Capítulo 5

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Hamilton Enterprises.
6:05 pm.

La lluvia se había intensificado y temía llegar tarde. Suspiré al ver que apenas pasaban coches cerca de la empresa y los que pasaban, no eran taxis para llegar llevarme a casa.

—¿Necesitas algo, Rosie?

Mi jefe, Duncan, apareció de golpe a mi lado con su maletín en la mano y vestido de traje. Había que decir que le sentaba cómo guante en mano.

—Estoy esperando un taxi —sonreí tímidamente.

—¿Quieres que te lleve? —preguntó de golpe. Lo miré sorprendida y negué rápidamente.

—No hace falta, esperaré al taxi.

—Vamos, no es molestia, Rosie.

—Bueno —susurré antes de seguirlo hasta llegar a su coche. Él lo abrió y subí en el asiento del copiloto. Era un BMW i8, uno de los mejores coches del mundo, y de los más caros.

Me puse el cinturón de seguridad y él me imitó

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Me puse el cinturón de seguridad y él me imitó.

—¿Dónde vives?

—Te guiaré —dije. Él arrancó el coche y el ruido del motor inundó mis oídos. Empecé a guiarle mientras iba lentamente para no equivocarse. Vi mi edificio y le dije que aparcase enfrente.

—Aquí es, Duncan.

Él estacionó y me miró. Me quité el cinturón de seguridad y cogí mi bolso.

—Muchas gracias —dije sonriéndole.

—No es nada. Mañana ve al ascensor de hoy, estaré esperándote —dijo y asentí apretando mis labios.

—Adiós, Rosie.

Habló y me despedí con la mano. Salí del auto corriendo y me metí al edificio. No sé si Larry estaría en casa pero ojalá que no. Llamé al ascensor y sus puertas se abrieron. Me subí y marqué el piso 7.

Las puertas se abrieron tras unos minutos y abrí las puertas de casa con mis llaves. Cerré las puertas tras de mi y vi que eran las 6:20 pm.

—¿Cariño?

Llamé para ver si estaba Larry. Oí unas risitas y fui a la cocina. Una chica estaba hablando muy pegada con Larry.

—¿Quién es, Larry?

Pregunté llamando la atención de los dos. La mirada de Larry me dio a entender que lo dejase en paz. Pero no, si quería engañarme que lo hiciese en su puta casa. No en la mía.

—Soy Gio. ¿Y tú? —preguntó sonriéndome amablemente. Pobre chica, lo que le esperaba.

—Rosie, la novia de Larry.

Ella cambió drásticamente de expresión y se separó de Larry. Éste empezó a lanzarme dagas asesinas y me crucé de brazos enfadada.

—Oh Dios, lo siento —dijo tapándose la boca.—De verdad, no sabía.

Maltratada (+18)Where stories live. Discover now