Capítulo 10

318 34 18
                                    

El jueves la vida de SeHun volvió más o menos a la normalidad. El término correcto era más o menos debido a que su padre no le dirigía la palabra, siquiera una mirada, su madre se pasaba los días más reflexiva y seria de lo que realmente era, y su hermano era esa clase de persona que intentaba actuar como si todo siguiese igual cuando sabía perfectamente que nada volvería a ser como antes.

El ambiente en su casa era tan denso que se negaba a volver a encerrarse más días. Aquella mañana se había levantado alegre y los recuerdos de la noche anterior lo invadieron de semejante manera mientras hacía algo tan simple como ponerse una pomada, que no pudo quitar la tonta sonrisa que acabó formándose en su rostro.

Decidió pasar el día entero fuera de casa. Por la mañana, como solía ser su rutina fue a la biblioteca a estar unas horas con JongIn quien, al parecer, no tenía nada que hacer o al menos no hizo nada, simplemente se dedicaron a hablar desde temas banales como si tenían mascotas o no (ninguno tenía) a conversaciones un poco más serias, dentro de lo que cabe, como lo eran los accesos de universidad de SeHun.

JongIn se interesó en si él necesitaría pasar algún tipo de examen o algo por el estilo debido a que él, sí tuvo que hacer una prueba de baile improvisado. SeHun, encantado, acabó explicando que ya había echado la matrícula para la universidad, de hecho, lo hizo su hermano mientras él estuvo malo todos aquellos días y que no requirió de ninguna prueba de nivel ni nada por el estilo.

El chico evitó mencionar que aquel proceso había sido a escondidas de su padre y que, bueno, se lo tendría que decir en algún momento y quería posponer aquello cuanto más pudiese. Lo bueno de todo era que gracias a la matrícula de honor que consiguió debido a su media de diez, SeHun no tendría que pagar nada de aquel primer año; pero, volviendo al tema, si su progenitor estaba molesto o no, lo supiese o no, era totalmente desconocido para SeHun, y casi que lo prefería de aquella manera.

Su mañana acabó pronto, al menos para SeHun se hizo muy corta aunque a lo tonto fueron tres horas juntos. A la una la biblioteca cerró, JongIn se fue a comer a casa y BaekHyun acabó yendo a buscarlo para ir a comer juntos.

—Oh SeHunnie, ¿qué te pasa? —El mayor dio un bocado a su hamburguesa con una mirada analítica puesta en su rostro.

—¿Qué? —Rió un poco.

—Llevas todo el día sonriente, ¿no te duele la cara? —Bromeó tras tragar, en realidad sintiéndose muy feliz por el menor.

—¿Lo estoy? —Dio un bocado a la hamburguesa, inconscientemente sonriendo más—. No me había dado cuenta.

—Yo tampoco me había dado cuenta de que tu hamburguesa tenía pepinillo, hazme un favor y no hables con la boca llena.

El más bajo puso una mueca de asco, fingida por supuesto, y SeHun cerró al momento la boca, masticando y tragando rápidamente. Abrió un poco la boca hacia el mayor, solo unos breves segundos, para después alzar el pulgar en señal de victoria por haber conseguido comerse esos pepinillos. Ambos se quedaron mirando, una sonrisa pintada graciosamente en sus labios, y al instante estallaron en carcajadas.

Varios de los que se encontraban comiendo a su alrededor los miraron con extrañeza, algunos con molestia, y lo que cualquier otro día pudiese sentarle mal al menor o incluso avergonzarlo, aquel día le daba completamente igual, y le encantaba.

Por la tarde no fue a la biblioteca de nuevo, JongIn le había dicho que iba a estar ocupado toda la tarde y que no podría pasarse y, siendo aquel el caso, no veía el qué haría él ahí; era hasta irónico. Se quedó con BaekHyun quien, aunque no lo reconocía, se sentía perdido por no estar con su novio cojo, por estar este en una revisión en el médico; se encontraban en su casa, concretamente en la habitación del mayor, y mientras SeHun fisgoneaba en su estantería en busca de algún libro que no se hubiese leído, el pelinegro trasteaba en su móvil sin haber siquiera hacerle mucho caso al aparato.

Entre líneas { KaiHun / SeKai }Where stories live. Discover now