Prólogo

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El tiempo pasa rápido cuando el corazón se encuentra destrozado. Las horas se convierten en días; los días se convierten en semanas; las semanas en meses y por último estos se convierten en años. Durante ese tiempo en que el cuerpo y la mente se encuentra en duelo tus acciones simples se convierten en una odisea: Comes sin ánimos; duermes y al despertar aún te sientes cansado; tus pensamientos se aglomeran y martillean sin cesar en cada parte de tu cerebro creando una vieja cinta de VHS que se reproduce sin fin; recuerdos buenos y malos que has vivido con esa persona.

El ruido del taladro hace eco en la sala de estar, Johan; el joven de tez morena que vive junto a su familia en el segundo piso de nuestro edificio está colocando la nueva ventana, por fin luego de un año se reemplaza aquel vidrio que tenia una enorme grieta en él; observo la nueva ventana y sonrió extrañada al verla tan nítida.

—Listo señora Danvers—Johan comenta con una sonrisa mientras lleva sus manos a cada lado de su cintura —, Debo admitir que es la primera vez que el vidrio no se me resbala por el balcón — añade con orgullo, su comentario me hace reír y niego de inmediato; no te rías Kara.

—Te lo agradezco Johan —le ofrezco mi mano y el la aprieta levemente —, buscaré tu dinero —digo al separarnos. Camino hasta el escritorio a un par de metros de nosotros, busco en mis bolsillos la llave para abrir la gaveta y luego de unos segundos angustiantes la observó al lado del periódico.

—Señorita Danvers —llama Johan y susurró un leve si para que prosiga mientras busco la billetera ¡Debía ser más organizada! —, Se ve muy feliz en esa foto ¿Es su hermana la persona a su lado? —Cuestiona y yo volteo a ver de la foto que el habla, por supuesto de todas las fotos en el apartamento él tenía que fijarse en esa.

—Ella era mi prometida —Respondo disimulando el nudo en mi garganta, aún duele hablar de ello. Tomo el dinero y regreso hacia el joven que con curiosidad hace menciones de nuevo de Lena.

—¿Era? —cuestionó el joven curioso.

—Ella falleció hace un año —Me limitó a responder antes de entregar el dinero en sus manos.

—Lamento mucho escuchar eso señora Danvers —Dice y noto como el joven se mueve incómodo en su lugar, realmente el no tenía la culpa por su curiosidad.

—Agradezco el servicio que has brindado Johan, pero debo realizar unos artículos para el periódico —dije de forma sutil esperando que captara la idea, necesitaba estar de nuevo sola en mi hogar.

—Gracias a usted señora Danvers, lamento lo de su ex prometida digo prometida es que no se si realmente lo sea porque ella está en otra vida —dijo mientras divagaba en sus respuestas.

—Adiós Johan —Dije firmemente y el muchacho asintió antes de marcharse por la puerta en la que había entrado.

Al cerrar la puerta el apartamento queda en silencio nuevamente y es aquí donde mi mente es invadida por los recuerdos de Lena; el sentimiento es amargo, un sentimiento con el cual debía convivir, le tuve que mentir a mi mente y corazón de que todo estaba normal y puedo seguir adelante pero muy en el fondo desearía estar contigo.


Me encuentro nuevamente corrigiendo esta historia porque sinceramente no me gustó como quedo la primera vez, esta historia la he escrito en una etapa de mi vida en la que me invadió la tristeza absoluta, me obsesioné tanto con la canción de Homesick de Dua Lipa y The Night We Met de Lord Huron sin saberlo una semana después mientras escribía este one shot y de pasar escuchando esta canciones todo el día, un familiar mío falleció.

Esta historia se encuentra basada en hechos reales (algunos, no todos) y no queda más que decirles que se apropien de un pañuelo, un poco de agua y música para sobrellevar la crisis existencial que genera este fic.

Gracias por su apoyo incomparable y leer esta pequeña historia, recuerda que si te gusta la historia puedes darme un voto (son gratis y me hacen feliz).

Está prohibida la adaptación y copia de esta historia.

Homesick [Supercorp - One Shot/COMPLETA]Kde žijí příběhy. Začni objevovat