Capítulo 2

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No quería, debía, ni podía salir de esa caja. Lo que sea que estaba en la celda junto conmigo se estaba acercando, lo podía sentir. Mi corazón latia desorbitado mientras refugiaba mi cabeza entre mis rodillas en posición fetal, como si eso fuera a ayudar. Me sentía tan vulnerable por primera vez, yo nunca fuí así, siempre era la valiente del grupo, la que hablaba con los chicos que le gustaba sin titubear, la que tenía la linterna en las pelis de terror y la que tomó por primera vez alchol con sus amigas. Esto me estaba matando, la ansiedad y el miedo que sentía eran desesperantes.

19-MA, creo que asi le decían, repentinamente tomó la caja en la que estaba y de un intento la rasgó dejándome expuesta, su fuerza era descomunal al rajar metal y eso no ayudó mucho a mi mente positiva. Mis ojos seguían cerrados, me negaba a ver lo que estaba al frente mio, la realidad, no estaba preparada, de seguro me violará o me matará. Pensamientos como esos seguían inundando mi mente con una rapidez que nunca adquirí en matemáticas. Eso se acercó incluso más a mi, sentía una respiración muy ruidosa, como si estuviera haciendo un sobre esfuerzo en algo y la puso en mi cabeza, pecho, brazos vientre, piernas y finalmente cuello. Ay dios, también esta loco.

Sin aviso alguno, una gruesa mano tomó mi mentón y fue suficiente para abrir mis ojos.

A pesar de que mi mirada estaba algo borrosa por el llanto pude apreciar el rostro más varonil y sexy de toda mi vida superando por mucho a leight. Un pelo negro puro, sus ojos eran dos perlas grises que atravesaban lo más profundo de mi alma, una nariz perfilada, pómulos altos, quijada marcada, todo en el gritaba exótico y peligro. No lo conocía pero se notaba que sus facciones estaban endurecidas. Baje un poco más mi mirada y dios. En su cuerpo no se veía ni un poco de grasa, sus músculos eran gigantes, al punto de que querías ser acorralada en sus brazos y restregarse contra estos. Un poco mas abajo había una especie de taparrabo escondiendo su pirulin. Lo se, muy maduro de mi parte. Tenía garras y pequeñas orejitas sobresalían de su cabeza, tal vez me hayan metido en un manicomnio, es posible.

Hubiese seguido viendo su cuerpo sino fuera por la repentina acción de este.

Me tomó en sus brazos y me vió, algo se estaba debatiendo dentro de él. Enrede mis piernas alrededor de su cintura para no caerme y mis brazos al rededor de sus hombros, joder, si que tenía miedo, pero este hipnotizante espécimen me tenía bajo su hechizo. Concentrate Elise por la diosa de los chocolates.

Analizar y pensar, no lo hago comunmente pero era hora de poner el cerebro a trabajar. 1) Unos tipos me secuestraron porque según ellos descubrí algo que tiene que ver con científicos 2) Estoy encerrada con un tipo practicamente desnudo 3) Dicen que me destrozará... ok esto no es muy alentador. La celda se veía llena de medidas contra escape y muchas cadenas rotas en el suelo, tengo una idea de quien fué. 

Antes me parecía injusto mi metro cincuenta, y ahora me parece insólito viendo sus dos metros veinte. Tal vez pasé de largo de la fábrica de altura y me fuí a la de apetito. Seré pequeña pero soy un barril sin fondos.

Después de una larga mirada de su parte tomó mi cabeza algo bruscamente pero sin lastimarme para tener acceso a mi cuello, su respiración estaba en este restregando su nariz con el y... ¿ronroneando? Sentía su garganta vibrante en mi clavícula, irremediablemente solté unas risitas contenidas. Era una sensación agradable... Ya enloquecí tambien. El punto bueno era que no parecía querer matarme mucho.

Intente alejar mi cuerpo un poco de él y quedó en eso, un intento. Al notar mi acción como negación hacia el me pego mas a su pecho como si fuera posible, sentía sus firmes cuadritos pegados a mi abdomen bajo eh intimidad. El paro de hacer lo que sea que estaba haciendo y me vio,  sus pupilas se dilataron y me alertaron. Me intente alejar de el con más fuerza y su rugido hizo que de nuevo solo fuera un intento.

—MIA— Escuche bien?

19-MA Nuevas especiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora