ellos —No puedo evitar reír al oír eso, pero ella sólo sonríe.

¿Pero de que va? ¿De guay? ¿Y cómo sabe mi nombre? Creo recordar que no se lo dije.

—¿Vas a apartarte o qué? —dice Sire con una sonrisa malévola, mientras me mira de arriba abajo.

—¡Lárgate!, Nos estas pasando el sol —dice Charlotte mientras se tumba en las escaleras medio espatarrada y me mira con una sonrisa de cretina en su cara embadurnada de maquillaje.

Parece que abrirse de piernas sí que se le da bien. Pero pueden estar seguras de que encontrare la manera de quitar sus huesudos culos de mi camino; Inspecciono a mi alrededor en busca de algo que me pueda ayudar cuando veo una puerta abierta, al acercarme veo que es el cuarto de mantenimiento, aquí no hay salida, pero tal vez encuentre algo que me sea de utilidad con esas dos. ¡Oh, Bingo! ¡No me lo puedo creer! El panel de la bomba de agua que da riego a los aspersores del jardín está abierto. ¿Qué pasaría si le damos un poco más de potencia al agua del jardín? Sonrió internamente mientras giro al máximo la ruleta que controla la presión del agua.

—¡Aaaaaah! ¿Qué cojones? ¿Me estas tomando el pelo? —escucho como chillan locamente.

Sus gritos de histérica son como música para mis oídos. Vuelvo a poner todo como estaba antes y satisfecha al ver que mi plan ha funcionado pienso que lo mejor será disfrutar del espectáculo en primera fila. Cuando salgo del cuarto y voy hacia las escaleras puedo ver que están totalmente empapadas de pies a cabeza.

—Tranquila Charlotte, solo es agua —Sire le pone la mano sobre el hombro a Charlotte en un intento de tranquilizarla, pero ella se lo aparta bruscamente.

—¡Si, agua en mi camiseta de diseño! ¿Sabes la cantidad de dinero que cuesta? —grita sin miramientos, y la aparta de un empellón para entrar en la residencia. —Iré a arreglar este desastre.

—Voy contigo —y la sigue rápidamente cual perrito faldero, dándome vía libre para entrar.

¡Sabía que lo conseguiría! Ahora esas idiotas se lo pensaran dos veces antes de provocarme. De repente alguien comienza a aplaudir detrás de mi sacándome de mis ensoñaciones, cuando me doy la vuelta veo que son Lexi y Brooklyn.

—¿Cuánto tiempo lleváis ahí? —les pregunto.

—El suficiente para ver cómo se metían contigo y tú se la has devuelto — Se ríe y prosigue—: Espero que no te importe, pero Brooklyn me dijo que podía comer con vosotras—dice sonriendo.

Lo pensé antes y lo seguiré pensando, esta chica es adorable, Brooklyn me mira a mí en silencio esperando mi aprobación, pero yo no tengo ningún problema con ella, cuantos más seamos mejor y mejor si la compañía es buena.

—Claro, ningún problema, Vamos arriba — respondo la mar de contenta.

Ambas se acercan y cada una pasa su brazo sobre mis hombros y se apoyan sobre mí.

—Tía, eres la caña. Creo que no podría haberme tocado una mejor compañera de habitación —dice Brooklyn sonriendo de oreja a oreja.

—Y que lo digas, estoy por solicitar que me cambien de mi habitación a la vuestra —dice riéndose con un marcado acento inglés.

—Por probar no perdemos nada —digo, y les sonrío de manera amistosa.

—¡Lo intentaremos! —gritan Lexi y Brooklyn al unísono y las tres nos echamos a reír.

—Si lo decís enserio voto por intentarlo hoy mismo —les digo sinceramente.

—¡Claro que sí! ¡TRIPLE DIVERSION! Aunque el espacio sea un problema seguro que nos las arreglamos perfectamente—dice felizmente, pero de repente la expresión de Brooklyn se vuelve triste. —Pero no estoy segura de que en la residencia permitan que haya tres estudiantes en una misma habitación.

—¡PUES HAREMOS UNA REVOLUCION! —digo exagera mente como si se tratara de una película de ficción.

—¡VIVA LA REVOLUCION ESTUDIANTIL! ¡VIVA! —gritamos las tres al unisonó.

Cuando vemos que varios estudiantes se nos quedaron mirando como si de un espectáculo se tratara nos echamos a reír locamente, aunque reconozco que el espectáculo sí que lo estábamos dando; Pero a quien le importa. Estas chicas son lo mejor y si con ellas puedo pasar todos los días de mi estancia aquí mucho mejor.

—Me muero de hambre, vamos a la habitación a comer de una vez —les digo y me echo a reír.

—Sí, señora.

Oímos como nos empiezan a rugir las tripas y una vez más volvemos a reír todas juntas mientras ponemos rumbo a la habitación, este día está siendo de lo mejor. Espero que nada me lo estropee, solo de pensarlo hace que un escalofrió me recorra la espalda... Pero... ¿Qué podría pasar?

LA MARIPOSA AZULDonde viven las historias. Descúbrelo ahora