Capítulo 10

5.4K 272 5
                                    

—¡Rosie! —oí la voz de Chloe y giré la cabeza. Mi hermana había venido con Delia en brazos y una bolsa en sus manos.

—Oh Dios, Chloe —hablé sonriendo. Ella se acercó a mi y puso a Delia entre nosotras. Besé la mejilla de mi sobrina y sonreí. Amaba verla así.

—¿Qué ha pasado?

—Larry me golpeó, casi me mata. Mi jefe, Duncan, me trajo aquí y vivo aquí por el momento. Me amenazó con mataros a ambas, Chloe.

—¿Qué? —susurró asustada.—¿Desde cuando?

—Desde hace dos años, estoy así. He intentado protegerlas lo máximo posible pero... casi me mata, Chloe.

—Lo siento tanto, Rosie.

Sollozó tapándose en la boca y me abrazo suavemente. Besé su mejilla y negué.

—No importa, Chloe.

—Dios Mío, ese mal nacido nunca me cayó bien.

—Necesito que me cuentes todo lo que pasa. Si ocurre algo, llámame. A la mínima cosa rara, dímelo.

—Lo haré, Rosie. ¿Puedo quedarme un rato? Son las 5 pm, me iré en una hora cómo mucho.

—Claro, le diré a Jason que te lleve.

—¿El mastodonte de la entrada? —reí con sus palabras y asentí.

—Si, él es.

(...)

—Oh, hola.

Oí la voz de Duncan y nuestras risas cesaron. Chloe miró a Duncan y yo seguí acariciando el cabello de Delia.

—Hola, soy Chloe.

—¿Hermana de Rosie, no? —preguntó Duncan y asintió. Él sonrió y miró a Delia.—¿Es tu hija?

—Si, se llamaba Delia —Chloe estaba muy, muy nerviosa. Y la entendía, cualquiera se pondría nerviosa delante de este hombre.

—Es hermosa —dijo él acercándose. Me dio un beso en la frente y miró a Delia.

—Puedes cogerla, si quieres —habló Chloe sonriendo. Duncan cogió a Delia en brazos y esta se acurrucó en su pecho. Estaban tan hermosos.

Delia era la viva imagen de mi bebé perfecto. Si hubiese seguido con el embarazo, hubiera querido que fuese una niña. Una hermosa niña que cuidar y proteger.

—Debo irme, Rosie. He quedado con mamá en media hora —dijo e hice una mueca ante eso. Duncan le dio la bebé a Chloe y esta me sonrió.—Te quiero, lleva cuidado.

—Lo mismo digo, Chloe. Dile a Jason que te lleve —besé su mejilla y ellas salieron por la puerta. Duncan se sentó a mi lado y me sonrió.

—¿Cómo te encuentras?

—Bien. Luisa me trata súper bien y no me aburro apenas.

—Tengo buenas noticias —habló. Lo miré impaciente por saber y acarició mi cabello. Qué manía con acariciarlo tanto.—Tenemos pruebas suficientes para meter a ese hijo de perra a la cárcel por unos años. Llamarán para que vayas a declarar. Y cuando esté todo listo, será el juicio.

Para mí, no eran buenas noticias. Eso significaba una muerte asegura. Larry no era una persona que iba sola a los sitios. Tenía sus contactos y la mayoría no eran buenos. Cómo cualquier vendedor de droga, le daba igual que lo metieran a la cárcel. Conocía a Larry, y sabía perfectamente que iba a hacer lo posible hasta matarme.

—¿No estás contenta?

Su voz me sacó de mis pensamientos.

—Eh, sí —contesté distraída. Miré la hora y vi que eran las 7 pm.

—Mañana es domingo, no trabajo. Si quieres podemos pasar el día viendo películas y todas esas cosas.

—¡Si! —exclamé emocionada y asintió sonriendo.

—Iré a cambiarme, nena.

Besó mi frente de nuevo y se fue hasta salir de la habitación.

(...)

Brooklyn, Nueva York.
Domingo.
4:59 pm.

—Quiero una de terror —opinó Duncan a mi lado.

—Prefiero las de romance —dije. Él puso una cara de horror y reí.

—Nada de cursilerías. Veremos comedia y punto.

—¡La comedia no hace gracia! —exclamé frustrada.

—¡Santo Dios, mujer! ¿Entonces qué vemos?

—No sé —reí en carcajadas y él negó.

Duncan y yo estábamos en la cama de mi habitación bajo las mantas tumbados. Ambos íbamos en pijama y decidiendo qué película ver. Había traído palomitas y chuches.

—¿Te parece si vemos Netflix? —preguntó y asentí. Él puso Netflix en el portátil y empecé a mover el dedo por el ratón táctil. Vi una película que ponía "Sin compromiso" y le di a Reproducir.

—¿De qué trata?

—De sexo y amor —contesté y reí. Él pasó su brazo por mis hombros y me acomodé.

—Perfecto, pues.

La película empezó y sonreí al ver a mi actor favorito, Ashton Kutcher. La película ya la había visto cómo cinco veces pero es que enserio, amaba esta película.

Habían pasado cómo... treinta minutos y Duncan no había dicho nada sobre la película. Yo, por otra parte, casi lloraba. Había salido mi escena favorita en la película.

—Adam, eres maravilloso.

—Si tienes suerte, jamás volverás a verme.

¡Era tan bonito, jope!

—¿Estás llorando? —preguntó Duncan y toqué mis mejillas. Pues sí, estaba sudando por los ojos.

—Lo siento —susurré sorbiendo mi nariz y limpiando todo rastro de lágrimas.

—No tonta, ven aquí —sonrió mientras me atraía a sus brazos más aún con cuidado. Puse mi mano derecha sobre su estómago y sonreí.

Tras ver esa película, noté que Duncan se había quedado dormido. Cogí el portátil y lo dejé en el suelo con cuidado. El dolor de mis costillas era soportable. Y mi muñeca no dolía apenas. Puse más cómodo a Duncan, para que no se hiciese daño y me abracé a él. Cerré los ojos y traté de dormir un poco.

(...)

—Rosie —oí que me llamaban y abrí los ojos lentamente. Vi a Duncan muy cerca de mi con una sonrisa en su boca.

—Perdón —susurré al ver que estaba casi encima de él.

—No importa —dijo. Me tumbé mejor y lo miré. Me gustaba mucho este hombre. Me gustaba sin haberlo besado. Me gustaba sin apenas conocerlo. Me gustaba su alma. Su actitud. Su espíritu. Su paquete también, no nos engañemos. Pero sobre todo, me gustaba él en sí.

Maltratada (+18)Where stories live. Discover now