015

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El día en el instituto se me pasa volando gracias a EunBi y a BaeRin. Ambas son bastante graciosas, aunque la primera sea más pacífica y la segunda este mucho más pirada de la cabeza.

Sobre el viaje en moto... Todo bien. Quiero decir. Me monté sin decir ni pío, y el tampoco, simplemente me dio el casco, le abrace por la cintura y me dejó en la puerta baja del instituto, por dónde entran todos los coches. Y sinceramente, lo agradecí. Ni el ni yo queríamos que nos vieran juntos: Él por su popularidad y yo por miedo a que mis días fuesen insufribles.

Me espatarro en una silla azul de la cafetería, sola. Saco de mi mochila una botella de agua y unas chocolatinas, justo después, aprovecho para leer un rato. Había poca gente, y desde donde me encontraba, podía pasar por invisible a los demás estudiantes. Aun faltaban dos horas para salir del instituto e ir por fin a casa. Las dos horas que faltaban eran las optativas, por lo que me tocaba dibujo y baile.

No se porqué, pero tengo miedo. Jungkook estará en ambas. Con su grupo de amigos, que al parecer no eran las mejores personas del lugar.

El libro no estaba del todo mal. Era bastante simple, fácil de leer, sin embargo, no podía concentrarme en el hilo de la historia.

Alguien cierra mi libro de golpe, sobresaltándome. Automáticamente miro hacia arriba, encontrándome con unos bonitos y felinos ojos pardos. Era la novia pelirroja de Jungkook. Dios mío, la que me faltaba.

Tiene sus manos apoyadas en la mesa, inclinándose hacia delante, con sus bonitas piernas de deportista al descubierto y sus bonitas uñas de manicura relucientes. Su rostro lleva una sonrisa maliciosa, y sus ojos desprenden odio hacia mi. Sus tres amigas se sientan sobre la mesa, rodeándome.

―Necesitais... ―No puedo terminar la frase. Su mano tirando mis cosas de la mesa me interrumpe.

¿Cabe decir que estamos llamando la atención de las pocas personas que se encuentran aquí?

Muerdo mi labio para no soltarle un tortazo.

―¿Cuantas veces tendré que repetirte que no te acerques a mi novio? ―inquiere a centímetros de mi cara.

Y otra vez. Me giro para encarar su cara. Decido que no voy a discutir con ella, no valdrá la pena. No me creerá si le digo que es su novio quien no me deja en paz. Así que cojo mi mochila para ponerme en pie, pero sus amigas me obligan a sentarme. Noto como me quitan la mochila, y me agarran de los brazos para que no me mueva.

Veo que la pelirroja coge mi mochila y con una sonrisa de zorra la tira a la basura, ganándose algunas risas y exclamaciones por parte de los presentes.

―Ahí tengo mi-

―Me da igual lo que tengas o lo que no tengas. Todo lo que tenga que ver contigo es basura ―espeta estirándome del pelo. Gruño, e intento moverme, pero sus amigas me lo impiden.

Miro a la chica, que lo único que expresa es que de seguro está mal de la cabeza. ¡Por favor! Si seguro que su novio se ha acostado con mas de medio instituto, que no me venga jodiendo a mi sin saber.

―Ahora quiero que pagues, por puta.

Es ahí cuando siento que tiran algo líquido encima de mi, empapándome, seguido de lo que parecen ser huevos en la cabeza y ¿harina? Da igual, el caso que cada extremo de mi cuerpo queda mojado, con el polvo blanco manchándome los hombros y mi cabeza llena de esos tres ingredientes.

―Es una ridícula ―carcajea su amiga.

Las lágrimas amenazan con salir, el comedor entero estalla a risas, dándome a entender lo ridícula que era. Dejo de sentir como aprietan mis brazos, aun escuchando las chillonas risas. Las lágrimas al fin corrían por mis mejillas manchadas. Me levanto con la poca dignidad que me queda y veo que el comedor se ha llenado de personas que ahora me ven con burla, otras con pena y otras que solo fulminaban a las chicas que me habían hecho aquello: al menos queda gente decente en el mundo.

Wicked»  j.jungkook (Saga Bad Guys #1)Where stories live. Discover now