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{Aviso de que es un capítulo corto pero ejem, con exceso de ternura}

El abrazo con Jungkook no dura poco, ni siquiera me doy cuenta de cuando las chicas salen de la habitación dejándonos solos. Cierro mis ojos con lentitud, escuchando su corazón latir contra mi oído. Sus brazos se encuentran rodeando mis hombros con delicadeza y me acarician la espalda. Siento su respiración en mi coronilla, yo por mi parte comienzo a hacer los mismos movimientos en su espalda desde su cintura.

Si seguimos así podría quedarme dormida contra su pecho.

Me separo poco a poco, sin embargo no llegamos a separarnos del todo, y simplemente nos miramos a los ojos fijamente. Una de sus manos pasa del bajo de mi espalda a mi mejilla, acariciándome esta con el pulgar en dulces y pequeñas caricias. Puedo captar un extraño brillo en sus ojos inexpresivos (hasta hace poco), con una sonrisita en sus sensuales labios parecidos al terciopelo.

―Me voy cuatro días y ya la lías, eh nena ―murmura echando mi pelo hacia atrás sobre mis hombros.

Miro justo en esa dirección y hago una mueca: el jodido pelo. Y bueno, todo lo sucedido, como quedarme en cama tres días con una herida en la cabeza.

―Eso no entraba en mis planes ―señalo cabizbaja.

Niega en la cabeza enseñando un poco sus dientes en una pequeña sonrisa que poco a poco va adquiriendo más amplitud. Y madre mía, decir que me encantaba su sonrisa era poco.

―Nada de esto entraba en los planes de nadie. Estos últimos meses han sido jodidos para todos. ―Me da un beso en la frente y me coge de las manos, mirándolas con detenimiento.

Cojo aire profundamente por la nariz y lo suelto todo por la boca en un suspiro.

―Negartelo sería una mentira igual de gorda que el Everest; primero el matrimonio de nuestros padres, nuestras peleas, el secreto de Soo-An, Heeji y sus celos, Hara y Jimin, yo y mis tres días en cama... Todo ha sido tanto que necesito quitarlo de mis hombros ―decreto sin dudar un segundo se mis palabras. Ladea su cabeza y frunce sus labios.

―Te olvidas de que la mayoría de esas cosas están solucionadas, boba ―acota él, dándome con el dedo en la frente.

Me quejo llevando mi mano al lugar afectado y le doy con la palma de la mano en el pecho. Noto como me agarra de la muñeca para que no me separase de él y vuelve a pegarme a él. Pasa su mano por mi mejilla, la otra por mi cintura y en segundos tengo su boca pegada a la mía. Abro los ojos con sorpresa, sintiendo como sus labios me incitaban a seguirle el beso.

Pero ni siquiera tuvo que suplicarle para que lo hiciera.

Cierro mis ojos poco a poco de nuevo y muevo mis labios contra los suyos. Rodeo su cintura con mis brazos, tengo que ponerme un poco de puntillas para no romperme el cuello mirando hacia arriba. El beso es tranquilo y dulce hasta que él se sienta en la cama individual y me sienta a mí encima suyo; me agarra el culo y me pega a su amigo ahora despierto.

Suspiro, me muevo contra él causando fricción entre los dos, haciendo que Jungkook gruñe contra mi boca.

¿Que nos pasaba? Jamás habíamos estado tan desesperados como ahora de arrancarnos la jodida ropa. Pero sin embargo este no era el momento más adecuando, y ambos lo sabíamos a la perfección. Por lo que rompo el beso y junto nuestras frentes para regular un poco más mi respiración.

―Te he echado de menos ―susurra en mi oído, abrazándome con fuerza por la cintura, aún a horcajadas encima de él.

Me río por lo bajo y yo rodeo sus hombros posando ahí mi mejilla, devolviéndole el abrazo con efusividad.

Wicked»  j.jungkook (Saga Bad Guys #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora