No importa si es un beso en la intersección entre mi hombro y mi cuello o en la punta de mi fría nariz.
Da igual si sujetas con ternura mis manos mientras entrelazas tus delicados dedos con los míos o envuelves mi cuerpo con tus brazos entregandome calor y protección.
Poca importancia tiene, aunque uno duele menos que el otro, si estás junto a mí en este momento o nos encontramos separados por una larga distancia.
Lo único que debe importarnos es la intensidad de nuestro amor. Un amor puro, sincero y fiel como el que todos juramos una vez cuando niños, solo que esta vez sí durará por siempre.
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mil mundos
Historia CortaLos relatos tienen rasgos fantasticos que nos transportan a otros lugares, a través de ellos podemos conocer realidades alejadas a las propias. Sin embargo, cada historia guarda una pequeña relación con el alma de su autor. Con esto les he abierto m...