Capítulo 14

333 38 32
                                    

Del uno al diez, ¿cuán mala idea fue decirle a sus amigos acerca de su beso con SeHun?

Estaba seguro que ningún ranking podía medir su error. No es que no sintiese confianza con aquellos tres, de hecho, junto a su madre y sus hermanas eran las personas en las que más confiaba y eso se notaba y se sabía. Sin embargo, si ya de por sí resultaba vergonzoso que comentaran acerca de su atracción por el de cabellos blancos, el alboroto que se formó aquella tarde en casa de TaeMin cuando les dijo que lo había besado fue de tal calibre que hasta el pequeño hermano de su amigo, TaeWoo, se unió a la conversación pese a que solo tenía cuatro años y todos sabían que de mucho no se iba a enterar.

Por mucho que hubiese intentado evadir el tema cuando salió de la biblioteca acompañado de SeulGi y ChanYeol o por mucho esfuerzo que hubiese puesto en no pensar en SeHun, le era imposible no tener en mente las palabras del contrario, no dejar de pensar en que se iba a quedar solo hasta la hora de comer y que ni siquiera sabía si iba a volver por la tarde. En aquel estado, era francamente imposible evitar no tenerlo en mente.

—Tierra llamando a Kim JongIn, ¿puedo disponer de su atención unos minutos? —La voz de SeulGi se coló en sus oídos y volteó la cabeza a mirarla con una mueca interrogante en el rostro—. Ni se te ocurra mirarme así, ChanYeol lleva como diez minutos hablando y no le has hecho ni caso.

JongIn abrió los ojos, asombrado, para después girarse hacia su amigo con una pequeña mueca culpable, sobretodo porque por más mal que le dieran a ChanYeol este siempre mantenía su pequeña sonrisa amable en el rostro.

—Perdona hyung, ¿qué decías? —ChanYeol rió un poco, negando con la cabeza.

—Nada importante pero...

—¿Cómo que nada importante? —Interrumpió la pelinegra, cruzándose de brazos y bufando.

—Nada he dicho —canturreó de nuevo el alto antes de proseguir con lo que anteriormente iba a decir—. Pero parece que tú sí que tienes algo que contarnos, ¿verdad Innie?

Entrecerró un poco los ojos, intentando leer el pensamiento de su amigo y creyendo que igual sí que lo había visto besarse con SeHun. Con la sola idea de haber sido visto desvió la mirada de nuevo al frente, frunciendo un poco los labios como una especie de canalización de la vergüenza, como si de verdad sirviera para esconder lo ardientes y rojas que estaban sus orejas.

—¿Innie qué ha...? —SeulGi, demasiado avispada para estas cosas, supo que preguntándole a él no resolvería nada—.. ChanYeollie, ¿qué ha pasado en la biblioteca?

—¿No deberías llamarlo oppa? —Se metió solo para desviar el tema, o intentarlo.

—Nunca he hecho eso, voy a hacerlo ahora —rodó los ojos, fijando la vista en el alto y plasmando una sonrisa que cuanto menos tenía intenciones macabras detrás—. Habla.

—JongInnie se ha besado con ese chico, SeHun —contestó sin más, encogiéndose de hombros.

El gritó que pegó a continuación SeulGi se le grabó en el tímpano a fuego, supuso que también en el de los adultos que se quedaron mirándolos con desagrado y desaprobación. Para cuando se dio cuenta ya estaba siendo arrastrado por sus amigos hasta casa de TaeMin donde se enzarzaron en un interrogatorio en su contra que lo dejó completamente K.O.

El cuarto del más callado era un completo caos de voces y gritos de emoción, de consejos e ideas estúpidas que se les venían a la mente a sus amigos. Se mantuvo callado en todo ese momento, escuchándolos, porque aún cuando negaba con la cabeza cada vez que le insistían en pedirle salir a SeHun, una gran parte de él quería hacerlo, quería atreverse a cruzar esa pequeña línea que había entre ambos y que aquella mañana se había atrevido a cruzar.

Entre líneas { KaiHun / SeKai }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora